Antes del principio.

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Alecksander Cavalier

Era un viudo y solitario rey que se reencontró con su primer amor de la adolescencia, justo un par de años después de perder a su esposa.

Once meses después decidió volver a casarse con aquella mujer que le robo el corazón a los 16 años, para poder seguir adelante y también poder darle una nueva madre a su pequeño príncipe.

Pero ella no venía sola, ya que también era viuda y tenía dos hijos que eran fruto de su primer matrimonio, con el príncipe de una nación lejana y enemiga. Los cuáles eran un poco más grandes que el pequeño príncipe ojiazul.

Quiénes con el paso del tiempo y los años, no dudaban ni medio segundo en comenzar a complicarle la vida al pequeño y futuro monarca.

Cassian y Nikolai Moseley.

Eran dos hermanos que apesar de haber nacido de la misma mujer y llevar la misma sangre eran muy diferentes. El hermano menor, Cassian. Se dedicaba a vivir malgastando el nuevo título y la fortuna que había recibido gracias a su padrastro. Mientras envidiaba, y molestaba a su hermanastro dando mucho de que hablar sobre la familia real en el proceso. Nikolai el mayor, primogénito de Elena Moseley. Y segundo en la línea de sucesión al trono de Eaton era otra historia, ya que pudo adaptarse a su nueva vida y familia llegando a querer a su padrastro como si fuera un verdadero padre. Admirando y adorando a su hermanastro de una manera que a veces llegaba a ser sospechosa y mal vista. Pero todo se complico aún mas, cuando en un giro infortunado del destino el rey de Britannia y el rey de Rertherlands fallecieron en un misterioso accidente aéreo, justo antes de firmar un nuevo tratado de paz. Dejando a sus únicos descendientes por sangre, como herederos al trono.

Keiran Mattsson.

El misterioso, viajero y rebelde príncipe, ahora monarca de Britannia que tenía un ácido sentido del humor.

Quién no solo era apasionado en sus afectos, si no que también aspiraba a controlar a todos a su alrededor y poseer a quién se le pusiera enfrente con su encanto. Sin dejar de humillar a otros y ponerlos en el lugar que les correspondía, cuando se lo merecían. O cuando por simple desgracia o coincidencia se atravesaban en su camino.

Pero el destino les jugaría un trágica broma a todos.

Por qué así es la vida.

Y a veces lo inesperado, es lo que siempre has esperado.

𝕄𝕠𝕟𝕒𝕣𝕔𝕙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora