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Al final escogí comer kimchi. No era mi platillo favorito, pero sabía que a Woo Hyun le encantaba y comerlo quizás lo animara un poco.

—¿Qué otros exámenes tienes? —quiso saber mi hermano una vez estuvimos llenos y satisfechos.

—De Matemáticas y de Química.

—No tendrás problemas, ¿verdad?

—Claro que no.

Podía no ser un chico genial como lo era Myung Soo, pero tenía unas notas bastantes decentes en el colegio, lo cuál me ayudaba a sobrevivir cada clase.

—Si apruebas todo te compraré lo que quieras.

No quería nada en particular, así que me limité a responder que lo pensaría, quizás eso lo haría un poco feliz. Fue en ese punto cuando el teléfono celular de Woo Hyun sonó por primera vez. Mi hermano le echó un vistazo, pero simplemente lo guardó. Imaginé quién era.

—¿Deberíamos irnos? —inquirí, un tanto preocupado por la situación amorosa de mi hermano.

—¡Que va!

—Woo Hyun... —traté, pensando en como tomar el tema sin verme demasiado entrometido.

—Compremos helado —me cortó, mientras su celular volvía a sonar. Por respuesta Woo Hyun lo apagó, esbozando una sonrisa, tan grande como falsa—. Ya que mañana es Sábado y no tienes que ir al colegio aprovechemos para divertirnos juntos.

—Pero...

—No tienes clase de canto hoy, ¿verdad?

—No.

—Entonces decidido.

No pude evitar reír un poco ante su resolución. La madurez que aparentaba siempre fue suficiente para mí.

Pasamos el resto de la tarde paseando, fuimos a los videojuegos, comimos helado y al final del día Woo Hyun me prometió llevarme al acuario el próximo fin de semana para comprarme un pez dorado. Su novia no me permitía tener mascotas en el departamento, pero un pequeño pez no podría molestarla, razonó en voz alta, justo después de que yo intentase negarme. No me gustaba crearle conflictos con Yoon Joo.

Alrededor de las ocho de la noche fuimos a casa, tomando un taxi, con Woo Hyun gastando dinero que no tenía. En su condición ni siquiera valía la pena decírselo.

El apartamento era pequeño, de tres habitaciones, un cuarto de baño y una diminuta cocina.

Vivía junto a Woo Hyun y su novia desde que había empezado la preparatoria. Durante algún tiempo vivimos en casa de mis tíos... pero esa era una época en la cual prefería no pensar. De todas formas había pasado los dos últimos años en casa de nuestra abuela materna y ella me adoraba tanto como yo la adoraba a ella.

Mientras Woo Hyun buscaba sus llaves en los bolsillos de su chamarra pude detectar una sonrisa culpable en su rostro. ¿Se sentiría mal por no haberle respondido las llamadas a su novia? ¿De que habría ido la pelea esta vez?

Había tres cosas por las cuales solían discutir: la primera era el dinero. Que si Woo Hyun gastaba demasiado en tonterías, que sino ganaba lo suficiente, etc. La segunda cosa eran los celos. Mi hermano era un coqueto por naturaleza y las chicas iban hacia él continuamente. La tercera cosa era algo que mi hermano había intentado ocultarme, sin éxito. Él y su chica solían discutir por mi causa.

Ella pensaba que mi presencia sólo servía para distanciarlos. Había querido remediar esto consiguiendo un trabajo de medio tiempo para así tener con que alquilar otro sitio para vivir, pero Woo Hyun se había opuesto a la idea, argumentando que éramos familia y que la familia debía permanecer junta pasara lo que pasara, sin dejar de lado el hecho de que Woo Hyun era mi tutor.

Esto es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora