Besar a un angel ©

EPÍLOGO

James y yo nos encontrábamos en la jurisdicción casándonos, se encontraba mi madre, mi padre, mi hermana, Fen Mi, y mi suegra.

Estaba muy nerviosa, pero... ¡Me iba a casar con el hombre que me volvía loca y había vuelto mi mundo patas arriba!

Ahora se notaba un poco más mi abultada barriga de embarazada, lo que me hacía querer romper en llanto.

Me sentía tan especial el día de hoy, como si fuese una vez más la mujer más feliz del mundo.

Al estar allí frente al amor de mi vida, mi ángel, la persona la cual amaba con locura, mi corazón latía con fuerza.

—Te ves hermosa Qio Shun Pei...

—James Montgomery, ¿aceptas a Qio Shun Pei como tu esposa para amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?

—Acepto.

—Qio Shun Pie, ¿aceptas a James Montgomery como tu esposo para amarlo y respetarlo en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?

—Acepto.

El abogado nos dice nuestros derechos y deberes, lo que conllevaba firmar un documento tan importante.

—Según la ley de Seúl, los declaro legalmente marido y mujer. Por favor, firmen aquí y aquí —no señalo—, y aquí el testigo firma.

Y así lo hicimos, para después proceder a besarnos.

—Te amo —dije.

—Yo te amo muchísimo más, gracias por aceptar, seremos muy felices. —James me vuelve a besar.

Este oficialmente era nuestro primer beso como esposos.

Al separarnos nos acercamos a donde se encontraban nuestros padres quienes nos felicitaron. Al día siguiente viajaríamos a Londres a escoger una casa rápidamente y empezar a llevar el control de mi embarazo.

Estaba muy feliz.

CINCO MESES DESPUÉS.

James, se encontraba masajeando mis pies hinchados a causa del embarazo, pero lo dejaba hacerlo más que todo porque lo encontré viendo tutoriales de cómo dar un masaje a los pies de una embarazada.

—Gracias amor, eres el mejor.

Mi barriga estaba más grande que nunca, y descubrimos que estaba embarazada de una hermosa niña que iba a ser más que amada.

—Lo sé, musa.

Se levantó James para pasar a besar mi mejilla y acariciar mi barriga.

—Hola Shang Pein, soy papá.

Y si, nuestra bebita se llamaría Shang Pein porque sonaba igual que mi nombre e iba a ser fácil de pronunciar en Corea.

—Mira —tome su mano y la posicione en un lugar donde pateaba nuestra pequeña.

—Mi reina, ¿estás muy feliz de que papá te hable?

Sonreí al ver esta escena, me sentía tan feliz de tener a James a mi lado haciéndome tan feliz... Ambos teníamos la vista fija en mi barriga, ahora que me ponía a pensar... recuerdo la primera vez que mi vista se cruzó con la de James, sin saber que ahora estaría casada con él y a su lado.

Estaba ansiosa de conocer a nuestra pequeña y de vivir del día a día junto con mi esposo.

—Estoy tan feliz de tenerte aquí Musa, a mi lado. Estar casado contigo y que vayamos a tener a la bebe más amada del mundo —me comento mirándome—, Gracias por aceptar estar a mi lado, compartir la felicidad, tristeza, la salud y la enfermedad... te amo más que nada en el mundo.