Un laberinto mágico

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-      ¿Te aseguraste de leerlo, Jill? — preguntaba Sting dirigiéndole una mueca divertida.

Ya habían pasado tres días desde que perdieron el tiempo en un café de maids. Ahora que sabían que Kira era analfabeta se aseguraron que Jill la acompañara a escoger la misión. Kira volteo la mirada disgustada mientras la gatita sonreía sosteniendo el papel en la mano.

-      Dice que hay que atrapar un grupo de magos que robaron un banco — explicó la minina — La recompensa es mucha pero advierte que son magos poderosos.

-      Si fueran tan fuertes no robarían un banco cualquiera — argumentó Rogue

-      El banco contenía una joya que supuestamente es parte de una antigua familia real — le entregó el anuncio al mago de las sombras

Rogue leyó el contenido por unos segundos para después asentir en aprobación. Sting no necesitó leer el papel para aceptarlo, con esperar una batalla es suficiente incentivo para aceptar. Lector tomó el anunció y al leerlo una ligera gota de sudor le surcó la frente.

-      Solo habrá un ligero problema — todos lo miraron con  incertidumbre. Mostró el papel y señaló la ciudad en donde se efectuaría la misión. — Tendremos que viajar en tren...

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Los tres felinos hablaban cómodamente mientras sus compañeros magos trataban de controlar su mareo. El movimiento del tren hacía que los tres dragon slayers experimentaran náuseas y unos terribles mareos. Rogue se encontraba cruzado de brazos y mantenía los ojos cerrados, se concentraba en todo menos en las terribles sensaciones que sentía. En el caso de Sting era algo más notorio, empezó a sudar frío y respiraba dificultosamente tratando de no vomitar. Y al final, Kira parecía no sufrir de los efectos secundarios que el trasporte les ocasionaba, recargó su mejilla en la ventanilla y cerró los ojos apretando la mandíbula. Trataba de disimular lo que más podía, no quería verse vulnerable ante una cosa tan estúpida como un transporte, sin embargo, sus intentos eran inútiles ya que todos se habían dado cuenta del cambio en ella. Cada vez que le hacían una pequeña pregunta se limitaba a asentir o negar, a veces solo murmuraba en voz baja pero claramente alterada por los mareos y sensaciones.

Esta era la primera vez que Kira y Jill se subían a un tren, siempre habían viajado a pie cruzando los densos bosques que separaban ciudades. Una que otra vez usaban otros medios de transporte, pero ninguno le había causado tales perjudicaciones en ella. Tal vez se deba que todos los que ha experimentado eran muy sutiles y lentos mientras este mantenía otro tipo de ritmo. Lo que sea que fuera le causaba una gran molestia el saber que tendrían que volver a usarlo de regreso a Magnolia.

Jill y los otros exceed se llevaban muy bien, la linda personalidad del felino hacía que le tomaran un cierto aprecio y confianza. Era tan enérgica y alegre que ninguno desconfiaba de ella. Después de varios minutos llegaron a la ciudad deseada. No era tan grande pero si lo suficiente para considerarse ciudad. 

Al bajar del tren, los tres magos se sintieron aliviados. Los felinos trataban de no hacer comentarios sarcásticos al respecto, aunque estaba más que claro lo divertido que les parecía todo ese asunto.

Fairy Tail: Dragon Slayer del ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora