22

1.4K 207 6
                                    

Dudé un momento, pero al final me acerqué a Sung Kyu y lo rodeé con mis brazos, sintiéndome un poco extraño. Entre nosotros no existía esa clase de relación de contacto físico. No éramos como Woo Hyun y Sung Jong que a cada rato se estaban abrazando.

—Lo lamento, no debí decirlo de esa forma.

—Es la verdad —replicó, apartándome—. Me empeñé en creer que no atacaban de día, tratando de mantenernos falsamente a salvo.

—Tú no podías saber... —empecé.

—Debí saberlo. Después de lo ocurrido con Hyun Jae. Era obvio. La única forma en que pudieron haberla atrapado fue durante el día, en el único momento en que yo no estaba con ella.

—¿Dices que la atraparon cuando entraba a sus clases?

—O cuando salía. Da igual, se arriesgaron y atacaron de día.

—¿Por qué no me hablaste de esto antes?

—Ya te lo dije, prefería engañarme con mi falsa seguridad —hizo una pausa —y engañarte a ti también.

—Debiste habérmelo dicho. De haber tenido esa opción jamás habría dejado a Sung Jong solo en el día. Hubiera tomado esas jodidas clases con él.

—Lo sé. Es mi culpa todo esto —murmuró, deprimido.

—No, por lo menos no toda —repliqué —Chul Moo también tuvo su parte.

Y me encaminé hacia la puerta. Puse la mano en el picaporte cuando Sung Kyu me tomó del brazo.

—L, ¿que piensas hacer?

—Creo que ya lo sabes. ¿No hiciste acaso tú lo mismo?

—No lo hagas. No cometas mis errores.

—Arreglaré las cosas con ese tipo de una vez por todas.

—¡L! —me sujetó por los brazos y me obligó a mirarlo—. No lo hagas. No vayas. Sung Jong te necesita a su lado.

Eran las mismas palabras que yo le había dicho en el pasado. Palabras que él había ignorado. Y por ello Hyun Jae... No, eso sería culpar a Sung Kyu de nuevo. Era triste lo ocurrido con ella, pero Hyun Jae había tomado su decisión.

—¿Y que quieres que haga entonces?

—Dejémoslo en manos de la policía.

—¿Qué hicieron ellos antes?

—No podían hacer nada porque Hyun Jae se negó a hablar, pero sabes que no será lo mismo con Sung Jong y Sung Yeol.

Lo sabía.

—No sé si pueda.

—Piensa en Sung Jong. Querrá verte cuando salga de cirugía.

Lo pensé. Su recuerdo era suficiente para hacerme sentir confundido, dolido, feliz, furioso, alegre. Jongie generaba toda clase de sentimientos en mí.

¿Amor?

Tal vez.

—Haré lo que dices —declaré en voz baja y sólo así Sung Kyu me soltó. Aunque ya sabia que aquella resolución no me duraría durante mucho tiempo.

—Ey, ¿ya van a salir? —nos sorprendió la voz de Hoya desde afuera.

Abrí la puerta.

—Vaya, luces terrible, Myung Soo —comentó.

Suspiré por toda respuesta y salí del baño. No sabía a dónde ir, así que Sung Kyu y Hoya me guiaron hasta un pasillo lleno de sillas, pero casi vacío en cuanto a personas.

Esto es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora