29 ᝰ

315 42 0
                                    

2/3

Jisung tenía una rutina de algunas pocas horas ocupadas por determinadas cosas; Por ejemplo los jueves, donde él iba todas las tardes luego del instituto al consultorio del doctor Kim. Era un hombre bueno, de anchos hombros y que cada día vestía una camisa diferente. Esa vez, era un celeste pastel... O tal vez un menta muy claro.

-¿Y bien Jisung qué hiciste en la semana? -preguntó el hombre cruzando sus piernas. El consultorio del doctor Kim tenía sus paredes pintadas de un cafecito que no aturdía a la vista, y los sillones beiges tenían una textura pastosa, mas eran bastantes cómodos a decir verdad.

Jisung lo observó y mordió sus labios con fuerza, pues aún no estaba seguro si debía o no hablarle de Minho. Fijó su vista en la estantería repleta de libros viejos más algún que otro florero. Además de morder sus labios, cuando estaba nervioso no era capaz de controlar los movimientos de su cuerpo; por eso, sus manos entrelazadas jugaban entre sí, como si fueran su soporte.

-Hay, un chico...

-¿Y qué pasa con ese chico? -siempre le resultó relajante escuchar la voz del doctor Kim. Disfrutaba cuando en vez de preguntarle sobre él hablaban de la vida.

-Se llama Lee Minho, pero le gusta que le diga Minho hyung porque me escuchó llamarle así a Changbin hyung y él también quería.

-¿Es un nuevo amigo? Cuéntame acerca de él.

-Bueno... Vive enfrente de casa y cada vez que voy a visitar a la señora Lee él está allí escuchando la lectura pero luego se va y no entiendo por qué, la señora Lee lee muy bien y no se traba como yo ¿Por qué dejaría de escucharla? Tal vez también le molesta que nunca termine de leer los libros para empezar uno nuevo ¡A mí también me molesta!

-Deben de tener muchas cosas en común.

-Sí... A él le gusta mantener las cosas en orden y a mí me gusta el orden pero a veces no sé por qué hace comentarios iguales a los que me dicen en el instituto ¡También toca mis cosas sin mi permiso! Le pedí que seamos amigos, pero ahora no quiero.

El doctor Kim asintió y sonrió. Hace tiempo que Jisung solo llegaba y hablaba de los mismo temas; sobre su relación con sus padres o su amigo Seo Changbin, el instituto o de su cotidiana vida. Ahora que su paciente había encontrado un problema nuevo en su vida le interesaba bastante el saber cómo es que iba a arreglarlo.

-¿Qué planeas hacer con él?

-Mañana iré con la señora Lee y Minho hyung estará allí, le diré que deje de buscarme porque no voy a abrirle la puerta ni dirigirle la palabra... Tengo entendido que a la gente normal le molesta cuando otros los ignoran.

-¿Y tú Jisung? -indagó el mayor.

-¿Yo qué?

-¿Te molesta que otros te ignoren?

No. De hecho suponía que todo sería más fácil si la gente comenzara a ignorarlo. Pero si sucedía entonces no tendría a nadie a quien manipular para conseguir sus caprichos.

-No soy normal, así que no me molestará.

Y ahí estaba la respuesta que el doctor Kim buscó a lo largo de cinco consultas. Intentar quitarle información de cómo se veía a sí mismo frente al espejo era un trabajo bastante complicado. Jisung hablaba mucho de su alrededor pero nunca sobre él en concreto.

-Jisung, tú eres normal. Tenlo presente todo el tiempo.

El menor asintió, claro que no le creía. Toda su vida escuchó como la gente lo llamaba y lo etiquetaba de anormal. Si todos lo decía, una sola persona (en ese caso el doctor Kim) que fuera contra la corriente no le haría creer otra cosa. Mas su vida comenzaba a ser una telaraña de mentiras para que "nadie se sintiera mal". Cada que abría la boca, las personas se sentían mal, su problema era que no sabía cuándo era que lo que decía comenzaba a afectar, por eso prefería ser alguien corto de palabras para no soltar nada extraño.

Aunque obviamente no era consciente de que su plan poco tenía de realizado. Detrás suyo había una fila de personas heridas por su culpa y el pobre ni siquiera lo sabía.

La consulta dio por finalizada y al salir del edificio no fue el coche de su padre quien lo recibió. ¿Por qué la señora Lee iría a buscarlo cuando no estaba programado que se vieran? Aquella era su matrícula, Jisung nunca la olvidaría. Sin embargo, cuando la ventanilla bajó, no fue el rostro de la mujer quien se asomó, sino el del pelinegro que lo atormentaba.

-Hola, Minho hyung.

-Sube, pequeño. Le prometí a tu madre que te traería de regreso -sonrió y sus dientes blancos alineados le resultaron admirables al menor.

-No puedo irme con usted, ya no somo amigos.

-¿Que...?

Ignorando al chico caminó por la vereda en dirección a la cabina telefónica que estaba en la esquina, detrás suyo el motor del auto lo seguía y dentro el pelinegro miraba sin comprender al menor. ¿Desde cuándo no era amigos? Inaceptable que eso sucediera ¡Aún le faltaba seguir cumpliendo con la lista!

-Jisung, hice una promesa, y las promesas siempre se deben cumplir cueste lo que cueste. Sube ahora o le diré a tu madre que caminaste solo por un barrio desconocido y peligroso.

El menor giró y pensó en las palabras del pelinegro. Mamá enojada era igual... A nada, no sabía cuando mamá se enojaba, para él ella siempre estaba igual.

-Haga lo que quiera, Minho hyung. No me subiré a su auto.

-¡Han Jisung, sube al maldito auto ahora mismo!

-Está bien.

Minho se sorprendió al notar lo sencillo que había sido aquello. Vio al menor acercarse al vehículo y abrir la puerta del asiento a su lado. Sonrió porque siempre le gustaba obtener lo que quería y Jisung le ponía las cosas extrañamente fácil. El chico era demasiado directo, pero a la vez un poco manipulable ¿Sería eso a causa de su enfermedad? Si así era entonces ¡Viva el autismo!

-¿De que te ríes? -preguntó el menor sacándolo de sus pensamientos.

-Oh... No me estaba riendo.

El chico a su lado lo miraba sin expresiones, era extraño, raro e incómodo ¿No podía ser un poco más normal? Era tan complicado tratarlo. Las calles de la ciudad estaban repletas de contaminantes y Minho no paraba de comparar la ciudad con el campo, se podría decir que estaba un poco melancólico al recordar toda su vida en casa de sus abuelos. Jisung no dejaba de observarlo y si el pelinegro miraba por el espejo retrovisor podía notar su rostro triste y no quería ocultarlo.

Pero el chico a su lado permaneció callado, analizando en silencio las reacciones del contrario. Minho decía que Jisung era extraño, pero Jisung recordaba que el doctor Kim le había dicho que tenían cosas en común. Eso podría tomarse con que era similares pero no por apariencia, sino por actitud ¿Entonces Minho era igual de extraño que él?. Aunque si lo pensaba determinadamente quizás no sería tan malo parecerse a Minho. Era lindo.

-Minho hyung -llamó el castaño.

El nombrado asintió en su dirección, dándole a entender que lo escuchaba.

-Usted es lindo.

워,♥︎𓂃 taehxxii 𝅃ᰥ 𖧧 🥛ꜝꜝ

𝑺𝒊𝒍𝒆𝒏𝒕 𝒃𝒖𝒓𝒔𝒕 ☼︎ 𝒎𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈 // ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora