Distancia entre nosotros | Jack x Jill

Capítulo 9 - Prueba para la guardia

El par caminaba con relativa tranquilidad, pues ambos estaban al tanto de que nada le ocurriera al infortunado chacal. En tanto recorrían los caminos del infierno Jill aún no podía hacerse a la idea de la oportunidad que se le presentaba.

Sabía que era una buena asesina de demonios pero quizá sería distinto en la guardia, aunque no era algo seguro.

—¿Y en serio crees que tenga oportunidad de entrar?— inquirió la felina tomando sus manos y juntándolas en frente suyo.

Jack al escuchar esto levantó una ceja y dejó salir una pequeña risa.

—Por supuesto que sí, escucha sé que probar cosas nuevas asusta.. y mucho.. pero eres buena en lo que haces, solo que ahora te recompensarán por hacerlo.— aclaró el chacal con una sonrisa confiada.

Sin embargo Jillian no replicó esta acción pues aún había algo que le molestaba.

Nunca había conocido al rey o al general o a alguien que no fuera su primer y mejor amigo castaño, al tratarse de un monarca era más que evidente que tendría que mostrar respeto pero sus compañeros si es que pasaba la o las pruebas.. repentinamente la demonio se detuvo en seco haciendo al chacal volver..

—E-Esto fue una mala idea..— dijo Jill al sobre pensar en lo que vendría más adelante, demasiado a futuro.

—¿Por qué lo dices?— inquirió rápidamente el canino.

—Todo esto.. es muy lindo que te preocupes así por mí pero.. está muy, muy, muy fuera de mi zona de confort— respondió la de pelaje púrpura.

Jack comprendió inmediatamente en lo que pensaba ella, era algo con lo que constantemente lidia a en la superficie.
No sólo en cuanto experiencias sino en cualquier cosa, tiende a dudar incluso al cruzar la calle o al escribir o decir algo.

—Y es por eso, que necesitas hacerlo— replicó el chacal dándole una sonrisa con confianza —no estaba dentro de mi zona de confort salir del palacio y cuando lo hice te conocí a ti.. jamás me arrepentiré de haberlo hecho— añadió mientras la sujetaba de ambas manos y entraban al palacio.

Jack conocía poco el palacio pues nunca había sido realmente su intención husmear para ver qué encontraba. Pero conociéndolo a medias supo que camino tomar para llegar a la zona de adiestramiento de los guardias.

Conforme se acercaban, el lugar mencionado lograba dividirse. Era como una especie de coliseo en donde en un parte en específico se encontraban los guardias afilando sus espadas y armas, ajustando sus uniformes y otros más que apenas aspiraban a ser guardias y pedían consejos a quienes ya lo eran.

—Waooo.. este lugar es gigante..— dijo Jill tan solo entrar.

A su lado izquierdo por encima de prácticamente todo se encontraban el general junto con el rey.
Parecían ser espectadores del riguroso entrenamiento de los guardias ya asignados.

—Vamos— dijo Jack tomando a Jill de la mano y caminando hasta donde estaba su tío.

—¿Qué le parecen su majestad?— inquirió Styx portando su uniforme de general con elegancia y varias medallas en el lado izquierdo de su pecho.

—No están tan mal, pero aún necesitamos más guardias.— aclaró mientras caminaba retirándose de las gradas donde se ubicaba.

Justo en ese momento, Jack llegó muy apresurado tomando la mano de la de pelaje púrpura quien sonreía y aún miraba a todos lados con la misma fascinación que tenía al entrar.