Distancia entre nosotros | Jack x Jill

Capítulo 5 - Tiempo con Damián

El día había empezado a llegar a si fin con el cielo de la ciudad tiñéndose de naranja, el pequeño grupo de amigos salía de la cafetería con los ahora muy débiles rayos del sol golpeándolos de lado.

Todos debían ya de ir a casa a hacer los deberes pero se prometieron volver a salir cuando sus horarios coincidieran.

—¿Qué les parece el viernes?— sugirió Spam mientras guardaba una servilleta donde había dibujado a Zill mientras se tomaba su café.

—Los viernes salimos a la misma hora después de nuestro ensayo, podríamos hacerlo algo semanal si les parecen bien— afirmó Kayla con un tono apacible mientras juntaba sus manos frente a su vientre.

—Por mí está más que perfecto— replicó Jack con alegría al escuchar a la canguro decir esto.

—Para mí también—

Contestó Zill dejando a todos dirigiendo su mirada hacia la felina que los miraba con indiferencia. Saciando lo que esperaban rodó los ojos como fastidiada y respondió.

—Si no afecta mi lectura, bien— se justificó indirectamente aceptando.

—Entonces así será amigos, el viernes empezaremos a hacerlo nuestra tradición— dijo Zill tomando al chacal por la espalda y apretándolo con un abrazo.

—Realmente no puedo esperar— murmuró Jack mientras su amigo lo ponía de vuelta en el piso.

—¡Por fin te encuentro!— gritó una voz aguda que se acercaba desde lejos.

Al buscar de donde provenían de encontraron con el príncipe del infierno, estaba flotando como le era costumbre.
Desde que oficialmente se había disculpado con Jack por actuar como un imbécil incluso los amigos de su primo lo veían con otros ojos.

Hasta Kayla había comenzado a cambiar su forma de ver a Damián, solo era otro chico que aunque parte demoníaca busca solo ser parte de algo que le guste en verdad.
Al grado que lo consideraba uno más de sus amigos.

—Hola Damián— dijeron la peli dorada y el castaño al mismo tiempo, prestándole especial atención Damián a Kayla.

—Guau, Kayla ¿Acabas de saludarme?— preguntó el chacal demoníaco totalmente incrédulo al igual que el resto de sus amigos.

—Bueno, después de ver que hiciste hasta lo casi imposible porque tú y Jack se llevarán bien.. creo que.. tal vez no eres tan malo como pensé— concluyó dándole una ligera sonrisa.

—Esas si son novedades, de no ser porque vi una serie del multiverso creería que vienes de otra realidad en la que te agrado ¿Sabes?— dijo sarcásticamente mientras usaba a Zill para recargarse aún manteniéndose en el aire.

—Si, ya, ¿Qué necesitas amigo?— preguntó Zill mirándolo con algo de disgusto.

—Tengo que hablar con Jack, así que si me lo preeestan— dicho esto tomó del brazo a su primo llevándolo en dirección a la academia.

—Ehhh.. Damián— dijo la distante voz de Jack que seguía de pie a lado de sus amigos pero con un brazo faltante.

Damián de inmediato se regresó devolviéndole el brazo a Jack y esta vez cargandolo como si no pesará nada.

—Ash, pareces un lego. Nos vemos chicos espero que pronto— se despidió el de pelaje rojizo mientras el otro chacal hacia lo mismo conforme se distanciaban.

Avanzaron una gran parte del trayecto en silencio pues Jack creía que son saberlo había hecho algo que había molestado a su primo.

—¿Me vas a golpear?— preguntó mirando hacia abajo.