SEIS

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Estaba ignorando a James, no por la tontería del beso, ni nada de eso... Quería tomar mi propio tiempo para aclarar mi ideas y sentimientos hacía James. Y el ahora mismo se encontraba a unas cuatro mesas a la mía, mirándome con sus penetrantes ojos azules. Cuando estaba concentrada en el libro, la silla de adelante se movió para que alguna persona se sentara.

—¿Puedo saber por qué me ignoras? —La voz claramente de James, me hizo levantar la vista del libro.

—No te ignoro... no soy como las chicas que cuando las besan imaginan cómo será su boda... —Hice una pequeña pausa... para escoger las palabras indicadas. — Necesito tiempo para pensar...

—¿Pensar? ¿Qué cosa?

—Que es lo que siento por ti... —Se lo solté así, sin anestesia.

El bajo la cabeza, sus mofletes se colorearon de un rojo carmesí.

Me levanté rápidamente de mi silla, intentando ser delicada en el arrastre de mi silla para sentarme a su lado.

—Lo arruiné... ¿Verdad? —La voz de James se escuchó triste y hasta entrecortada, mientras apoyaba su espalda contra una estantería y se cruzaba de brazos.

—James Montgomery, ¿tú sientes algo por mí?

—¿Cómo? —me pregunto atónito James, sin creer que de mi boca había salido aquella pregunta.

—Tú me interesas Shun Pei, más de lo que te imaginas, pero si ese es un problema..., Me puedo alejar de ti, el hecho de que te sientas bien y segura es suficiente para mí.

—Solo quería saber esto.

—No entiendo...

—Si era verdad que te interesaba... A no ser que seas un excelente actor. —Volteé los ojos para después alzar su mentón sé y acercarme a él, tanto que podía sentir—, Tengamos una cita.

—¿Es en serio? —asentí—, ¿Puedes el viernes? ¿te recojo en tu casa?

—Está bien —Le sonreí y me levanté de la mesa... pero antes algo me paro de mi huida... un brazo que me tiro hacia él y me beso con calidez...

—Nos vemos pronto Musa. —Se despido James, justamente cuando su nariz estaba a centímetro de la suya, nuestras respiraciones chocaron entre sí.

—Nos vemos...

Caminé después de devolver el libro, me subí al auto bus y al llegar a mi casa subí las escaleras para dejar mi bolso. Cuando baje las escaleras, a donde se encontraba mi madre cocinando.

—Hola mami. —La saludé al entrar a la cocina.

—Hola hija. —Dijeron mis padres al unísono.

—Bueno familia. —Beso a mi madre para después besar mi coronilla. —Nos vemos, tengo que ir a trabajar.

—Hasta pronto, querido.

—¡Que te vaya bien, pá!

Mi padre tomó su carpeta y salió de casa.

—Mami.

—¿Hum?

—Voy a tener una cita con James... —Le comenté a mi madre.

—¡Pero qué dicha! —Grito mi madre eufórica.

—Pero ¿cómo debería vestirme? —Le pregunte bastante confundida.

—¿Para tu cita?

—Si...

—Pues vístete como quieras, se le ve que no le importara tu vestimenta. Si no que estés allí. —Explico mi madre limpiando el mesón.

Besar a un angel ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora