Pasante

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Todo el mundo se mantenía en constante movimiento, imprimiendo, limpiando, organizando e instruyendo ya que ese día ocurría un nuevo evento.

Un pasante especial sería recibido.

Nos referimos a él como un pasante especial por no decir que es el odioso, malcriado, estúpido, imbécil, mimado y altanero hijo del CEO. Razón por la cual todo debía estar pulcro e impecable. Nadie quiere que el niñito se queje con su papi, ¿Verdad?

Niki por su parte, estaba recio a hacer algún cambio en su de igual forma perfecto escritorio. Todo el mundo iba de aquí allá en cuestión de segundos para tener todo presentable mientras que el rubio de ojos claros se mantenía en su área redactando un informe en calma casi total.

¿Quién les mandó a que fueran tan desordenados?

—Niki-ssi.

El rubio alzó su mirada para así hacer contacto visual con Jackson, su sunbae, quien con aspecto cansado y respiración acelerada había apoyado sus manos del escritorio impropio mientras recuperaba un poco de aire.

—¿Has v-visto al director P-park? —Inquirió el mayor con voz entrecortada.

—No desde que llegué —respondió tranquilo, encogiéndose de hombros.

—Maldición —fue todo lo que dijo el contrario antes de continuar su ardua búsqueda por el edificio.

El rubio alzó una de sus cejas para luego tomar su teléfono y hacer una pausa de su trabajo para resolver un asunto importante.

Honnie .

¿Dónde estás?

8:45am

↪Escondido.

8:46am

Ya me di cuenta.

8:46am

Me refiero a ¿Dónde estás ubicado?

8:46am

↪En tu corazón.

8:50am

¿En qué espacio geográfico te encuentras ubicado?

8:51am

↪Ah.

8:51am

↪Baño de hombres, tercer piso.

8:51am

Al recibir la respuesta solicitada el de ojos color miel se levantó de su lugar, completamente dispuesto a encaminarse hasta el baño de hombres del tercer piso.

Estando en el lugar indicado Niki entró sigiloso, notando de inmediato como el lugar estaba completamente vacío, sin rastro alguno de su pareja.

—Ese pequeño punk-...

Pudo seguir hablando de no ser por aquel peso extra sobre su espalda que cayó de la nada, un par de brazos alrededor de sus hombros y otro par de piernas alrededor de sus caderas.

—Hola, mi amor~.

—Sunghoon, bájate de mi espalda.

—No quiero —respondió el mayor mientras se aferraba aún más al cuerpo de su novio.

Niki por otro lado estaba a punto de sacudirse cual perro para bajar al mayor de su espalda.

—Solo quédate así —pidió Sunghoon como niño pequeño a punto de llorar y posteriormente dejar que su cabeza cayera suavemente sobre la curvatura del cuello del rubio—. Necesito recargarme.

—¿Acaso eres Baymax o algo así?

—Hola, yo soy Sunghoon, tu bonito novio personal —expresó el castaño, imitando la voz del conocido robot y haciendo reír al rubio.

—Ya bájate, voy a quedar caminando como anciano antes de tiempo si no lo haces.

—Hasta anciano te verías bien —pensó en voz alta el castaño—, espera, ¿Te sonrojaste? —Preguntó en un tono divertido, fijándose en como el rostro del menor se había ido a algún lugar en donde no pudiera ver su color rojizo.

—Cállate.

Sunghoon rió y finalmente dejó la espalda del más bajo en paz cuando su teléfono comenzó a sonar en su saco.

—¿Diga?... Ah, ya voy —respondió sencillo antes de colgar—. Debo irme.

—¿Llegó el pasante?

—Aparentemente. Tú también debes ir —afirmó el más alto a lo que el menor asintió, dándole la razón.

—Enseguida voy.

Sunghoon asintió como respuesta y dejó un pequeño beso sobre los labios del rubio para luego irse sonriente. Dejando al rubio colorado cual adolescente hormonal.

(...)

—Hoy le damos la bienvenida a un nuevo pasante bastante especial para nosotros... —Hablaba Jinyoung, uno de los líderes de equipo mientras señalaba respetuoso al rubio a su lado.

Sobre él un exageradamente colorido y bien elaborado cartel que marcaba brillante un "Bienvenido pasante Kang Minkyu" llamaba la atención.

Niki rió sarcásticamente para sus adentros.

Cuando él llegó hace unos cinco meses atrás, aproximadamente, le habían colocado el pie para que cayera de bruces en la biblioteca y a duras penas le dieron un café.

—... Y con eso quiero desear que el joven Kang pase mucho más tiempo con nosotros —concluyó el Líder Park mientras que todos aplaudían.

A continuación el pasante de estatura promedio, cabellos pelinegros y piel clara comenzó a sonreír altanero mientras que estrechaba la mano de los otros cinco líderes presentes.

Niki estaba bien con eso hasta que notó como la sonrisa del tal Kang cambiaba descaradamente a una más seductora y su dedo índice se movía indecentemente sobre la palma del castaño que le miraba confundido.

¿Eran ideas nuestras o se escuchó el rugido de un león?

(...)

Siendo ya la hora de salida el director Park buscaba discreto por la empresa al pasante Nishimura Riki.

Luego del evento de bienvenida para el recién llegado de igual apellido no había encontrado al menor por ningún lado. Al terminar su trabajo fue a buscarlo a su respectivo lugar y nada, preguntó por él con sus compañeros y nadie sabía a dónde había ido el rubio.

Suspiró bajo mientras detallaba lento los alrededores de la empresa, por si de casualidad notaba a su pareja en alguna de las oficinas.

Sin embargo, dejó de buscar cuando a algunos metros vio como un tembloroso pelinegro salía de una de las salas de conferencias, detrás de él un sonriente rubio le daba algunas palmaditas en la espalda.

—Hasta mañana, Minkyu-ssi —se despidió el rubio con un tono exageradamente agudo y una falsa sonrisa, el pelinegro por su parte se iba a paso rápido, alejándose con prisa de él.

Sunghoon frunció el ceño y se acercó al más bajo.

—¿Qué le dijiste? —Inquirió de inmediato el de apellido Park.

—Cosas —respondió el rubio, sencillo, mientras se giraba para sonreírle brillante.

El mayor temía de esa sonrisa.

Y con toda razón porque al día siguiente se enteró de que Minkyu había renunciado bajo el argumento de "¡Todos ustedes están enfermos!" mientras que por otro lado Niki se carcajeaba para sus adentros cual diablo logrando su cometido.

{ * }

N/A: Pasar tu dedo índice sobre la palma de la mano de una persona en muchos países es considerada una insinuación sexual.


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