Ahora Y Siempre

021:

- ¿A dónde vamos? – pregunta Nicolle y yo le abro la puerta para que pueda entrar en la juguetería - ¿qué se supone que vamos a hacer aquí?

- Rezar porque no hayan descatalogado los Baby Yoda porque ya no sé dónde buscar – respondo antes de encogerme de hombros y ella empieza a reír mientras entramos – mis padres no han vuelto hablar de divorcio desde lo de Aisha pero como no me fio del señor Sainz prefiero controlar lo que pasa en mi familia.

- Eso me hace pensar que le tienes un rastreador puesto a tu hermana para saber donde está en todo momento – propone y yo me mantengo en silencio – no hablas enserio.

- Se lo tengo puesto a Liam y como siempre están juntos lo tengo controlado – informo antes de coger el peluche sonriendo – que mi familia dependa de un peluche creo que es algo que jamás le encontraré explicación.

- ¿Sabes que no eres buena solo por llevar ese casco verdad? – cuestiona Antho antes de arrodillarse en frente mía y yo suspiro mirando lo que queda de mi casco – Kanya tus rivales creen que eres menor que ellos sin ese casco, pero todo el trabajo que llevas a las espaldas dice lo contrario.

- ¿Cómo has entrado? – susurro como puedo y él me abraza antes de besar mi frente – tú no lo entiendes desde el principio he estado ha sido el casco, sin él estoy vacía, sin él no puedo demostrarles a mis padres que no se equivocaron en dejarme entrar a este mundo.

- Tú eres más que un casco ¿y sabes por qué lo sé? – pregunta y yo niego con mi cabeza – porque te conozco Kan y te he visto levantarte y luchar contra viento y marea da igual lo que pasara.

- ¿Cómo la has visto? – pregunta Alex al verme salir de su habitación y yo suspiro mientras cierro la puerta – el maldito casco no le va a sacar de nada.

- Si te pones nervioso no sirve de nada – se queja George y yo saco un papel de mi bolsillo antes de desdoblarlo - ¿lo ha hecho ella?

- He podido convencerla de que un cambio de vez en cuando no viene mal a nadie – respondo y ambos ingleses sonríen – sé que la carrera es mañana, pero si quieren que Kanya participe en esa carrera necesitan este casco para entonces.

- ¿Lo hablas tú? – comenta el ex piloto de Mercedes mientras me quita el papel y yo sonrío levemente – quédate con ella Antho nosotros nos ocupamos de esto.

- Y que no se te ocurra hacer nada extraño que hay cámaras por todos lados y con los años hemos aprendido a hacer cosas sin que se noten, no seas el primero en averiguar cómo escondemos un cadáver, que no te conviene.

- ¿Cómo va la rodilla? – cuestiono sonriendo antes de que Blake me dé una manzana – sabía que ibas a hacer eso.

- Y yo sabía que ibas a venir sin desayunar, pero el tío Mick me lo ha terminado de confirmar – contesta y yo ruedo los ojos antes de coger la manzana suspirando – mi rodilla está bien Manu, en un par de días seguro que puedo seguir el ritmo de mis compañeros.

- ¿Se puede saber por qué estás de tan mal humor?, que estás a punto de pegarle pellizcos a los cristales macho – me quejo y el defensa suspira antes de mirarme a los ojos – además no eres tan importante en mi vida para decirme que es lo que tengo que hacer.

- ¿Sabes por qué estoy enfadado? – pregunta y yo niego con su cabeza – porque te amo y me duele verte sufrir sin poder hacer nada para cambiarlo, joder Manu, cada vez que estás mal a mí el corazón se me parte.