Directora

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Un día brillante arropaba la céntrica ciudad en la que una gran empresa de diseño se mostraba imponente en un gran edificio de color plata y letrero colorido. Clima cálido y con un viento refrescante que combinaba bastante bien para la época, un ambiente agradable que debería ser disfrutado por todos los que tuvieran la oportunidad de admirar el despejado cielo...

Menos Niki.

Niki estaba a punto de vomitar.

—Ya te dije que te amo mucho —habló risueño aquel alto azabache que hablaba animadamente por teléfono con su novio, desbordando grandes cantidades de azúcar con su tono chillón.

El rubio que miraba todo desde menos de un metro de distancia rodó los ojos de inmediato, colocando una mueca de disgusto al ver a su dongsaeng siendo excesiva —e innecesariamente— adorable.

En definitiva iba a vomitar, su expresión de desagrado era un poema que daba preámbulo a ello.

—Bueno, ya —terminó el menor entre los dos presentes en la oficina—. Cuelga... No, cuelga tú... No voy a colgar yo —entonces la pareja comenzó una riña con respecto a terminar la comunicación que estaba haciendo a Niki perder los estribos, aunque no tuviera nada que ver en eso—... Ya te dije que-...

Yang abrió sus ojos en grande cuando el pelinegro que tenía como compañero simplemente le arrancó el teléfono de su oreja.

—Como no cuelga ninguno lo haré yo. Adiós —y dicho eso Niki cortó la llamada.

—Agresivo —susurró entre dientes Jungwon mientras le quitaba al mayor su teléfono, suspirando con fastidio poco después de rodar sus ojos.

—Ustedes se la pasan todo el día con sus cursilerías —aseguró el mayor con un par de mofas y voz exageradamente aguada al momento de dictar su última palabra—. Me tienen hasta los hue-...

—Joven Nishimura.

Ante el llamado de una voz conocida y particular, Niki giró su cabeza a un costado, encontrándose con el director Park y su extrañamente perfecto ceño fruncido que indicaba su desaprobación. Realmente al castaño no le agradaba que Niki fuera tan grosero cuando se expresaba de repente, pero era algo que iba con él, ¿Qué se supusiera que hiciera?

—Buenos días, director —respondió Niki con tono formal y una pequeña reverencia, tal cual como Yang.

Sunghoon rodó los ojos y continuó su camino hasta su oficina bajo la mirada del de ojos color miel sobre su espalda, el contrario detallando por parte su elegante andar, llegando a quedarse entre sus pensamientos por unos segundos hasta que:

—Ustedes harían una buena pareja —afirmó Jungwon de repente, su mirada centrándose en el camino por el que había pasado su superior y haciendo que Niki se ahogara con su propia saliva.

El rubio estaba por responder a ello cuando a Yang le pareció apropiado agregar:

—Lástima que seas muy ácido como para andar con el director Park.

Entonces, por idiota, Jungwon recibió un golpe en su canilla.

(...)

Ácido.

Niki no era ácido.

Quizás era un poco recto y amargado incluso para su puesto y edad, pero no se consideraba a sí mismo como alguien ácido. ¿Acaso era demasiado para sus compañeros? No, definitivamente no, muy probablemente ellos solo eran exageradamente sensibles y confundían su actitud intimidante con agresividad, porque, vamos, ¿Nishimura Riki ácido? ¿Dónde habían escuchado eso? Ni siquiera tiene sentido.

៛ Lion ៛  HoonKi₹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora