Director Park

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Ocho muchachos sentados en una mesa de un clásico restaurante de la zona con una próxima comida cociéndose frente a ellos, botellas de Soju y demás bebidas estaban por satisfacer sus sentidos en breve para hacer la velada más amena y divertida. SungHoon y Niki se hallaban sentados uno al lado del otro, riendo al igual que el resto de personas presentes que esperaban ansiosos que los pedazos de carne en la parrilla terminaran de cocerse. El olor a carne y otros ingredientes se apoderaban de sus sentidos con precisión, una sensación familiar y agradable que los cubría con emoción.

Tuan Mark, Kim Yugyeom, Yoo Sanha, Shin Ryujin, Kim Seokjin, Jeon Jungkook, Park SungHoon y Nishimura Niki; ellos eran las personas que cubrían ocho de diez asientos disponibles en la larga mesa de aquel tranquilo restaurante cerca de la empresa en donde ya habían cenado en ocasiones anteriores, hablando y hablando como un par de comadres luego de años sin verse, comentando cosas triviales con las que cualquiera alcanzaría a identificarse.

—Entonces, ¿Todo bien con tu pareja, Seokjin?

—Quemó una olla con agua, pero supongo que eso es algo normal así que... —Contestó el pelinegro mencionado a la pregunta de Yugyeom con una risa al final.

Sanha soltó un suspiro desde su lugar al escuchar las palabras del mayor.

—Yo también quiero una pareja de quien hablar —confesó con lamento el anterior mencionado a lo que Ryujin dejó unas pocas palmadas de consuelo en su espalda—, o por lo menos para esconder...

—Dios, no, ¿Tienes idea de lo estresante que sería esconder a tu pareja? —Interrogó Jungkook, imaginándose la situación y terminando de tragar su comida para poder argumentar—, no poder hacer cosas de pareja en público, tener que retener las ganas de decirle cualquier apodo bonito, no poder decirle "Te quiero" ni nada... Ahg, alta paciencia y confianza deben tener ese tipo de parejas.

Por otro lado SungHoon y Niki permanecieron en silencio tomando cada uno un sorbo de sus bebidas correspondientes, fingiendo q la perfección ignorancia sobre la suposición.

—Sentir que no te aprecian, que en cualquier momento la otra persona te puede abandonar por alguien más y no tendrías a quien acudir para llorar porque nadie sabía que salías con esa persona, tener que soportar los coqueteos de otros hacia tu pareja... Ese tipo de cosas han de ser abrumadoras —afirmó Ryujin con expresión indefinida y sin despegar su mirada de la carne que cortaba diligentemente.

Por otro lado todos la observaron con sorpresa.

—B-bueno, supongo que debe ser así... —Añadió al final en un tono más bajo al darse cuenta de toda la atención que recaía sobre ella.

—Vaya, lo describes muy bien —aseguró Seokjin, cosa con la que los demás estuvieron de acuerdo completamente—. ¿Acaso nuestra Ryujin-ssi está en una relación oculta?

Ante la interrogante la fémina levantó sus manos en forma de paz mientras desmentía la teoría.

—¡No, no! Estoy más sola que Sanha oppa —alegó ella con lo que los demás denotaron como nerviosismo.

—Oh, gracias.

—Perdón, Sanha.

Los demás —sin permitirse cambiar de tema— comenzaron a hacer especulaciones sobre quién podría ser el enamorado de la muchacha de precioso cabello azul.

Ella era una de las chicas más queridas de la oficina, siempre estaba al tanto de todo, era educada, servicial, trabajaba de forma honesta y confiable, ¡Por supuesto que todos querrían saber sobre la pareja de tal amable chica!

Y si era un patán ellos estarían allí para patearlo sin pensarlo dos veces.

Con ellos me refiero a todos los presentes, sí, incluyendo a Niki y SungHoon; ellos también apreciaban mucho a la secretaria del mayor. ¿Cómo no hacerlo? Simplemente era un ángel.

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