"UN CAMINÓ DIFERENTE"

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La cena acabo, pero los cuatros se dirigieron a la sala de estar junto a la chimenea, Remus y James conversaban alegremente, el algunas veces opinaba algo. Le gustaba estar así, tranquilos en una burbuja dónde no existe la guerra, ni el odio, no había dolor, solo eran ellos.

Sirius fue al patio a fumar un cigarro, al cabo de un rato decidió acompañarlo, cuando llegó Sirius parecía sorprendido de que el esté ahí, pero no dijo nada.

Regulus lo miro, observo a su hermano, la persona que más admiraba en el mundo y también a la que llegó a odiar, o lo intento.

-Lo siento- murmuró Sirius -lamento no haber podido ayudarte cuando más me necesitabas- agrego

-Siempre te necesite- confesó Reg -Incluso cuando te fuiste, aún me quedaba en tu habitación esperando que vuelvas y que me lleves contigo añadió sin ni siquiera mirarlo -Que diría que si sin dudarlo, pero nunca lo hiciste-

-Yo…-trato de decir el mayor pero fue interrumpido.

-Pero ¿sabes?, Siempre me gustó la idea de que estuvieras con James, apoyándolo luego de que me fuera- suspiro -No deberías de arrepentirte, ahora eres feliz con Lupin y el lo es contigo-

-Si, pero aún extraño a mi hermanito menor- Indagó Sirius

-Créeme, es mejor así – dijo Regulus -Estoy defectuoso-

-No, no lo estás- corrigió Sirius

-¿Y si después de todo lo que a pasado algo está mal dentro de mi? ¿Y si me estoy volviendo como ellos?- pregunto Reg con una voz entrecortada -No quiero ser como ellos Sirius- Confesó.

-Quiero que me escuches con mucha atención Reg- Dijo Sirius mientras se acercaba -No eres una mala persona, eres una buena persona a la que le han pasado cosas malas, ¿Está claro?- pregunto.

Regulus asistió y Sirius continúo -Además el mundo no se divide entre personas buenas y mortífagos, todos tenemos luz y oscuridad en nuestro interior- dio una calada a su cigarrillo – lo que importa son los caminos que tomamos… eso somos en realidad- Finalizó

Reg que estaba escuchando atentamente las palabras de su hermano, ahora se encontraba abrazándolo.

Sirius tiro el cigarrillo, no le importaba en ese momento y continúo el abrazo con el menor, lo apretó fuertemente contra su pecho. Hace mucho que no lo abrazaba y de verdad lo extrañaba bastante. Se separaron luego de un rato.

-Eres un buen hermano- Confesó el Black menor.

-Tu también lo eres- sonrió hacía su hermanito -Incluso eres mi favorito- se quedó pensando un momento en lo dicho

-Soy tu único hermano- rio Regulus ante lo que dijo Sirius.

Ambos comenzaron a reírse juntos, hasta que fueron llamados por Remus y James.

La noche paso rápido incluso los invitados debían retirarse, se despidieron y los hermanos se abrazaron una vez más sorprendiendo al otro par.

Pero lo dejaron pasar, felices de que al fin llegó el día donde estuvieran en buenos términos, Regulus se despidió de Remus no sin antes decirle que deberían leer juntos como los viejos tiempos, este acepto gustoso.

James y Regulus iniciaron a limpiar con magia todo lo ocupado, dejaron que los platos se laven solos y se dirigieron a la sala de estar.

Regulus tomó dos copas y una botella de vino, se sentó aún lado del azabache, para comenzar a servir. Le dio a James una copa y brindaron juntos.

-Por los viejos tiempos- hablaron a la vez mientras chocaban las copas.

Se miraron a los ojos y rieron, el silencio en el que permanecían era cómodo, James miro a Regulus como hace mucho que quería hacerlo, las mejillas seguían sonrojadas, su cabello caía levemente sobre su rostro, sus labios estaban un poco rojos por el vino, sus pestañas eran un poco alargadas y delicadas.