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No porque hubiera dejado de llover hace día el cielo siempre se encontrara despejado. En aquella zona de la ciudad era normal que las nubes negras taparan cualquier rayo insignificante de luz que, a veces, podía llegar a ser necesario. Minho seguía recibiendo llamadas cuando de la mañana se hizo la tarde y de la tarde terminó siendo la una de madrugada y aún no había rastros de él.

Porque prefería quedarse como vagabundo sobre la banca del parque donde se encontraba, observando el cielo, fingiendo contar estrellas que eran muy poco visibles por culpa de la contaminación lumínica. Estaba preocupando a todos, a su madre, a Jisung, a Felix, Chan, y al resto que se acordara de él.

Cuando estaba así; solo, en silencio, divagaba mucho. Su cabeza volaba a extremos impensados y las preguntas que se formulaba no tenían relación alguno.

Si muero, me recordaran como Lee Minho y obtendré un funeral y las lágrimas de mis seres queridos, pero... ¿Por cuánto tiempo?

¿Cuánto tiempo obtendré toda esa atención antes que vuelvan a su rutina?

¿Con mi muerte me podría llevar a alguien a la tumba conmigo?

No era que pensaba seguido en el suicidio. Solo aquella vez. Y ni siquiera tenía intención de hacerlo. No sabía por qué pensaba en esas cosas. No sabía por qué su mente ocupaba tiempo en pensar en cosas que no le servirían para nada. Era más sencillo que comenzara a preguntar qué haría con Jisung.

—Minho, vamos ¿Sí? Deben de estar preocupados por ti —Jungeun nunca se había ido de su lado. La chica estuvo paseando con él todo el día y aunque ella misma se llevara problemas por no haber vuelto a su casa, prefería quedarse con el pelinegro que parecía no estar bien —. Si no quieres volver a tu casa, ven a la mía. No te preocupes.

—¿Nunca te dijeron que no debes invitar a extraños a tu casa a la una de la madrugada?

—Bueno... No especificaron la hora así que... Eres bienvenido. Vamos, no puedes quedarte en esta banca toda la noche, te vas a enfermar.

—Eres demasiado buena con un desconocido...

Ella infló su pecho y tomó lugar corriendo las piernas de Minho, luego las dejó sobre su regazo.

—No eres tan desconocido, cuando nos vimos por primera vez estabas haciéndo todo lo posible por conseguir ese pato. La segunda vez fue cuando estabas con ese chico distraído, me hablaste sobre ti y qué estudiabas y dónde. Ahora aquí me contaste tus problemas como si fueramos amigos toda la vida... Creo que el que debe comenzar a reemplantearse eso de hablar con extraños eres tú.

La risa de Minho a veces solía ser tranquila y risueña. Otras escándalosa y pocas veces sin gracia, falsa. Pero nos quedaremos en ese primer caso, en la risa risueña de Minho bajo las estrellas inexistentes de la noche y los faroles que parpadeaban porque la municipalidad no gastaba presupuesto en repararlos.

—Entonces... ¿Puedo quedarme en tu casa? Solo por esta vez.

—Mmh, aceptando la hospitalidad de un extraño, muy mal Lee Minho. ¿Si te doy caramelos te subes a la camioneta blanca?

Tomaron el primer autobus vacío que frenó en la parada, las luces negras daban ese ambiente tranquilo y un poco tenebroso. Ideal para dormir. Si no hubiera sido por Jungeun probablemente seguiría en aquella banca pensando y olvidando el sueño. Ahora era cuando se daba cuenta de lo cansado que estaba.

La casa de la rubia no era tan grande, tenía unas rejas negras y la pared blanca manchada con tierra y barro. Algunas que otras flores pero nada exigente. Lo que sí, era muy vacía. Al menos la parte exterior. Se veía vacía y eso la hacía parecer limpia y ordenada. A Minho le gustaba limpio y ordenado.

—No hagas ruido, si mis padres no se enteran de que traje a un chico a estas horas no nos harán nada.

—¿Debería preocuparme?

Tenían todo planeado. Antes que amaneciera Minho debía irse. Jungeun le preparó con colchas y almohadas una especie de cama y cuando ambos estuvieron en la hitación de la rubia entre la penumbra de la noche, Minho supo que no sería fácil dormir si no tenía una respuesta para Jisung.

—¿Qué harás con él?

—No quiero dejarlo. Recién comenzó todo y no puedo dejarlo. Pienso en ello y creo no poder vivir así. Es... especial, se volvió especial para mí...

—¿Si lo quieres tanto por qué creen que eres capaz de lastimarlo?

—Supongo que no soy estable... Sabes mi padre era anancástico y tenía problemas para el control de sus emociones... Capaz creen que podré ser igual a él. Ni siquiera sé dónde está ahora, mucho no me importa. De todas formas no nunca lo sabré, fue como si se hubiera borrado del mapa

워,♥︎𓂃 taehxxii 𝅃ᰥ 𖧧 🥛ꜝꜝ

𝑺𝒊𝒍𝒆𝒏𝒕 𝒃𝒖𝒓𝒔𝒕 ☼︎ 𝒎𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈 // ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora