Attraction

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Sabertooth se encontraría calmado de no ser por una pequeña guerra de agua en la piscina del gremio. Todos merecían un buen descanso en un día tan soleado y caluroso como ese. La mayoría de los miembros nadaban o solo se recostaban a tomar el Sol. El joven ex maestro reía y salpicaba agua a su amigo Dragon Slayer mientras Lector y Frosch se sentaron en la orilla con las patitas tocando el agua. Uno de los felinos cuestionó sobre la ausencia de sus compañeras, hacía más de 20 minutos que habían ido a buscar ropa adecuada para la maga. Por supuesto que con obligación de Jill.

Sting evitaba a toda costa pensar sobre su amiga, comenzaba a sentirse de una manera extraña cuando ella andaba cerca, sentía su corazón acelerarse causa del dulce efluvio de la joven y la pequeña obsesión de ella con su propio aroma le dejaba las cosas difíciles. ¿Qué rayos les sucedía?

Unos minutos después, el mago de luz percibió el exquisito aroma a tierra húmeda y frutas silvestres, su vista se giró involuntariamente al origen de este.

Kira.

La joven había entrado al lugar con un bikini color azul marino que le quedaba de maravilla (eso según los miembros masculinos del lugar) puesto ahora mostraba casi todo el cuerpo. De acuerdo, si bien Kira desde el inicio solo ha usado ropas ligeras, la vista de los chicos agradecía el sutil cambio. No eran más que mentes de jóvenes pervertidos. Una vez hecho su "entrada", Jill corrió entusiasmada hacia la piscina ya que Lector y Frosch la llamaron para jugar. En cuanto a Kira, ella simplemente caminó hasta una de las sillas para tomar el Sol y dormir un poco. No le apetecía para nada ir a nadar.

 En todo ese tiempo cierto rubio no había podido quitarle la vista de encima.

- Si ella te ve observándola así creerá que la estas retando – Escuchar la suave voz de su amigo cerca de su oído lo hizo alterarse y voltear con un sonrojo en las mejillas.

- ¿Qu-quien la e-está observando? – rió nerviosamente – Oh, mira. Creo que Lector me necesita – nadó como pudo lejos de su compañero. Este se limitó a observarlo con una ligera sonrisa. Lo había estado observando todo el tiempo, para él era más que obvio lo que pasaba entre ambos Dragon Slayers.

Fijó su vista en la joven de cabellos negros y puntas azules que se encontraba durmiendo.

- Sin embargo ¿será lo correcto? – pensó con un suspiro. Decidió no pensarlo más. Sabía muy bien que serían un complemento perfecto.

No dudaba de Kira, para nada. Ambos se llevaban muy bien a pesar de no cruzar demasiadas palabras, la actitud de ambos no era muy parlanchina que digamos pero sus poderes eran muy parecidos. Ambos pertenecían a la oscuridad, su elemento era más similar de lo que creía. A pesar de que el de Kira no pertenecía a un elemento en concreto, lograba entenderse con el de Rogue en las batallas.

La primera vez que lucharon juntos fue en una pequeña misión donde Sting se separó de ellos. Un enorme monstruo en el bosque había aparecido gracias a los mercenarios que el trío buscaba, tuvieron que unir fuerzas sorprendiéndose lo bien que luchaban juntos. No necesitaron usar las palabras para nada, sus elementos incluso se mezclaron en cierto punto y se hicieron uno; satisfactoriamente venciendo al enemigo. Desde ese entonces no había problemas de comunicación... Bien, no hablaban mucho pero tampoco se ignoraban como antes. Una simple mirada bastaba para entenderse. Una cierta conexión los unía, menor que la de Kira y Sting, pero si mayor a una simple amistad.

Decidió dejarlo por el momento, si se enfrentaban a problemas podrían resolverlo sin tantas vueltas. ¿Qué podría pasar entre esos dos?

Sus pensamientos  pararon al ver como Sting era arrojado con fuerza hasta los cielos en dirección a la única que podía hacerle frente sin medirse. Una gota de sudor cayó sobre su sien al verlo caer sobre ella. El estruendo hizo voltear a todos. Se escuchaban risas y comentarios de preocupación, el mago de las sombras solo permanecía callado. Un poco de polvo se dispersó después de la colisión, las partes de la silla ahora rota no predecía un presagio muy bueno que digamos. Todos observaron el chisme con total atención, ya se podía distinguir un poco la figura del rubio encima de la joven.

Fairy Tail: Dragon Slayer del ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora