DIEZ

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Tome los palillos que se encontraban en un cajon de la mesa y tome un fideo entre estos y lo acerque a mi boca, un delicioso sabor incomparable comenzó a recorrer mis papilas gustativas.

—Oh, esto es delicioso.

En ese momento, me sentí muy feliz. Gracias a mi madre... comía cosas de otros lugares diferentes a Corea,esi me hacía sentir muy satisfecha.

Lo que hizo que me sintiera triste fue que no pude ver a James, cuando salí del local de comida japonesa, me dirigí a una biblioteca. Estaba escribiendo una historia romántica... A pesar de que yo no me consideraba la más romantica —Según yo— pero era algo que siempre había querido intentar y estaba comenzando a implementar en mi vida.

Pero mire en mi calendario, aquel día se estaba acercando a pasos acelerados...

El día de la graduación, de hecho, faltaban semanas. Pero tenía la terrible angustia de que todo acabara con James, una parte de mi quería seguir a su lado... pero a la vez no lo iba a hacer renunciar a sus sueños.

Comencé a buscar algunos vestidos para la fiesta de graduación, iba a ser una pequeña fiesta en la universidad. Escogí un enterizo de color rojo y mangas larga y lo mejor de todo es que llegaría a pocos días. Pero tenía tanto dolor en mi corazón con la idea de separarme de James, algo dentro de mí no quería que viajara y que siguiera con lo que tenía planeado. Un nudo se posó en mi garganta y las lágrimas comenzaron a hacerse presente, ahora que estaba tan feliz, enamorada y quería dar el siguiente paso con James... el fin de nuestra relación se acercaba.

Me levanté de la silla de la biblioteca y me dirigí a mi casa, aunque decidí caminar a mi casa a pie... lo cual me sentó muy bien. Pensé en todo lo que me estaba pasando, que estresarme y pensar en el futuro no me traería nada bueno, tenía que vivir en el presente; no simplemente tendría que ser un adiós, ni teníamos tal vez que renunciar sobre nuestro amor.

En el camino para llegar a mi casa, me encontré con una grata persona de cabello rubio que estaba haciendo ejercicio y no pude evitar correr hacia el para besarlo, sentir sus labios sobre los míos en ese vaivén donde ya no era tan desconocido para mí, era el vaivén perfecto.

—Mi hermosa Musa —Murmura alegre James, para darme otro casto beso.

—¿Cómo te fue?

—Muy bien Musa, te parece que nos veamos más tarde cuando me dé un baño.

Asentí vi como James se alejaba de mí, se dirigía a su casa mientras yo me quedé allí embobada.

Al llegar a mi casa, una tonelada de nervios comenzó a recorrer mi cuerpo. El clima estaba a mi favor, estaba haciendo un poco de sol, pero igual estaba haciendo muchísimo frío.

Me bañe con agua caliente, la casa estaba sola y estaba corriendo de arriba para abajo, estaba algo nerviosa... creo que ese era el "efecto James". Cuando estaba lista con un pantalón que por debajo tenía unos leggins térmicos con una blusa manga larga y el buzo térmico hasta que sonó el timbre de mi casa, y salí corriendo. Casi me caigo en las escaleras.

—Hola Ángel.

—Hola Musa.

Tome mis llaves y cerré la puerta detrás de mí, vi las manos de James, no tenía guantes y eso hizo que me alarmara.

—¿Y tus guantes Ángel? —Quise saber algo preocupada, a pesar de que hubiera sol, el puto frío era insoportable.

—Se me quedaron en mi casa... —James llevó su mano detrás de su nuca, no me miraba a los ojos... ¿será que mi expresión es tan intimidatoria.

Abrí mi bolso de mano y saque un par de guantes con una tela super caliente y se la entregue a James.

—Es mi regalo.

Besar a un angel ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora