Varias miradas se posaban en la misma persona. Los habitantes de Magnolia no podían evitar posar su mirada en aquella chica. Su presencia era muy notable a pesar que escondía la mitad de su rostro con una capucha azul oscuro. Sus largos cabellos negros terminaban justo a la cintura con las puntas azul eléctrico y vestía sus usuales shorts cortos junto a una blusa negra con líneas azules en espiral por toda la prenda que contenía un escote en V y calzaba unas botas negras por debajo de las rodillas. Todos los que la veían pasar reflejaban una mirada de confusión e intriga por saber quién era aquella persona a la que no se le veían los ojos. Muchos murmuraban que seguro se trataría de algún mago, pero no mostraba señas de alguna marca de gremio por lo que solo se mantuvieron con la duda en sus mentes.
La desconocida caminó por las calles sin rumbo fijo hasta parar frente a un gremio. Alzó la vista y observó con detenimiento la bandera ondeante que reflejaba el emblema del lugar.
- Fairy Tail – musitó para sí misma. Los miembros de ese gremio le habían ocasionado problemas con su entrenamiento. Más de tres ocasiones sus miembros fueron responsables de que no completara su entrenamiento derrotando monstruos o gremios oscuros. Le causaba una ligera molestia tener que viajar tanto para encontrarse que su objetivo ya ha sido eliminado. Simplemente fastidioso.
Las puertas del gremio se abrieron con brusquedad dando paso a un chico y una chica acompañados de un exceed azul. Los tres reían y se veían emocionados que casi no se dan cuenta de la persona frente a ellos. Pararon en seco y observaron a la chica de la capucha.
- Eh ¿Deseas algo? – preguntó la chica rubia de ojos chocolates. La encapuchada fijó su vista al chico y al gato azul. El chico de cabello rosa y ojos oscuros la miró con curiosidad ante su silencio. Ella captó el efluvio que él emanaba y supo de inmediato que se trataba de un Dragon Slayer. Antes de que él notara algo en ella decidió alejarse, no sin antes contestarles.
- Que no se metan en los asuntos de otros – se alejó dejando a los tres presentes confundidos. ¿De qué fue eso?
Unos minutos después ella se encontraba sentada en la banca de un parque esperando a alguien.
- Kira, perdón por hacerte esperar – una tierna voz rompió el silencio a lo que la nombrada alzó el rostro para ver la fuente del ruido. Una linda exceed rosa con grandes ojos azules se postraba frente a ella con cara de disculpa. Un leve rubor se asomaba por sus mejillas en señal de estar apenada.
- No importa, Jill – se inclinó para tocar la cabeza de su linda y adorable amiga, la cual sonrió de alegría. Ahora las dos caminaban por las calles ya un poco oscuras gracias a que el sol se escondía por las montañas dando paso a la luna.
Kira escuchó las risas y correteos de unos niños, no les tomó importancia hasta que uno de ellos chocó con ella haciendo que ambos cayeran.
- Ay, eso dolió – se quejó un pequeño sobándose la cabeza. – Lo siento ¿Está usted bien? – Kira alzó el rostro para responder pero cerró la boca al notar la cara aterrorizada del niño. Su capucha se había caído y ahora dejando al descubierto sus peculiares ojos. Su color de un rojo carmesí al igual que la sangre y pupilas verticales al igual que las de un animal. El niño se paró con rapidez y salió corriendo muy asustado gritando incoherencias sobre demonios y vampiros.
- Eso fue grosero – se quejó la exceed entregándole la capucha a su compañera.
- Estoy acostumbrada a eso – se colocó la capucha y cubrió su rostro como normalmente lo hacía.
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Fairy Tail: Dragon Slayer del Apocalipsis
RomansaUna aventura inicia con una nueva chica que se integra al gremio Sabertooth. Sin embargo, ciertas preguntas se hacen respecto a su origen y qué cambios habrían de por medio.