Capítulo 3.

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Aurora - Runaway

¡ Odio el calor !.

( Siento empezar así con tu agradable lectura querido lector ).

Mi camiseta de tirantes se pega demasiado a mi cuerpo con todo el sudor que desprendo.

El calor es abrumante.

La caminata hacia la escuela se me hace una tortura, mi auto se rompió y no lo arreglan en una semana.

Kaila tuvo que ir primero a por una amiga y Matt debe estar esperándome en la escuela.

Y ya que estamos mencionando a personas...

No he podido dejar de pensar en Anthonella... es que hasta su nombre suena mágico.

Está mierda suena tan cliché dicho en voz alta...

El Bad Boy de la escuela que sólo vive por estar con chicas sin enamorarse conoce a la chica nueva y desconocida para todos y comienza a interesarse por ella.

¿ A qué sí ?.

No, esté cliché no me gusta para nada.

Pero no puedo evitarlo, así que te aguantas y lees lo que me parece la chica.

Anthonella es más bien una chica... insignificante.

¡ Y eso me gusta !.

Si, eso me gusta. El simple hecho de que nadie la conozca, que solo sea una más en esta escuela es algo tan fascinante y nuevo para mí.

Es una chica ordinaria, una más del montón.

Y repito... ¡ Eso me gusta !.

Tal vez mañana vea a una chica vestida de Bob Esponja y me intrigue aún más.

Pero por ahora... me intriga la chica de belleza inefable, ojos cafés, labios de corazón y más sarcástica de lo que podría admirar.

Solo de imaginar en el simple hecho de poder besarla me hace sentir... cachondo.

Paso los dedos por mis labios imaginando lo bien que se sentiría eso.

Estaba a punto de llegar a la escuela con mi entrada triunfal.

Si no fuera porque una escena un poco desagradable me lo impidió.

Anthonella abrazada de un chico... y tal vez estuviera más tranquilo si ese chico no fuese con él que tuve el problema ayer...

Se abrazan y sonríen... Ella nunca ha sonreído así conmigo.

Yo podría comportarme como un chico maduro, pasarles por el lado sin llamar la atención ( Tarea Difícil), podría simplemente saludar a Anthonella e irme... pero claro, yo no soy un chico maduro.

Me acerqué un poco a ellos y cuando estuve a punto de pasarles por el lado choqué a Anthonella...

– Disculpa, no te había.... ¡ Hola enana !.

Ella puso los ojos en blanco y se acercó a saludarme con un ligero beso en la mejilla.

Un simple hecho que causó muchas corrientes de electricidad en mi delicado cuerpecito.

– Stein... — Estuvo a punto de presentarme al idiota de su acompañante pero el tiró de su brazo hasta ponerla a su lado— Jay, ¿pasa algo?.

Jay... así que el animal tiene nombre.

– Si, no quiero que te acerques más a él. Este fue el neandertal de ayer...

Parece que aquí alguien tiene otra versión de la historia.  Pero me alegra ver esos moretones en su rostro y esos cortes en los labios, veo que mis manos no sirven solo para...

Stein ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora