(continuación de Modern Love)
Tras los eventos del verano pasado, Jade y los chicos intentan superar todo lo ocurrido, en un miserable intento de seguir con sus vidas. Jade, es atormentada día y noche por medio de pesadillas sobre la muerte de Hoppe...
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"Caminos separados."
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-¿Se lo has contado?
La voz de Lara hizo que Jade volviera a la realidad, negando la cabeza.
-¿Entonces a qué mierda esperas?
-¿Una señal?- contestó la chica confundida.
-¿Una señal para no irte?- cuestionó Lara.
-Exacto, si me voy, sé que mi relación con Robin se irá a la mierda, y si no lo hago me volveré loca yo sola.
-Pues adelante, vuélvete loca, porque allí está tu señal.- dicho esto Lara apuntó al televisor de la sala de estar. Jade se giró para ver qué señalaba.
Las noticias tenían algo en especial, títulos llamativos, para atraer a las personas. Engañarlas con el título y eventualmente mantenerlos al tanto. Pero este no era el caso.
"Estudiante de la secundaria Hawkins asesinada brutalmente"
Un escalofrío recorrió la espalda de ambas chicas al leer la noticia.- ¿Asesinada?, genial ahora tenemos un asesino suelto en Hawkins.
-Y no han identificado el cuerpo.- leyó Jade.
-Vaya señal.
-¿Qué crees que significa?
-Si yo fuera tú, me iría lo antes posible de Hawkins, pero es probable que no te dejen salir si no han identificado al asesino.
De pronto, las imagenes de la pantalla cambiaron de nuevo, esta vez la imagen de un chico de cabellos largos y alborotados, que llevaba una camiseta del club de Mike.- Espera, Mike va a ese club.- comentó Jade.
-Vaya amigos tiene.- murmuró Lara.
-Lo sé..- musitó Jade.
-Pues ahí está el principal sospechoso, creo que podrás irte sin ataduras, Jade.
-¿Qué tal Robin?
-Al menos avísale que te vas, me refiero a que, si realmente quieres hacer esto, deberías al menos dejarle una carta o algo, si es que no consigues contactar con ella.
[...]
Llamé unas cuantas veces a la casa de Joyce, ya que Karen me había avisado que Mike ya estaba en California, sin embargo nadie me contestó. Eventualmente, tras unos intentos fallidos, dejé de llamar. Observé en mi mesa de noche, la nota que era para Robin, estaba doblada y un poco arrugada, supongo que de todas las veces que la releí.
Sabía sobre lo que ocurría entre Jonathan y Nancy gracias a Will, él me llamaba ciertas veces para contarme sobre todo tipo de cosas. Me contó sobre como su amistad con Mike parecía ir de mal a peor, sobretodo cuando le conté que Mike decidió unirse a un club de dragones y calabozos, el chico se enfadó muchísimo, ya que el año pasado no quisieron jugar con Will en todo el verano. Will me contó como Nancy y Jonathan hablaban menos, y cuando lo hacían Jonathan actuaba raro, que gracias a la distancia, las cosas se volvieron extrañas.
Suspiré con pesadez sin saber qué hacer. No tenía idea de donde estaba Robin, ni siquiera Steve, y por mucho que quisiera negarlo, este parecía el mejor momento para por fin irme a California, sin dudarlo más tiempo.
[...]
Tras despedirse de su madre, Jade condujo a la casa de Robin, y una vez que estuvo allí, se adentro en su habitación por medio de la ventana de la misma. No era la primera vez que lo hacía, así que no fue nada nuevo. Una vez dentro, observó a su alrededor pero no consiguió señales de que su novia había estado allí en las últimas horas.
Jade se acercó a su escritorio y dejó la carta allí, acto seguido decidió irse, no podía arriesgarse a que los padres de Robin la vieran ahí.
Una vez dentro de su auto, la mente de Jade la volvía loca de nuevo, retomando sus decisiones, pero esta vez no había manera de retroceder, ya había dejado la carta para Robin, y cuando llegara a California la llamaría, y si las cosas iban mal, Jade sabía que tendrían que terminar.
Sin embargo, lo que le preocupaba a la chica era que aún no recibía respuesta de los Byers, y llegaría allí en unos dos días, así que la joven realmente esperaba que durante alguna de sus paradas, pudiera contactar con alguno de ellos.
Por última vez la joven decidió asegurarse por completo y pasar por la tienda donde Robin trabaja, tal vez por ser sábado, su día más ocupado, no pudo hablar con ella en todo el día. Así que Jade condujo hasta la tienda, esperando encontrar a Robin allí, ya que parte de Jade quería quedarse en Hawkins, junto a Robin, pero si no estaba ahí, Jade tomaría finalmente la decisión de irse a California.
El auto de Jade se detuvo de golpe frente a la tienda, mirando desde la distancia el cartel, el cual no pudo leer desde allí, así que se bajó de su auto y caminó hacia la puerta. El cartel indicaba que la tienda estaba cerrada, por lo que la joven maldijo para sí misma. Se acercó al cristal para observar por dentro, el lugar lucía totalmente desordenado y no había ninguna señal de que alguien estuviera dentro.
Una vez más Jade se giró a su auto, sintiéndose frustrada por no saber el paradero de su propia novia, aunque esa fue su última señal para irse a California.
