Cuando me estaba preparando para ir a dormir veo en la mesita de noche el collar que me regaló James, lo cojo y me quedo mirándolo. Me tumbo en la cama y me siento muy tonta. ¿Qué hago enredándome? No tiene sentido, este comportamiento solo sería lógico si yo sintiera algo... Solo somos amigos. Cojo el móvil y lo llamo como he querido hacer desde que me trajo a mi casa después de comer y beber.
—Hola mi princesa.
—Jumm, como que me está comenzando a gustar este cambio de apodos. —Hago una pequeña pausa para después continuar—, Aunque... Si yo besara un príncipe, seguro que acabaría convirtiéndose en rana, pues mi destino está más cerca de vivir en un pantano que en un palacio.
—Oh, no digas eso Musa. Para mí eres la princesa más hermosa. Eres mi princesa Aurora, de hecho, debería ir a tu casa a darte besitos hasta que cambies de idea.
—No me digas...—Me comencé a reír.
—Sí, eres muy hermosa. Y con solo verte la primera vez, quede embobado con tu belleza.
El corazón me late con fuerza, y únicamente siento como las miles de mariposas revolotean en mi vientre.
—Pues, James. Eres mi príncipe azul, mi ángel de la guardia, pero necesito su beso encantado. De mi primer amor.
—Sabes que soy capaz de ir corriendo a tu casa a dártelo.
Seguimos hablando hasta que tuvimos que despedirnos, ya que era más de la media noche.
Desde ya me estaba empezando a sentir mal por James, Para James solo soy la distracción de este momento, luego llegará otra. Tal vez con el juego se haya dado cuenta de la realidad y deja de decir tonterías. No digo que no quiero continuar a su lado, por eso no debería conllevar a renunciar a nada que solo te hace sonreír de solo imaginarse lográndolo. A veces me pregunto que necesito pasa saber dónde está mi sitio.
***
Me encontraba en mi salón de clase, aunque esta ya había terminado, pero, seguía en el salón pasando los apuntes. Hasta que sentía una mirada sobre mí, y al ver que se trataba de James, quien me miraba desde la puerta del salón, sonreí.
Él me observa feliz, yo amaba verlo así, amaba como sus ojos grises brillaban. ¿Qué habrá pasado que está tan feliz? ¿Sé irá antes de lo previsto? Lo dudo. Y cambio la mirada, pero antes de hacerlo noto como James se da cuenta de mi presencia y mira algo tras de mí, me vuelvo y veo a una joven muy conocida: FenMi mirar hacia donde está James, le sonríe y la sigo con la mirada. ¿Será pe...?
Cuando el profesor se va, me acerco a James y doy un tímido beso en la mejilla y luego lo cojo del brazo y caminamos al jardín de la universidad.
—¿Alguna buena noticia?
—Si, gracias a profesor Lei Nei me aceptaron en las prácticas en Elgoft Abogados.
—¡Oh!, ¡eso es genial! —Musite feliz por él, su felicidad era la mía.
—¡Si!
Como cada una vez al año, se agregaba otra vela más a el pastel, te hacía un poco más "viejo". Pero había algo extraño en ello que lo hacía que lo esperáramos con tantas ansias; según mis planes, este día sería normal... Ya saben, el pastel, la canción de cumpleaños, soplar las velas ¡y listo! pero James quería celebrarlo a lo grande. Lo cual me hizo salir un poco de mi zona de confort.
Cuando me despierto, a las doce de la noche. Sí, mi madre se empeñaba en ser la primera en felicitarme en mi cumpleaños.
—¡Feliz cumpleaños mi bebe, hoy hace veintitrés años te tenía en mi vientre, siempre me daba unos sustos esta muchacha por qué casi no se movía! Naciste un miércoles a las cuatro de la tarde, estabas tan hermosa con tus mofletes sonrojados y tus labios rosaditos.
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Besar a un angel ©
RomanceQue pasa cuando conoces a alguien en el momento en el que menos te lo esperas y te cambia de muchas maneras. Que sucede cuando la persona con la que menos nos hace imaginamos algo... Hace que el mundo de un giro de 180° sin retorno alguno. Esto fue...