(continuación de Modern Love)
Tras los eventos del verano pasado, Jade y los chicos intentan superar todo lo ocurrido, en un miserable intento de seguir con sus vidas. Jade, es atormentada día y noche por medio de pesadillas sobre la muerte de Hoppe...
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"Nos vemos."
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-Sólo serán unos minutos.
La voz de Robin sonaba apresurada, culpa de Steve, quien le estuvo diciendo durante todo el camino que si tardaba más de diez minutos, se iría sin ella. Robin tenía que buscar unas cosas en su casa e intentar llamar a Jade.
Robin entró a su casa, pasando velozmente por las habitaciones hasta llegar a la suya, nos prestó mucha atención a las cosas que se encontraban a su alrededor, sabía que Steve era impaciente, así que debía tomar sus cosas lo más rápido posible.
Se acercó al teléfono de su habitación, lo levantó y empezó a marcar el número de la casa de Jade, mientras esperaba a que alguien en la otra línea contestara. Un papel doblado por varias partes que se encontraba en su escritorio llamó su atención, y como Robin es bastante curiosa, decidió tomarlo para leerlo. Su corazón empezó a latir velozmente al leer su nombre en aquella carta.
Cuando Robin la terminó de abrir, sus ojos viajaron rápidamente a la parte de abajo de la misma, estaba firmada por Jade.- ¿Hola?- habló de pronto alguien en la otra línea. Robin reconoció la voz de la madre de Jade, pero no dijo nada, sólo dejó el teléfono boca abajo, colgándolo.
Tomó asiento al borde de su cama, todavía con la carta en su mano, estaba preparándose para lo peor, su mente ya se imaginaba que Jade quería terminar con ella, después de que las cosas estuvieran tan raras entre ambas.
Es una verdad bien conocida que si no hay futuro, nadie debería quedarse. En este caso es más que conocido que un lugar tan pequeño como Hawkins, mi vida jamás progresará, por eso creo que quedarse aquí no es lo más sabio. Y si me equivoco de eso, cosa que dudo rotundamente, entonces una pequeña señal para quedarme sería más que bienvenida. Nos vemos.
Para Robin. De Jade.
Las manos de Robin empezaron a temblar un poco, intentaba con todo su ser no ponerse a llorar allí mismo. El abandono, para Robin, parecía ser peor que Jade terminara con ella. Aunque se imaginaba que si ella se iba a California, lo que le seguiría al abandono, sería una ruptura. Tal vez lo estaba sopesando demasiado, pero la firma de Jade era algo inquietante. Ninguna de ellas eran de dejarse cartas, preferían pasar tiempo juntas en persona o llamarse, pero las pocas veces que Jade ha escrito cartas para Robin, siempre firmaba diferente. "Con amor, Jade", recordó aquella carta que le dejó antes de irse de vacaciones.
La estruendosa bocina del auto de Steve la sacó de sus pensamientos, observó el reloj en su pared, había pasado unos cinco minutos desde que entró a su casa. Todavía pensando en la carta, la cual se guardó en el bolsillo para que Steve la viera, Robin decidió irse finalmente, ya que Steve empezaba a impacientarse.
Cuando la joven entró al auto, Steve notó su radical cambio de ánimos, aunque Steve conocía que a veces Robin era una persona cuyo humor solía cambiar bastante, aquello era más notorio que ninguna otra vez. Robin lucía triste y parecía estar en un trance.
-¿No estarás bajo la maldición de Vecna, no?- intentó bromear Steve, sin embargo Robin no pareció encontrarle la gracia.- De acuerdo, ¿qué te ocurre?, entraste como si nada y saliste como si estuvieras a punto de ser asesinada, me estás asustando.
-Peor que Vecna.- musitó la chica, buscando en su bolsillo la carta.- De Jade.- dicho esto, Robin le pasó la carta a Steve, este la tomó rápidamente para comenzar a leerla.
-¿A qué viene esto?, ¿cómo es que nunca nos contó sobre esto?- cuestionó él cuando terminó de leerla.
-Steve, estoy tan confundida como tú.- admitió la joven.
-¿Acaso significa que ella va a terminar contigo?- preguntó una vez más.
-Steve, realmente no quiero hablar sobre esto ahora mismo... tú sólo conduce.
Steve no dijo nada más y sólo hizo caso a lo que Robin le ordenó. Su mente repasaba las palabras que leyó en la carta, se sentía culpable de no haber llamado a Jade, o de no haber hablado las cosas con ella antes de que se fuera. Una parte de ella se sentía terriblemente triste, sin saber qué ocurrió entre ambas, en qué momento todo pasó de ser maravilloso a estar cerca de una ruptura.
-No lo entiendo.- murmuró Robin, Steve la observó de reojo preocupado.- las cosas estaban raras entre nosotras pero, no como para mandar todo a la mierda.
-No creí que ella haría tal cosa, me refiero a que pensé que al menos te dejaría un mensaje o algo.
-Pues definitivamente dejó uno.- respondió amargamente.- Aunque, sí tenía llamadas perdidas de su número, así que verdaderamente no sé cómo sentirme.
