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—Entonces te lo dejo.

—Gracias por tan agradable detalle, faraón.

—Iré con los soldados para examinar uno de los territorios anteriormente atacados.

—De acuerdo, rey mío. Por favor, ve con bien, y que los dioses te acompañen.

—Eres tan valiente al idolatrar a nuestros dioses delante de alguien que viene de Jerusalén.

—Mi rey, ¿quién se encuentra en la tierra de quien?, el ciertamente debe tener temor de sus amos y acatar nuestras órdenes, así como adoptar nuestras costumbres.

«¿Jerusalén? ». Pensó Taehyung, no teniendo la menor idea de que hablaban ambos.

Solo quería despertar de este absurdo sueño recurrente. Que, aunque no sucedía siempre lo mismo, se encontraba en el mismo sitio. Lo cual, era bastante raro, ya que Taehyung nunca se había considerado una persona especialmente soñadora, siempre olvidando lo que soñaba al despertar. Pero ahora era diferente, no sólo recordaba a la perfección cada detalle de sus sueños, si no que podía sentir todo lo que le sucedía en ellos; ya fueran los jalones, o los raspones y heridas adquiridas. Incluso podía percatarse de olores o aromas que se encontraban en el ambiente.

—Entonces te lo dejo. —Finalizó el faraón para salir de la habitación.

—El realmente parece intimidante, ¿no es así?

—No lo sé, en realidad no tengo miedo, porque se que esto es solo un sueño.

El hombre que Taehyung conocía como YoonGi, abrió sus ojos en sorpresa total. Antes de fruncir el ceño y acercarse de manera elegante y precisa hacia él. Elevó su rostro con una de sus manos, sus uñas clavandose con algo de fuerza sobre sus mejillas. Taehyung creía que estas probablemente sangrarian.

—Me estas lastimando...

—¿Que falta de respeto es esta? ¿Acaso no sabes quién soy yo?  ¿Realmente quieres morir?

—Dices ser la esposa del faraón, pero eres un hombre.

Taehyung escuchó un golpe sordo y lo próximo que supo era que su mejilla ardía, el dolor en su mandíbula comenzando a hacerse presente.

—No te he dado permiso de que hables. Únicamente responde mis preguntas, o de lo contrario, no dudaré en mandarte al calabozo.

Entonces Taehyung se sintió bastante furioso.

—¿Por qué sería encarcelado por defenderme o dar siquiera mi opinión? ¿Quiénes se creen todos ustedes para querer ordenar y decidir sobre las personas como si fuéramos objetos sin valor, o desechables?, escuchame bien. Yo jamás te voy a obedecer, ni a ti, ni al idiota grandulon con aires de grandeza. Y haganle como quieran, que yo de aquí, me largo ahora mismo.

Esa misma tarde fue enviado al calabozo, amordazado y encadenado, sin derecho a comida o agua por tres días. Taehyung comenzó a preocuparse cuando la luz de la mañana atravesó la herradura de la celda. Y aquella preocupación sólo empeoró cuando la noche cayó de nuevo y el hambre y la sed comenzaban a ser insoportable.

«¿Por qué no podía despertar? ».

No importaba cuanto lo intentara, simplemente no podía hacerlo. Y aquello sólo lo hizo percatarse de una cosa; estaba jodido.

Regresión ||TAEGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora