Una vida demoniaca

Capitulo 12

- Creo que este es hermoso - dijo como por décima novena ves Jane, nos encontrábamos en una tienda, buscando el vestido de la boda. Jane decía que todos eran hermosos y a veces tenía razón

- ¡Oye Jane! - la llamé y esta giró para verme

- Creo que este es perfecto - dije sonriendo, viéndome en el espejo con él puesto, era una vestido largo, como el de las princesas al casarse, era totalmente blanco y descubierto en la parte del pecho, y tenía encajes en su lugar

- ¡QUE HEMOSO! - chillo mi amiga feliz

- Claro que lo es - musite

- Se le ve muy bien señorita - hablo la señora que nos atendía

- Creo que me lo llevare - dije sin dejar de sonreír, me cambie y la señora de la tienda empaco el vestido en una caja y luego le puso un lazo rosa pálido, sellándolo para que la caja no se abriera, pague por el y ambas caminamos al auto y guardamos el vestido, ya casi todo estaba listo, ya había mandado las invitaciones, y Scott pago un organizador de bodas para que yo no tuviera que estar tan estresada, faltaban 4 días para ese gran día, no podía dejar de pensar en eso, ambas subimos al auto y yo conducía, llegamos a casa y estacione el auto, Asael estaba en la entrada recostado en el marco de la gran puerta de entrada con los brazos cruzados y Jane quedo embobada al verlo, debía admitir que se veía sexy así. Jane bajo casi del auto corriendo hacia su novio, quien la recibió con entusiasmo y un abrazo, yo baje del auto y tome la caja del vestido y camine hacia adentro, Scott estaba con el teléfono sentado en el sofá preocupado. Me acerque a él y volteó a verme, me regalo una sonrisa y le di un corto beso en los labios

- ¿Qué pasa? - pregunte algo asustada, Scott nunca estaba así a menos que fuera grave

- Se han enterado de que Dániel murió, encontraron su cuerpo en el bosque - respondió angustiado

- Pero él no esta en.....- dije sin ganas de terminar la palabra

- Si, pero su cuerpo de mortal quedo en algún lugar, recuerda que no todo el tiempo él era yo - alzo las manos irónicamente

- Oh...... - susurre

- Lo velaran esta noche - musito

- ¿Iremos? - hable en voz baja frunciendo el ceño

- Si - respondió sonriéndome para calmarme - Será.....- Miro su reloj - En dos horas

- ¿Jane y Asael irán? - pregunte, no tenía muchas ganas de ir, tenía un mal presentimiento, él asintió y me dedico otra sonrisa

****

Todos íbamos en el auto de Scott hacia la mansión de sus padres para la vela de Dániel, llegamos y el cielo estaba más gris de lo normal, todos bajamos y Scott llego a mi lado tomó mi mano y la entrelazo con la suya y beso mi frente dándome seguridad, enteramos y había miles de personas vestían de negro, pero no perdían la elegancia, caminamos a la sala y la señora Amelia lloraba desconsoladamente con una chica pelirroja a su lado, nos cercamos a ellas y la pelirroja se levantó rápido y camino hacia mi prometido

- ¡Scotty! - chillo arrojandose a sus brazos haciendo que soltara mi mano y fruncí el ceño

- Valery - dijo Scott sin ganas e indiferencia

- Mi amor, tanto tiempo. Que guapo estas - dijo mirándolo de arriba abajo, ¿en serio?, ¿Mi amor? aaaaagh por favor

- ¿Gracias? - musito Scott con indiferencia, me tomó de la cintura y me dio un corto beso en los labios - Ella es mi esposa, Elizabeth - Y yo claramente sonreí victoriosa y ella enarco la ceja

- Hola - reí internamente dirigiéndome a la pelirroja y ella sólo sonrió hipócritamente, giró y se fue

- Adiós - susurre lejos de que me escuchara

- ¿Quien era ella? - pregunte soltando una carcajada ahogada

- Mi ex novia - puso los ojos en blanco

- Con que ex novia - sisee cruzando los brazos

- Aja - respondió en un tono lleno de picardía y se acerco a mis labios dejando un beso en ellos - Voy a estar un rato con mi madre, ¿quieres venir? - susurro

- No quiero verte con más ex novias - bromeé - Ve, iré a buscar a Jane - le sonreí y me acerque a su mejilla y deposite un beso y gire sobre mis talones, pero me tomó del brazo y lo mire de nuevo

- No olvides que te amo - susurro

- Tampoco olvides que yo lo hago más - y antes de que protestar y empezara la típica guerra cursi que "quien quiere más a quien" me fui buscando a Jane entre la gente, supuse que estaba en el jardín, ya que aquí dentro era casi imposible que estuviera, camine entre el montón de gente y corrí la puerta de vidrio dejando ver un casi infinito laberinto en medio del gran campo, pero lo que llamo mi atención era una niñita sentada en la banca de piedra junto a unas flores, desde aquí la oía sollozar, me acerque a ella y toque su hombro y esta dio un respingo del susto, se volteó a mi, y tenía unos orbes hipnotizantes y hermosos, al rededor eran rojos y en el iris eran rosa pálido

- Hola - susurre hincádome a su lado

- Hola - saludo dando un manotazo en su mejilla apartando las lágrimas

- ¿Estas aquí sola? - pregunte preocupada, ¿que sus padres no estarían buscándola?

- Si - respondió dejando los sollozos - Están adentro - dijo más calmada

- Tengo sueño - susurro la niña

- Vamos a buscarte un cuarto para dormir, ¿si? - musite y la niña asintió y la tome de la mano para llevarla dentro, subimos la escaleras y llegamos a un cuarto de huéspedes, la niña se me adelanto y abrió la perilla, entramos y ambas nos sentamos en la cama

- ¿Cuál es tu nombre? - pregunto la niña cabizbaja

- Elizabeth, ¿el tuyo? - sonreí

- Ariel - respondió levantando su cabeza para mirarme y sus ojos se tornaron totalmente negros y su piel más pálida de lo normal, toda su ropa se volvió negra y rasgada, retrocedí unos centímetros -Y voy a mostrarte el infierno - una sonrisa siniestra apareció en el que solía ser su dulce rostro

- Señor Satán, tengo a vuestra hija, a vuestro Anti Cristo - habló luego musito unas palabras en latín y un gran portal apareció junto a la puerta, no tenía control de mi cuerpo y mis piernas se movían contra mi voluntad, cuando estuve apunto de tirarme al abismo tome control de mi cuerpo y pare en seco y caí de rodillas, pero no tardo mucho para que Ariel me empujara en él portal y me adentrara al tan famoso infierno