WITHOUT YOU ━ Robin Buckley ST4 ✓

9. DON'T LOOK BACK

"No mires atrás."

No podían decir nada. Ese era el plan. Si alguien decía alguna palabra, joderían todo completamente, por lo que mantener el silencio era estrictamente necesario. Max y Lucas buscaban en el piso de arriba, deambulaban por la casa en completo silencio. Erica siguió su propio camino, yendo en dirección contraria a la pareja. Con la intención de encontrar a Vecna en la gran mansión, todos los chicos fueron por caminos separados.

A las afueras de la casa, Jade y Robin vagaban por el terreno silenciosamente, tratando que el golpe de sus zapatos y las rocas del suelo no causaran un ruidoso impacto. Sobretodo en medio del nerviosismo de ambas chicas, Robin no había permanecido callada por tanto tiempo en su vida, estaba haciendo un verdadero esfuerzo. Jade por su parte estaba agradecida de no tener que hablar. Si tuviera que hacerlo no pudiera encontrar las palabras adecuadas, por lo que esa opción era muchísimo mejor que cualquier otra cosa. Sólo buscar silenciosamente hasta que las linternas se encendieran.

Robin tenía su brazo entrelazado al de Jade, la apegaba hacía ella con temor, sobretodo cuando la noche cayó y eran iluminadas únicamente por la tenue luz de un farol.

Al ver que no encontraron nada afuera, decidieron adentrarse nuevamente en la casa, sobretodo para ver si adentro tuvieron alguna suerte. Cuando cruzaron la puerta y se dirigieron hacia la sala, se encontraron a Erica, Lucas y Max de pie alienados contemplando algo fijamente. Se acercaron cautelosamente, buscando con la mirada hasta encontrarse con la linterna de Erica brillando con intensidad. Los chicos intercambiaron miradas entre sí, luego con Robin y Jade. Erica levantó la libreta que tenía en las manos, mostrándole a las chicas lo que estaba escrito. "Fase uno". Ambas asintieron con seguridad.

La fase uno consistía en llamar la atención de Vecna una vez que Nancy y Steve estuvieran en la mansión, pero en el otro lado. Sin embargo, en caso de que Vecna no fuera por Max, Jade sería la segunda opción.

Así que Jade tendría que permanecer cerca de la mansión en caso de que algo saliera mal.

Robin y Jade caminaron hacia las afueras, regresando al lugar donde estuvieron antes. Decidieron permanecer a un lado de la casa, el cual no estaba expuesto a la calle y al mismo tiempo quedaba bastante cerca de la entrada. Los faroles de la calle casi no alcanzaban esa zona, así que las linternas que llevaban en las manos fueron bastante útiles. Robin señaló silenciosamente un lugar en el suelo, encontrándose con un tronco cortado. Ambas decidieron tomar asiento allí mientras esperaban a las señales de Erica.

Se acomodaron rápidamente la una a la otra sobre la fría y dura madera, sin dejar espacio entre ambas. Robin dejó que Jade ajustara su cabeza en el espacio de libre de su cuello. Mientras que Robin recostaba su cabeza sobre la de Jade. La rubia buscó la mano de Jade, encontrándola con rapidez y entrelazándola con la suya una vez más. Jade levantó la cabeza hasta quedar a la par de Robin, su nariz rozaba la mejilla de la rubia, hasta que Robin se giró, dejando que sus narices rozaran ligeramente.

Robin se inclinó hacia la chica, sintiendo como una sonrisa se formaba en su rostro. Sostuvo el rostro de Jade con la mano libre, la izquierda. Acariciando su mejilla delicadamente mientras depositaba un suave beso en sus labios. Jade acercó su mano al hombro de Robin, acariciando lentamente su brazo, causando cosquillas en la rubia.

Robin soltó una risita, separándose del beso.- Jade, no.- habló entre risas con un tono un poco alto. Sin embargo, la risa de Jade desapareció inmediatamente y cuando Robin se dio cuenta, reaccionó igual. Las chicas comenzaron a respirar pesadamente pensando en que tal vez habían interrumpido el plan. Robin se puso de pie velozmente, deteniendo a Jade para que se quedara en su asiento, le hizo una señal de que ya regresaría.

Jade se removió ansiosamente en su asiento, observando con cierta paranoia sus alrededores, esperando a que Robin regresara. Al ver que la joven no regresaba, Jade rápidamente se puso de pie y siguió sus pasos observando sus alrededores desesperadamente, deseosa de encontrarse con alguien conocido.

Jade abrió la puerta de la mansión abruptamente, sólo podía escuchar su pesada respiración haciéndose más y más fuerte, sus zapatos golpeando la vieja e inestable madera. No se encontró a nadie dentro de la sala, ni en la cocina. No se encontró a nadie dentro del primer piso, por lo que su desesperación se disparo por los aires.- ¡Robin!- llamó gritando, sin darle la mínima importancia al plan.- ¡Robin!, ¡Max!- volvió a llamar, esta vez recorriendo la casa velozmente. Cuando estuvo por abrir de nuevo la boca para llamar a Lucas, la puerta principal que se encontraba a unos metros de ella, se cerró con fuerza. Jade se sobresaltó, su cuerpo se congeló en el acto. Salió corriendo hacia la puerta, murmurando todo tipo de maldiciones porque esta no abría. Golpeaba la madera con fuerza sin recibir resultado alguno, observó el cristal de la misma, sin pensarlo dos veces, lo golpeó un par de veces, hasta que se quebró. Sin embargo sus esperanzas se esfumaron en seguida al ver que detrás de la puerta se encontraban un montón de tablas de madera que no permitirían que se escapara.

-Jade, ahora no tienes escapatoria.

[...]

Robin caminaba silenciosamente por el terreno pedregoso, intentado no hacer ruido. La puerta seguía abierta por lo que pasó rápidamente, buscando con la mirada a Max y Lucas, aunque en no se hallaban en el primer piso. Subió hasta el ático que había visitado días antes, finalmente encontrándose con la puerta abierta, y unas voces conocidas que discutían en susurros. Robin se adentró observando como Lucas y Max discutían, pero lo que le llamó la atención fue que Max estaba despierta.

-Me ha dejado, como si nada.- explicó Max en voz baja.

-¿Cómo que te ha dejado, Max?- interfirió Robin rápidamente.

-Vecna, se ha ido como si algo más hubiera llamado su atención.- respondió la pelirroja. Lucas y Max vieron como la reacción de Robin cambiaba drásticamente, y sin recibir respuesta de la chica, ella salió corriendo escaleras abajo. Velozmente siguieron sus pasos a pesar de no entender muy bien lo que ocurría. Robin se saltaba los escalones, y corría rápidamente sin detenerse a descansar. Cuando llegó hacia el antiguo lugar en el que estuvo con Jade, se encontró a la chica aún sentada sobre el tronco.

Lo que le alarmó fue que no Jade no se giró en cuanto escuchó los pasos de los tres chicos que se dirigían hacia ella velozmente, tuvo que haberlos escuchado, eran pisotones contra las piedras. Si no las escuchó, era porque algo andaba mal.

Y Robin pudo confirmar sus sospechas al ver como los ojos de Jade habían perdido completamente su anterior color, dejando un grisáceo que se apoderaba de toda su pupila. Robin posicionó sus manos sobre los hombros de Jade, agitándola fuertemente, sin recibir respuesta alguna.

-¡Jade, despierta!- llamó Robin con desesperación.-¡Jade!

-¿¡Cómo es que el plan falló!?- preguntó Max.

En medio de sus chillidos desesperados, Robin pudo regresar a sus sentidos por un segundo.- Fui yo, fue mi estupidez. Hablé en voz alta y supongo que él escuchó.- lágrimas comenzaban a brotar de los ojos de Robin, demostrando su desespero, no se detenía y seguía llamando a Jade.

-Tengo mi walkman.- habló Max, llamando la atención de Robin una vez más.- Pero no tenemos su canción favorita...

-Además de que esto era parte del plan, tenemos que despertarla cuando empiece a flotar, la distracción sigue.- agregó Lucas.

-¿Crees que sería posible ir hasta la casa de Eddie y buscar la cinta?- preguntó Robin.

Lucas hizo una mueca de desaprobación.- Eso tomaría bastante tiempo pero... se puede intentar.- murmuró.- Iré yo, ustedes asegúrense de que el plan siga en marcha.

Observaron como Lucas se perdió en la oscuridad, para luego regresar la vista a Jade. Esta vez Robin intentó calmar sus nervios un poco, sintiendo la mano de Max sobre su hombro, dándole un ligero apretón.