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Creo que no puedo describir la cantidad de emociones que tuve en cuanto lo vi, cuando vi que mi pareja destinada era aquel saco de huesos profanado por casi todos, que era el omega sucio, horrible que todos despreciaban y consideraban un error que jamás debió de nacer, la ira me invadió por completo, la decepción tan grande que sentí no se pudieron comparar ni si quiera cuando supe donde estaba mi hermano, estaba furioso.

Estoy seguro que en ese momento me cegue por completo.

Camine hasta donde estaba su cuerpo y ni si quiera lo pensé, tan solo arremeti contra el sin importarme nada, lo paté tan fuerte que su cuerpo incluso dio la vuelta y pude ver la expresión de asombro que hizo al recibir aquello pero no le di tiempo a hacer algo más.

Me convertí y todo lo que pasó después de eso fue por el mero impulso, quería acabar con aquel niño, quería que muriera, que fuera una estúpida equivocación...

...)

Spencer — ¿bueno?, Azrrael... —

Azrrael — en mi casa AHORA —

Después de decir eso le colgué, no sabía que hacer pues cuando la cordura me llegó a la cabeza y me di cuenta de lo que había hecho caí en cuenta que no podía matarlo como si no fuera nada pues entonces yo sería quien caería en la locura y prefería mil veces tenerlo conmigo a yo sufrir.

Entre de nuevo a la habitación donde estaba un doctor y dos enfermeros.
Me di un tour con la vista de cómo estaba la habitación y no había más que sangre, la cama estaba empapada y ni se diga el suelo, todo estaba hecho un desastre.

Y el olor, creo que eso era aún peor porque ya ni si quiera sentía ni podía percibir algún tipo de esencia de parte de Abel.

Me toque la frente con mi mano y después me diriji hacia el baño que era donde lo tenían justo ahora.

Se me hizo un nudo en la garganta al ver que la bañera estaba teñida de un rojo carmín intenso y el suelo tenía pequeños charcos de sangre, a un costado estaba los dos enfermeros limpiando las heridas de Abel las cuales no parecían querer dejar de sangrar, podía incluso ver la desesperación que sentían en sus rostros pues antes de que entrarán les advertí que si ese omega moría entonces acabaría con sus vidas, estaban asustados, lo sé.

Pude ver como era que el doctor salía con guantes y varios instrumentos, cuando me vio se dirigió hacia mí y habló con la voz algo temblorosa.

Doctor— jo-joven Alfa, me temo que al tratarse de un omega joven necesitaremos...de alguien que nos ayude a controlar sus feromonas... —

Me le quede viendo detenidamente después me reí al escuchar eso.

Azrrael — que pretende doctor?, que lo haga sentir seguro? Protegido?, si es listo se dará cuenta que ya ni olor sale de esa cosa, ¿acaso cambiará algo? —

El doctor trago ondo y me contestó, cosa que no esperaba que hiciera.

Omega— es un omega pequeño y ahora lo que más necesita su parte animal es sentirse protegida, eso también ayudará a que se recupere pronto —

Azrrael—... Y eso explica lo anterior? —

Doctor—... Verá, joven Alfa, al tratarse de un suceso traumatico para el omega tratara de protegerse y no emitirá ningún olor o algo que de a saber que Abel es un omega, está asustado y necesita que alguien le diga que todo va a estar bien —

Cuando terminó no pude evitarlo y comencé a reír, se hizo un silencio donde solo yo me escuchaba, cuando termine de inmediato la molestia que intente suprimir salió de golpe, estaba molesto.

Azrrael— no voy hacer esa mierda —

Después de decir aquello salí del cuarto, claro que viviría, así fuera en una silla de ruedas pero lo haría, no necesitaba que yo le brindará "amor" jamás se lo daría, nunca.

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...)


Spencer —... Abel... ¿Sabes lo que va a pasar? —

No hace mucho que había despertado y tan pronto como lo hice desee jamás haberlo hecho.

Respirar era doloroso, el no poder mover ninguna parte de mi cuerpo era tan desesperante que no podía parar de llorar, todo parecía ir de mal en peor pues Azrrael solo se aparecía aquí para matarme con su mirada, no tenía porque decir algo pues con solo sus ojos ya lo decía todo y eso me siempre me destrozaba.

Spencer llego hoy en la mañana y no se acercó a mi como comúnmente lo hubiera hecho tan solo se sentó en un sillón no muy lejos de mi y me soltó esa pregunta.

Claro que sabía lo que pasaría conmigo, claro que sí y no me asustaba saber que acabarían conmigo pues yo lo entendía y me ponía en el lugar de Azrrael, la decepción que debe estar sintiendo al saber que su pareja destinada soy yo, incluso yo también estaría decepcionado y no me molestaba o inquietaba saber que lo más seguro era que me matarían...

Asentí con la cabeza haciendo saber a mi hermano que lo sabia pero que estaba bien porque incluso intente sonreír un poco, no quería que pensara que quizá esto me ponía triste porque no lo hacía, de echo creo que era lo mejor.

Probablemente la Diosa Luna se equivoco al ensalarme con Azrrael y quizá si yo moría podría asignarle a otra pareja mucho mejor que yo, que el pueda amar.

Spencer—... No, Abel, no es eso, no podemos matarte, se inteligente por una ves puta madre —

¿No?, ¿porque no?

Me gustaría tanto aclarar estas dudas que tengo pero no puedo hacerlo, por mucho que quiera y parezca que quiera que hable no puedo, simplemente esperare a que ellos hagan conmigo lo que quieran.

Moví mis hombros en señal de no saber pues era lo único que podía hacer.

Spencer — (suspira)... No te presentarán ante la manada como la nueva madre omega, y te iras a vivir a las montañas, lejos de la manada pero seguirás en el territorio, nadie va a saber de ti Abel y tienes que cooperar en eso —

Ouh, mmm eso se escucha bien, pensé que sería algo peor.

Porque me molestaría no ser reconocido, si e vivido así durante toda mi vida.

Asentí algo eufórico pues ciertamente estaba feliz, no podía pedir algo mejor que eso...

O eso creí...









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El Sabor de la Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora