Capitulo 11

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DISCORDIA Y REVELACIONES FRATERNALES

Y con ustedes damas y caballeros Malenkai, es decir Keiran Mattson el hombre que no suele hablar mucho, pero cuando lo hace te deja sin palabras.

Era hipócrita hacer un drama por esto y querer ser la víctima cuando al parecer yo fuí la villana en nuestro pasado. Porque yo...

Yo lo deje, cuando más me necesitaba.

Lo deje, cuando le prometí que nunca lo haría.

Le rompí el corazón un poco antes de que la muerte de su padre lo rompiera por completo.

Lo rompí, cuando lo que más necesitaba era ser reparado.

Y aún así aquí está frente a mí disculpándose.

Aún así aquí está dándome la razón cuando la que está equivocada soy yo.

— Entiendo si cambias de opinión y quieres regresar a Retherlands, y no voy a obligarte a quedarte créeme, no tengo derecho es tu decisión... Pero en realidad quiero que sepas que me gustaría mucho que lo pensaras bien.

— Nunca dije que quería irme o cancelar el compromiso — lo interrumpí — solo dije que no quería estar cerca de ti en estos momentos porque todo esto que estoy descubriendo de ti es demasiado. Eran muchas cosas las que no sabía de ti.

— Lo sé, sé que debí decirte. Pero era jovén y mucho más estúpido de lo que soy ahora. Perdóname al menos déjame explicarte e intenta comprender mi lado de la historia

— Solo dime algo... ¿Hay algo más que no me hayas dicho de ti? ¿Otro secreto por develar?

— Perdone la interrupción majestad— nos interrumpió la temerosa voz de una de las chicas del servicio — me enviaron para avisarle que la cena ya está lista como ordenó. Su hermana ya está en el comedor esperándolo impaciente.

— Dije que llevaría a mi prometida a conocer su habitación dile que nos espere — respondió el monarca sin despegar los ojos de mi tratando de deshacerse de las interrupciónes para terminar de decirme lo que tenía que decirme

— Enseguida señor — obedeció la chica dándose media vuelta y cingelandose al instante

— Ni te molestes en buscarme ya lo escuché yo misma — la voz de la ojinegra lleno el pasillo erizando mi piel y logrando que el monarca se pusiera rígido y se girará para intentar calmar el ambiente ya tenso

— Kris — intento explicarse pero la mano de la pelinegra se alzó en una señal para que no dijera nada más como advertencia

— Entiendo que tú prometida es más importante que yo. No tienes que volver a decirlo, yo misma lo he escuchado si quieres acompañarme a cenar hazlo y si no, no importa no es como si me fuera a la otra punta del mundo con el riesgo de que me metan una bala en el cráneo... ¡Oh espera! Si, eso es justo lo que estoy a punto de hacer pero en fin, no es la primera vez aunque antes al menos me hacías creer que te preocupaba.

Y sin más se dio la media vuelta,  salió del pasillo y comenzó a caminar lejos de nosotros dirigiéndose a lo que yo imaginé que sería el comedor dejándonos solos nuevamente.

— No, Kris espera — Keiran trató de seguirla por acto reflejó pero a los dos pasos se detuvo y se giro para verme disculpandose con la mirada

— Annelise, ¿Podemos dejar esta conversación hasta después de la cena? Ya lo escuchaste, mi hermana tiene que irse y me gustaría cenar con ella antes de...

𝕄𝕠𝕟𝕒𝕣𝕔𝕙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora