"UN CAMINÓ DIFERENTE"

1

El tiempo acabo, debía destruir el primer horrocux.

Tenía miedo, más bien estaba aterrado sabía que está era un misión suicida, pero debía hacerlo.

Por Sirius…

Por James…

Por Remus…

Por Pandora…

Por Barty…

Por  todas las personas que ama y que merecen vivir. Esperando que algunos de ellos vuelvan a ser felices.

Puede que sobreviva, tal vez solo tal vez, podría volver a recordar quién era antes de que todo se reduzca a cenizas.

Está era la redención, su redención, para poder acabar con la guerra de la manera correcta.

Toda su vida pretendió ser perfecto, esto lo llevo a ser incapaz de tomar buenas decisiones. Pero está era la primera vez que estaba seguro, de que podría ayudar, al menos, aportar un grano de arena en esta guerra cruel, que parecía no tener fin.

Tenía que dejar todo atrás y enfrentar la verdad.

Se apareció en una roca que sobresalía del mar, el cielo se encontraba gris y el día estaba fresco

Cuando entro a la cueva junto con Kreacher, no había otro sonido que el de sus pies y un olor nauseabundo gobernaba en aquel lugar.

Se topo con un muro, saco una daga y con está se hizo un corte en la mano, sabía que lo debilitaría, por lo que debería apresurarse.

La entrada se le fue permitida, conjuro un lumus máxima,  caminando unos minutos llegó hasta la orilla, dónde debía atraer a un bote de madera.

Llegó dónde se encontraba el horrocux pero no acababa aún, debía beber el líquido oscuro.

Tomó un recipiente que se encontraba, suspiro, sabía lo que está le haría, y giro hacía el elfo.

-Kreacher, si algo me sucede vete- dijo tratando de que su voz no se quiebre -dile a alguien de confianza, todo esto-

-Pero…amo- trató de decir Kreacher

-Pero nada, es una orden, si…si muero quiero que te vayas y me dejes atrás, por favor- Rogó el pelinegro.

El elfo solo movió vio la cabeza en forma de asentimiento.

Tomó el líquido, lo dirigió a su boca y lo bebió.

Quemaba…

Trataba de tomarlo lo más rápido que podía, pero comenzaba a temblar, dolía, quemaba, lo lastimaba.

Toda su vida fue castigado con el malefició cruciatus, aprendiendo a controlar el dolor.

Pero este dolor era insoportable, comenzó a gritar que paré, sus piernas fallaron, cayendo de rodillas sobre una superficie fría.

Kreacher tomo sus manos guiándolas para que siga bebiendo. El tiempo pasaba lentamente mientras que Regulus se retorcía.

Cuando el liquido acabó, el elfo tomó el guardapelo e lo intercambio por el falso.

Mientras tanto Reg comenzó a sentir una sed inmensa y deseo de beber agua, conjuro en el recipiente agua, pero al momento de recogerla está de deslizaba.

Giro hacía su derecha viendo al inmenso lago, se acercó a la orilla con el recipiente pero en ese mismo instante un rostro, mejor dicho un cadáver se visualizo en el agua.

Quiero alejarse pero no tenía fuerzas, sostuvo su varita con la esperanza de que está pudiese ayudarle.

Era un inferi, cuando levanto su mirada hacia adelante, pudo ver cómo estos se estaban multiplicando.