Capitulo 15

10 2 0
                                    

Mi mente solo se mareaba en el intento de recordar algo, pero era inútil, solo recordaba el internado y la razón por la que me enviaron allí, a mi madre cuando no quiso creer en mi, pero ya nadie más me dañaría, eso jamás, me incorpore tambaleándome un poco y salí rápido de la habitación y corrí sin rumbo fijo, no había nadie, estaba allí, sola... Otra vez.

Punto de vista de Scott

Estaba con los anuncios de Elizabeth por todos lados, otra vez. Y obtenía la misma respuesta de siempre, nada... Había desaparecido sin dejar rastro alguno

Cuatro años pasaron desde que la perdí de nuevo, el día de la vela de mi hermano desapareció sin dejar pista alguna, tal vez se fue, huyo de los problemas y me dejo con este dolor instalado en mi pecho, su ausencia me dolía, y no tenia idea de cuanto, quizá así se sintió ella todas la veces que la abandone y no sabia cuanto me arrepentía de haberlo hecho

- Scott, ayúdame - suplico Asael

- Eli no deja de llorar - susurro y asentí para que la trajera. Eli era la hija de Jane y Asael, lamentablemente Jane murió en el parto y eso fue un golpe duro para Asael, este intento suicidarse más de 4 veces pero fueron intentos fallidos. En estos 4 años pasaron demasiadas cosas, al parecer el destino nos la estaba cobrando por haber jugado con él.

Mis padres fallecieron en un brutal asesinato, nunca encontraron al desgraciado, pero la investigación aún sigue en pie al igual que la búsqueda de mi prometida, los padres de Elizabeth se separaron. Ambos se dieron cuenta que nada de eso era amor si no nada mas y nada menos que solo interés. Por esa y muchas mas razones ahora vivíamos en Roma. Queríamos dejar atrás todo lo ocurrido, la muerte de los seres que más amábamos, los llantos de una niña me sacaron de mis pensamientos

- Es toda tuya - dijo Asael poniendo a la niña de 2 años en mis brazos y automáticamente dejo de llorar

- Que tal preciosa - le susurre a Eli, era hermosa. Cabello largo y rizado con un precioso color chocolate y unos hipnotizantes ojos verdes y Asael me miro enojado por el repentino cambio de ánimo de la niña y sólo volcó los ojos y se fue

- Hola tío Scott - saludo la niña con su tono inocente y le dedique una sonrisa y esta se acurruco a mi pecho para después de 5 minutos quedarse dormida.

Camine hasta su cuarto y encendí la luz dejando ver un cuarto muy rosa para mi gusto con un espacioso mueble lleno de osos de peluche y muñecas, una mesita con un juego de té y una pequeña casa de muñecas con varias Barbies tiradas alrededor. Un fuerte relámpago resonó por todo el cuarto me asegure que Eli siguiera dormida y lo confirme, la coloque con delicadeza sobre las sábanas rosa y la cobije con una de ellas. Se veía tan hermosa, todo una niña preciosa. Sonreí inconscientemente, tal vez Elizabeth y yo hubiésemos podido tener una niña o quizá un niño. Sería hermoso verla arrullar a un pequeño bebe en sus brazos, verla en su faceta tierna con alguien más que no fuese yo. Un relámpago resonó en la habitación haciéndome dar un respingo sacándome de mis masoquistas pensamiento, gire para volver a la sala y otro relámpago se estampó junto a la casa haciendo que la electricidad desapareciera

-Demonios -susurre y voltee a ver a Eli, ¡Valla que esa niña si tenía el sueño pesado!.

Otro relámpago resonó haciendo ver un pequeño destello de luz en el cuarto y la imagen fue impactante. Elizabeth estaba frente a mi con un vestido de novia y una sonrisa macabra en sus labios, por reflejo di un paso atrás

-Nos veremos pronto mi amor -hablo con una voz misteriosa y otro rayo apareció y esta desapareció como por arte de magia y una lágrima fugitiva escapo de mis ojos inconscientemente

-Tío Scott... -escuche titubear a Eli haciéndome girar a verla y unas lágrimas escapando de su mejilla

-Eli -Susurre y camine hacia ella y la envolví en un abrazo protector

-Tío ¿Que era eso? -hablo entre lágrimas

-Ella es tu tía Elizabeth, pequeña -le recordé, Eli ya había visto ciertas de fotos de ella

-No -alzo la voz y su respiración se asusto y se aferró más a mi-Eso era un monstruo Tío, Elizabeth era muy bonita, como una princesa, y eso era un horrible monstruo- su voz sonaba bastante aterrorizada, pero yo la vi, ¡Vi a Elizabeth!

-Calma, no dejaré que te pase algo, ¿si?- le dije tratando de calmarla y esta asintió acurrucandose nuevamente más a mi pecho y quedando plácidamente dormida, me aleje con cuidado. Tenía que hablar con Asael de lo sucedido

Una vida demoniacaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora