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De no haber sido que el semáforo prendió su luz roja, probablemente Minho habría recibido miles de insultos y bocinazos por frenar de manera tan desconsiderada. Jisung no fue el primero ni el último en decirle que era lindo, pero nunca se lo había dicho de manera tan espontánea como el menor lo había hecho.

Quizás había oído mal, tal vez lo que Jisung había dicho era que era listo. Claro, eso podía ser, porque no creería que aquel pequeño que le hablaba y miraba con indiferencia le diera un cumplido.

-Sí, lo sé. Soy muy listo -dijo a la vez que ponía en marcha el vehículo cuando la luz verde se prendió.

-Dije que eras lindo, no listo -Jisung observaba las casas pasar a una determinada velocidad, y los segmentos de líneas blancas volviéndose una en la calle.

-¿Crees que soy lindo? -. Bien, no había lugar donde meterse, pues el menor acababa de confirmarle lo que suponía que no era cierto. Estaba nervioso, y no sabía cómo contestarle o cambiar de tema. Lo que más lo incomodaba era el hecho de que Jisung no midiera sus palabras ¿Al menos era consciente de lo que provocaba en las personas?

-¿Por qué me haces repetirte las cosas? Sí, eres lindo. No hagas un drama...

¡Yo no hago dramas!

-¿Alguna vez te han dicho que eres raro? -preguntó el mayor con la pura malvada intención de generar una innecesaria disputa.

-Me lo dicen todo el tiempo; tú y los chicos del instituto.

¿Lo molestan en la escuela? Pobre... A mí también me molestaban...

En lo que quedaba del recorrido por llegar al barrio de ambos, no mencionaron la antigua conversación. Minho estaba bastante intranquilo con la presencia del menor en el auto, el silencio le parecía aturdidor. Jisung no hablaba ni mencionaba algo fuero de lo usual y Minho difícilmente podía mantener sus manos secas mientras presionaba con fuerza el volante.

En el cielo las nubes grises alertaban una posible tormenta que por lo que el mayor suponía sería ruidosa y perduraría por largas horas. Eso lo había aprendido de su abuelo, el color de las nubes decían mucho y ayudaba a saber si debían proteger los cultivos y entrar las maquinarias. Hablar del clima siempre lo había visto como un chiste cuando la pareja ya no tenía temas del qué hablar, pero precisamente creía que si una sola palabra salía de sí, se guardaría como un momento demasiado embarazoso. Era mejor guardar silencio, aunque poco le gustara.

En cambio, en el menor, era diferente. Pensaba que quizás Minho no tenía ganas de hablar con él, o tal vez se había aburrido. No le importaba, pero tampoco podía sacar de su cabeza al mayor. Hasta donde lo conocía, tenía la idea de que a Minho le gustaba hablar, mas no escucharlo a él. Quizás los temas que a Jisung le gustaban no eran ni siquiera similares a los de Minho

Miró por la ventanilla y el cielo gris le pareció encantador. Últimamente muchas cosas le parecían lindas, no entendía el por qué, pero tampoco se molestaba en buscarle una respuesta a todo lo que le pasaba. Mas en aquellos días no paraba de analizar a las personas a su alrededor. Entre ellas, Lee Minho; el chico que vivía enfrente y no paraba de aparecer en su vida de imprevisto.

-En el noticiero dijeron que caería granizo... -mencionó Jisung sin mirar al mayor -En casa, cuando el granizo pega contra el techo, hace mucho ruido... Los truenos también hace mucho ruido...

-¿No te gustan las tormentas? -Aún seguían en el centro de la ciudad y hasta su barrio quedaba media hora de recorrido. Posiblemente la tormenta los alcanzaría, y Mimho esperaba que el granizo se tomara su tiempo porque, una abolladura al auto de su madre en sus manos, sería lo último que vería antes de que la mujer lo asesinara.

-Changbin hyung se queda conmigo cuando llueve, me abraza y espera a que me duerma para dejar de hacerlo... Supongo que tienen miedo a que me de un ataque de pánico, pero hace tiempo que no tengo uno... No sé de qué se preocupan.

Estúpido Changbin hyung. No lo pensó, nunca pensaba lo que hacía o decía, pero eso ya está más que claro en todo lo que iba de la historia.

-¡Yo puedo abrazarte si quieres! -exclamó olvidando prestar atención a la ruta, sólo para mirar al menor y que este también se girara a su dirección. Las veces donde Jisung se quedaba observándolo sin que pareciera que en realidad no existía se habían vuelto dignas de guardar en sus recuerdos. Porque había veces que Jisung miraba, pero a la vez sus ojos parecían perdidos y concentrados en nada.

-No. Sólo Changbin hyung puede tocarme.

Entonces que Changbin hyung sea quien te lleve en su auto la próxima vez que tu madre no pueda venir a buscarte. ¡Ah cierto! No tiene.

-Entonces la próxima caminas bajo la lluvia, niño.

Era un hecho, Jisung jamás medía sus palabras.

El cielo gris se iluminó de repente y ambos chicos pensaron; Un trueno. El mayor al saber que al chico a un lado suyo le aterraba y el menor por no tener los brazos de su hyung rodeándolo y susurrándole que todo estaba bien y que jamás lo soltaría. En milisegundos después de la luz, el sonido alertó sus sentidos y al poco tiempo las primeras lágrimas del cielo comenzaron a caer a la tierra.

Jisung suspiró e incoscientemente se abrazó a sí mismo, si cerraba los ojos podía visualizar los brazos de Changbin sobre su cuerpo y su voz cerca de su oído. Pero lo único que había en su mente era oscuridad, y cerca de sus oídos sólo llegaba el sonido de la lluvia al golpear contra la ventanilla, el ruido del motor y la respiración de Minho. Otros sonidos; tales como el del volante al girar, la palanca siendo movida, los truenos de fondo, las ruedas contra el pavimento y la fricción de sus ropas al sus cuerpos moverse.

Minho notó que el menor ya no respiraba con tranquilidad y por poco llegó a sentirse mal por sus palabras, pero luego recordó que el chico no tenía compasión con nadie y las ganas por ayudarlo desaparecieron tan rápido como llegaron.

-"Arriba, en la montaña melancólica, hay un árbol de plástico -la inocente voz ajena a Minho era un murmullo que escapaba de los temblorosos labios del castaño en el asiento del acompañante -... ¿Estás aquí conmigo?"

El mayor no dijo nada, no pensaba interrumpir el canto porque la voz del menor era un susurro que calmaba su corazón. La letra le sonaba, pero necesitaba de más melodía para sacar la canción, y quizás acompañarlo.

-"Simplemente mirando el día de otro sueño" -otro trueno se escuchó desde lejos y el cuerpo de Jisung se contrajo aún más, su voz comenzaba a ser forzada y el canto era más alto. Minho comenzó a asustarse, Jisung le había dicho que no tenía un ataque hace tiempo pero ¿Cuántas probabilidades existían de que estuviera sufriendo una crisis en ese momento? - "Bueno, tú no puedes tener lo que quieres...-

"Pero me tienes a mí"

Ambas voces se acoplaron a la otra, Jisung abrió sus ojos rojos del llanto que venía reprimiendo y observó a Minho conducir sin prestarle atención. Él acababa de acompañarlo en la canción que su padre siempre le cantaba cada que tenía un ataque cuando era pequeño y eran más difícil controlarlos.

-"Entonces establezcámonos y veamos, amor..." -siguió el pelinegro reconociendo que el menor se había callado al escuchar su voz -"Porque tú eres mi medicina cuando estás cerca de mí... Cuando me tienes a mí...

Hubieron otros truenos, pero Jisung no los escuchó. Minho jamás dejó de cantar y el menor nunca le siguió la letra. Parecía estar concentrado en la voz del pelinegro y al estarlo todo aquello que lo atormentaba fuera del auto parecía inexistente. Escuchar a Minho cantar era olvidar que afuera el sol se había ocultado detrás de grandes nubes negras y ni siquiera el trueno más ruidoso de la tormenta callaría la dulce melodía que era la voz de Minho. Luego de su padre, Jisung jamás se había interesado en otra voz para cantar su canción. No hasta ahora.

워,♥︎𓂃 taehxxii 𝅃ᰥ 𖧧 🥛ꜝꜝ

Si me equivoqué en algún nombre o se me fue un hyunjin o un jeongin, pls díganme, se los agradecería mucho!💗

Byee!💌

𝑺𝒊𝒍𝒆𝒏𝒕 𝒃𝒖𝒓𝒔𝒕 ☼︎ 𝒎𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈 // ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora