Amor es amor || Jacob Black, Edward Cullen, Bella Cullen

1. Mirada

Jacob suspiro, mientras bajaba de su motocicleta. Estiro sus brazos, cansado. Sus músculos se sentían contraídos y estaba seguro que era por todo el estres que tenía acumulado. 

Había pasado un año desde que Bella se había transformado. Y el dolor aun no disminuía, el metamorfo seguía herido. Aun no podía creer como es que la Swan (ahora Cullen) lo había rechazado, todo para quedarse con el vampiro cobrizo que tanto detestaba, Edward. 

El solo pensamiento lo puso de mal humor, sus puños apretandose fuertemente. No entendía como Bella no se había dado cuenta de lo excelente partido que el era para ella. Era fuerte, alto, músculoso y a decir verdad; no era nada feo. Tal vez sonara a puro egocentrismo pero Jacob estaba seguro de algo, el era un hombre apuesto. Los cambios que su transformación le habían brindado había acentuado sus facciones, haciendolas más varoniles y másculinas. Podía oir como las chicas susurraban a sus espaldas, más de una admirandolo a la distancia. 

El metamorfo volvio a suspirar, parecía que la unica que no se daba cuenta de eso, era Bella. Lo que más odiaba, es que ella no había partido de Forks como habían acordado. Toda la familia Cullen se había quedado en el pueblo, ya que Bella no había sido transformada en Forks, por lo que técnicamente; los Cullen no habían roto ninguna regla. 

-Esto es una mierda-Murmuro Jacob 

-¿Qué es una mierda?-

Jacob volteo para toparse con Seth Clearwater, su amigo lo veia con una sonrisa radiante. Para nadie era de extrañar que el pequeño (aunque ya no tan pequeño) Seth Clearwater tenía una gran admiración por el joven Black

-Nada Seth-Jacob dijo, apretando el puente de su nariz-No es nada-

-¿Estas seguro? Porque sino fuera nada, no estarías tan estresado-

-Te dije que estoy bien-

Seth levanto los brazos, en señal de rendición 

-De acuerdo, calma-Seth dijo, retrocediendo un poco-¿Por qué tanta agresividad?-

-Agresivo me voy a poner si no dejas de molestar-

-De acuerdo, de acuerdo. Que caracter-Seth dijo riendo

Jacob volvio a suspirar. Seth le agradaba, pero seguía siendo un cachorro. Un cachorro muy molesto

-¿Qué quieres Seth?-

-Emily me envio, dice que quiere que ya entres a la casa. Quiere presentarte a alguien-

-¿A mi?-

-A todos en realidad, invito a una vieja amiga a quedarse durante un tiempo. Ya sabes, ella y Sam se casarán dentro de dos meses-

Era verdad, las cosas ahora estaban un poco más tranquilas. Despues del desastre con Victoria; la situación en Forks se había relajado bastante. Por lo que Sam había decidido que era el momento perfecto para desposar a Emily

-Bien-Jacob suspiro, comenzando a seguir a Seth hacia la casa de Emily. Desde fuera, podía escuchar las risas de sus hermanos de manada. 

Jacob a veces los envidiaba, solo a veces. El envidiaba a aquellos que ya habían encontrado a su impronta. 

Envidiaba a Sam, que a pesar de todo había podido ser feliz con Emily. Ciertamente su romance no comenzo de la mejor manera, siendo Emily la prima de Leah (quien era novia de Sam) aun así, todo parecía ir mejor para ellos. Leah entendia (mas o menos) porque su relación con Sam había terminado y las cosas ya no se sentían tan incomodas. 

Envidiaba a Jared, había encontrado a su impronta a la semana de transformarse. Fue una sorpresa saber que su impronta era Kim Brown, su compañera de pupitre en la clase de Quimica. Kim había estado enamorada de Jared desde que tenía 13 años, Jacob en verdad creía que la chica tenía suerte. Había terminado siendo la impronta de su crush

Envidiaba a Paul, el lobo más temperamental había encontrado a su impronta en Rachel Black, la hermana mayor de Jacob. Oh, Billy y el no estuvieron nada contentos con la noticia. Todos conocían la reputación del chico Lahote, problemas de ira y mujeriego. Pero Rachel había logrado cambiarlo y ahora, Paul no tenía ojos para nadie más que su impronta. 

Hasta Quil había logrado imprimar en Claire, la sobrina de Emily. Era algo extraño, considerando que Claire tenía apenas 5 años pero Quil en esos momentos la veía como una hermana pequeña a la que cuidar y Claire lo veía como su compañero de juegos perfecto. 

La imprimación era una excepción pero parecía que todos estaban encontrando a su alma gemela y secretamente, Jacob tambien deseaba encontrarla. 

Jacob no se dio cuenta de lo mucho que se perdio en sus pensamientos, fue hasta que sintio como un balón se estrellaba en su cara que pudo reaccionar. Las risas de toda la manada sonaron fuertemente en toda la casa y Jacob solto un gruñido 

-Vamos Jacob ¿En qué tanto estas pensando?-Embry molesto, por la sonrisa de satisfacción que su mejor amigo presentaba sabía que había sido el quien había lanzado el balón 

-Eres un ímbecil Embry-

-¿Quien, yo?-Embry pregunto burlón-No me parece que trates de esa manera a tu superior-

-Embry, solo eres más grande que yo por dos meses-

-Silencio niño, dos meses son dos meses y te callas-

Quil rio aun lado de Embry, mientras sostenía a Claire en sus rodillas. Meciendola un poco para que la niña no se aburriera

-Vamos chicos, dejenlo en paz-Emily se acerco al recien llegado-Jacob, quiero presentarte a alguien-

Emily tomo las manos de Jacob y comenzo a adentrarlo a la casa

-Emily, no estoy de humor para conocer a nadie-

-Ella te agradara, lo prometo-

¿Ella?

Jacob de pronto sintio un tiron en su cuerpo, como si su lobo quisiera salir. Su cabeza comenzo a moverse a gran velocidad por el lugar, confundido. No sabía que era lo que había inquietado a su lobo pero prefería estar alerta. 

Inhalo, un dulce aroma a vainilla se hizo presente. El aroma fascino a Jacob, jamás había olido nada tan delicioso

-Jacob-Emily lo llamo-Ella es Karen Ortiz-

Jacob admiro a la belleza latina que tenía enfrente. Era bajita, quiza de la altura de la duendecilla Cullen, su piel era morena y tenía el cabello negro. Olía a vainilla, ese exquisito aroma que había buscado por toda la casa provenía de ella

Pero eso no fue lo que impacto a Jacob, sus ojos; esos hermosos ojos color chocolate que lo veían con curiosidad. Para Jacob todo cambio 

"Es como la gravedad, tu centro cambia. De pronto, ya no es la Tierra la que te sujeta, es ella. Harías cualquier cosa, serías cualquier cosa que ella necesitara. Un amigo, un hermano, un protector"

Jacob sintio sus piernas temblar, incapaz de sostener su propio cuerpo. Todo a su alrededor dejo de importar, solo podía verla a ella, solo existía ella. Esa hermosa latina que ahora lo veía con sorpresa. El metamorfo sonrio, con que así se sentía la imprimación

Sus piernas colapsaron y callo sobre sus rodillas, contemplando desde su altura a semejante diosa. Escucho voces a la distancia, vio pequeñas manchas moverse de aquí para alla, pero nada importaba, solo ella. Su impronta

-Karen Ortiz-Saboreo el nombre, sonaba tan exquisito. Y con una mirada, toda su vida cambio

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