Foto de Emily
Dios... Estaba en completo shock... Frente a mi estaba Scott, no podía creerlo, se supone que el... el, estaba muerto. Las lágrimas rodaban por mi mejilla sin control alguno y sin dudarlo me acerque a el casi corriendo y lo abrase fuerte y el respondió a mi abrazo con más fuerza, no dejaría que el se alejara de nuevo, no lo dejaría ir, no sabía si esto era un sueño o no, pero si lo era no quería volver a abrir los ojos jamás me separe de el un momento y me quede observando su rostro, al parecer a el también se le escaparon algunas lágrimas, las cuales yo seque con mi pulgar y evite que terminaran su camino, y el me sonreía, extrañaba esa sonrisa que me alegraba las mañanas y mire sus ojos.... Estos estaban de un azul apagado, muy lejos de el azul eléctrico que siempre tornaban, pero tenían un leve brillo en ellos, sonreí inconscientemente y volví a abrazarlo con más fuerza y este hizo lo mismo
- No te atrevas a dejarme, no de nuevo por favor...- dije acurrucándome en su cuello y deleitándome con su perfume el cual me hizo suspirar
- Eso no pasara más, y yo me encargare de que así sea - su tono fue firme, el cual me dio confianza en sus palabras
- ¿Cómo es que estas... Ya sabes? - dije mientras me alejaba pero no lo suficiente, temía que si lo hacia volviera a irse de mi lado
- Es una larga historia - Una sonrisa melancólica se posó en sus labios
- Me encantaría oírla - dije dedicándole mi mejor sonrisa
- Antes tengo algo muy importante que hacer - dijo mientras se aclaraba la garganta
- Y.... ¿Qué es eso tan imp.....- fui interrumpida por sus labios que están sobre los míos, yo sin dudarlo le seguí el beso, cuando nos separamos por falta aire ¡puta necesidad de respirar!, Su cabeza se colocó sobre mi hombro dejando un delicado beso en el
- Te amo - me susurro en el oído y las mariposas que aún creía muertas volvieron a su tarea de hacer cosquilleo en mi estómago y mi corazón latía tan emocionado como yo
- También te amo Scott - me acerque más a el y puse mis manos al rededor de su cuello acortando la distancia entre ambos, este respondió a mi abrazándome aún más.
Dejo escapara un suspiro y soltó una leve risa en mi oído, ¡Dios amaba esa risa!
- ¿Qué? - dije divertida y el se separo para poder mirarme a los ojos
- Nada, sólo te extrañe, y....... no tienes idea de cuanto - planto un tierno beso en mis labios y se separó poniendo mi mano frente a las suyas y mire como se entrelazaban, fue un momento hermoso
- No vuelvas a dejarme....- dije a punto de soltar otra lágrima al recordar cada maldito momento sin el
- No pasara, si tu prometes tampoco hacerlo - deje de mirar nuestras manos y me fije en sus ojos, los cuales ya estaban sobre los míos
- ¿Eres tonto o que? - su cara se volvió en una seria y dudosa - Jamás te dejaría Scott - una lágrima escapo por mi mejilla - Ya ha pasado más de un año y sigo aquí pensando en ti y nada más - evito el paso del resto de las lágrimas y beso mi frente
- No tienes idea de cuanto te amo - voltee a mirarlo y me sonreía
- Tu eres el que no tiene idea - dije con una gran sonrisa
Se soltó de mi agarre y se puso de rodillas frente a mi, ¡Oh Dios!, no podía ser lo que estaba pensando!, y note que solo se ataba las agujetas, jajaja, esto fue épico y luego note que saco una pequeña cajita de su bolsillo, mierda Scott deja de jugar con esto que me emocionas
- Perdón por arruinar el momento, pero..... ¿te casarías conmigo de nuevo? - tenia la sonrisa mas radiante del mundo y el azul eléctrico volvió a sus ojos, me arrodille frente a el y lo mire directamente a sus hermosos ojos
- Scott no tienes por que arrodillarte y hacerlo de nuevo por que sabes que siempre sera un si, porque ni esta vida ni la siguiente va a matar el amor que te siento - le bese la mejilla, la cual estaba hermosamente sonrojada, seguido de esto el coloco el anillo en mi dedo, ambos nos pusimos de pie y el me abrazo, este era un día que definitivamente jamas olvidaría
- No te dejare, no voy a decepcionarte, ya veras! - el entusiasmo en su voz era notorio
- Tampoco lo haré
- Y bien futura esposa de Scott, ¿que desea hacer esta noche? - dijo con tono formal y divertido, Dios! amaba este chico
- No lo se, que desea usted futuro esposo de Elizabeth? - dije con el mismo tono
- ¿Yo? amm quiero pasar el resto de mi vida con mi otra vida, quizá ¿2 niños?, y un perro llamado Rasputio, eso quiero hacer - cruzo sus brazos y sonrió orgulloso, cualquiera pensaría que no le tenemos amor al pobre perro
- ¿Rasputio? - no pude evitar soltar una carcajada y Scott no se quedo atrás, cuando logro dejar de reír encogió los hombros aun con una hermosa sonrisa en el rostro
- Siempre quise llamar así a alguien y mi padre nunca me dejo ponerle así a nuestros perros - dijo haciendo una adorable mueca
- ¿Es que no querías a tus mascotas o que? - cruce los brazos para tratar de verme mas seria, cosa que no funciono por la gran sonrisa que llevaba en el rostro
- Si, es solo que los nombres de papa son aburridos
- Pues tu nombre no es aburrido
- Lo dices solo por que me amas - dijo sonriendo tanto que mostró sus perfectos dientes
- No lo digo solo por eso - seguía viéndome con esa mirada que sinceramente daban ganas de violarlo, lo se, en algún momento iba a perder el control
- Aja - dijo enarcando una ceja
- Quieres hacer algo mas que no sea de hablar de nombres de perros?
- Ahora tengo nombre de perro? - dijo tratando de poner una cara triste, cosa que no logro
- No dije eso - despeine su cabello y tome su mano caminando rumbo a la cocina
- ¿Vas a secuestrarme? - dijo con picardia
- Ya quisieras
- Sabes que soy irresistible
- Y otra vez con tu ego -volqué los ojos
- Cual ego?
- Ese que a veces es mas grande que tu cerebro - dije y este soltó una carcajada
- No ya en serio, ¿a donde vamos? - musito el rubio
- A la cocina - dije con tono sereno y ambos bajamos con cuidado la escalera llegando a la cocina me senté en la mesa y mis pies quedaron colgando y empece a mecerlos, que ironía! tenia una silla junto a mi, Scott se poso frente a mi y me abrazo rodeando mi cintura y poso su cara en mi cuello recostándose en mi hombro
- Hola - beso mi cuello produciéndome cosquillas
- Tanto tiempo - le seguía el juego, que madura
- Lo se, ¿como esta tu novio?
- Ah, esa vagabundo, allí esta, ¿y tu novia?- dije con tono divertido
- Hay esa chica, ya no se que hacer con ella - ¡Dramático!, vi la puerta salir volando en mil pedazos y a un chico que estaba entre sombras, este llevaba una sudadera, espera.... el... el.. era el chico de la sudadera, Scott se altero y noto que yo también lo estaba. Lo extraño es que en mis sueños el chico de la sudadera siempre era Scott...

ESTÁS LEYENDO
Una vida demoniaca
Teen FictionNo puedo ser tu ángel si estoy viviendo como un demonio