La Floristería Rossi no era muy famosa por la ciudad de Yorkshin. Era un pequeño edificio que hacía esquina, que no ocupaba mucho espacio y que no llamaba la atención. Para aquellos que tenían prejuicios, ese lugar no era el adecuado, puesto que detrás de esas puertas pintadas de un marrón monótono, se hallaba el Paraíso.
Un olor dulce inundaba el ambiente, olor de la permanente primavera del local. Casi parecía que un arcoiris se había colado por la ventana de tantos colores que había. Pero sobre todo, lo que más fascinaba era su dulce y amable dueña, el sol de aquel pedacito de cielo en medio de una ciudad. Evelyn Rossi.
Era por eso mismo que a muchos les sorprendió que el mismísimo Diablo, también conocido como Chrollo Lucilfer, entrase en aquel pequeño local. Y sorprendió todavía más lo que Eve le había dicho:
"—Bienvenido de nuevo, señor Lucilfer. ¿Qué flores busca esta vez?
—Buenos días, señorita Rossi. Esta vez, vengo a por unas camelias".
Cada día, una flor distinta. Eve se encontraba tanto confusa como encantada, ¿qué demonios hacía con tanta flor?
Si tan sólo supiera que él venía a admirar la más hermosa de las flores...
¡Hola a todxs y gracias por darle una oportunidad a esta historia! He comenzado con este pequeño proyecto al darme cuenta de que no habían suficientes fanfics de Hunter x Hunter, y si los hay, pues no muchos son de Chrollo :(
Así que decidí crear esta historia, a ver qué sale, aprovechando que Togashi ha vuelto (con 4 caps, al menos no es nada) y CABE ACLARAR que todavía no he decidido si incluirá contenido maduro. Lo veré a medida que la voy escribiendo.
También hay que decir que la historia no contendrá mucho spoiler, se desarrollará aparte, aunque es muy probable que en algún capítulo nuestra protagonista interactúe con alguno de los protagonistas de HxH.
Si tienen alguna pregunta más sobre esta historia, la responderé en el apartado de comentarios ^^
Y sin nada más que decir, ¡empecemos con esto y disfruten!
Sora ☁️
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Regalándole 𝑓𝑙𝑜𝑟𝑒𝑠 al 𝔇𝔦𝔞𝔟𝔩𝔬
FanfictionUno jamás se imaginaría que el mismísimo Chrollo Lucilfer visitase una tienda de flores. Y no, no era porque le gustasen, sino que estaba más interesado en el ángel que las daba.