Parte sin título 13

11 0 0
                                    

Solo quiero decirte lo que me gustas sin que lo sepas ¿Hay posibilidad?

Hice esto por mucho tiempo, muchos años sin darme cuenta el daño que me estaba haciendo. Otro motivo para odiarme, pero no a tí. Siempre se me inculcó la idea del amor puro( y usualmente sufrido, gracias a clamp), escuchando muchas historias y consejos de adultos, pensamientos de profesores , siempre por un mundo mejor.  Información que hizo que generara mi propia concepción del amor. Sí, puro. Pero hasta qué punto. Siempre el conocer a una persona es un factor fundamental , un pilar. Del cual partí. No apenas me gustaste, sino  al darme cuenta que la situación me permitía hacerlo. Pues antes de que todo esto empezara y enterarme que al fin te correspondían, me empezabas a gustar. Justo aquel día que coincidimos con el mismo estilo de casaca negra pegada, valla incomodidad la que surgió de las palabras de una buena amiga : ¡Casacas de pareja!

No dí ni un vistazo al futuro. Solo a ese presente , donde temblaba con la idea de llamarte para formular nuestro plan , de ayudarte (y por dentro ¿yo? ¿hablando con un chico? supere mis nervios tras muchas llamadas para que no se me hincara el estómago al ver tu número en mi teléfono y la vergüenza de que mi familia pensara mal al verme. Lo peor era siempre tener que fingir para que no me escucharas con nervios). Me pareció muy interesante tener la oportunidad de evaluar a un chico cuando realmente le gusta una chica, qué tan profundos eran sus sentimientos y si era cierto que ellos se podían enamorar tanto como nosotras. No me arrepiento.                                                                                                                                                                         Pasaron los meses y pude apreciar mucho de tí, tus nervios, tus ojos brillosos, cuando tus manos temblaban, y sobre todo tus palabras para expresar tus sentimientos. Hasta que un día sentada frente a tí te miré a los ojos, sentía la taquicardia que se me venía. Fue la primera ves que quería saber que había mas allá de esa emoción de mirar tus ojos y desviar los míos. Afortunadamente mi corazón volvió a latir con normalidad después de esos (quizá) 10 segundos en los que no quería que nadie cuenta de lo que me pasaba. De ese momento recuerdo tus cejas pronunciadas más que tus ojos negros.                                                                                                                  Aunque los días en que ya no te vería a diario (o quizá nunca) se acercaban ,simplemente pensé que algún día desaparecía este sentimiento y conocería a otras personas : el típico transcurso de la vida seguiría  y esto solo serían sencillos arrebatos de niña.

Pasaron un par de años ,dándose la oportunidad de ayudarte  nuevamente, para que esta vez ambos tengan la oportunidad de decir sus sentimientos y al fin se dieran una oportunidad. Por mi lado me sentía feliz de que pudieran hacerlo: siempre sentía que era mi deber después de todo , pero también que no podía verlos juntos. No sabía que es lo que yo pudiera sentir y si es que en verdad me haría daño, de seguro volvería a fingir y cuando me encontrara sola en casa mi cabeza no me dejaría en paz como siempre .  Afortunadamente eso nunca pasó. Los problemas familiares  de esos años tomaron la principal importancia, y el más mortal efecto. La pandemia significó muchos cambios en mí, donde creo que todos vimos detenido nuestro tiempo (y demás estragos). Y que cuando te viera sería algo normal.                                                         El tiempo no me dió la razón cuando te ví durmiendo frente a mí: tos ojos cerrados, tus pestañas hacia abajo, tus labios pequeños y tu nariz respingada que terminaba redondeada, por si fuera poco dormiste un rato apoyado en mi espalda ( ¡disimula!) . Sentí que ese era el mejor regalo que diste sin querer. Pero otra vez tenía que ocultarlo frente a los demás y disimular muy al estilo de años atrás. Finalmente creí que no te vería en mucho, mucho tiempo y antes de irte decidí tocar tu nuca "total, nuca lo sabrá y seguiré con mi vida", ese día fue como escapar  sumergirme en un sueño que igual iba a acabar. No me hice la pregunta ¿Seguiría sintiendo esto si te veo la próxima vez?

Acabo de recordar que tengo tu voz grabada en mi celular de ese entonces(sin batería, por que de tenerla ya te hubiese buscado), cuando cantabas frente al mar esa noche de invierno, la neblina me hacia sentir en un sueño mientras que el frío me hacia pisar la realidad. Coincidentemente era una canción que canté alguna vez pensando en mi primer crush a los diez años, pero ya no era una niña ingenua.

No pensaba llamarte ese día, pero no me contestaron la primera llamada. No sé en qué momento pero ya quedamos en que vendrías. Cuando colgué, francamente no creí que estaba pasando. A pesar de que mi cerebro no  se enfocaba en lo que realmente significaba, pues llamar solo fue  un intento de recuperar mi manera de comunicarme con los demás, estaba tan sola que el hecho de pronunciar palabras era casi escaso en esos días.                                                  Demoró un poco, pero llegaste. Decidí entusiasmarme tanto ese día  ¡Que va! ! ¿Vuelvo a tener la capacidad de sentir? Eso era lo primero que quería recuperar para ser la misma de antes (por cosas que pasaron en meses anteriores) y no me importaba total no te volvería a ver y ahí acabaría todo de nuevo. Se supone. Ese día hice el ridículo yendo a donde creía que te encontraría, sin querer confirmar primero si vendrías. Adivina que comía mientras que me escribías, sí , justo papa rellena (lo que tú también) aunque te halla mentido diciéndote otro plato para no sentirme mal. No pensé que llegarías la siguiente semana. Ordené toda la casa sin pensar en qué comeríamos. Solo comiste arroz. 

Agarraste mi celular para buscar ahí algo que te serviría, por tus propias palabras te dio algo de tranquilidad (y yo te quería tirar una naranja, frené mi capacidad de renegar como lo hacía involuntariamente hace meses, como me arrepiento por que realmente te lo merecías). Lo que vino después fue justo lo que quería descubrir, y lo que a la vez me gustaba de tí (siento que esto sea algo bizarro). Al fin conocí su historia después de ayudarlos, fue lindo ver como se ponían tus ojos al contarlo y como siempre yo dando toda mi atención, aunque no hallas tenido un buen fin. No lo reconocerás pero  sé que sigue en tu mente.

Y  yo recordando lo de siempre, ¡Disimúlalo ya ! Cuando te ibas, casi involuntariamente acaricié tu cabeza y la choqué con la mía , te asusté supongo. No esperé que citaras un verso  largo de una película, aunque hubo más de una indirecta ese día, supuse que solo querías algo nuevo, no era conveniente. 

Mis pensamientos se iban a cada posible resultado de tus palabras, en el fondo me quedó un cosquilleo mental que me afectaría pocas semanas después.

La sola idea de decirte lo que he sentido por todo este tiempo se me cruzó cuando sabría que había la posibilidad de verte de nuevo, no me dejó durante dos meses. Solo me lo permití un vez, ¡Tonta! fue suficiente para poder dejar salir todo lo que quise ocultar durante mucho tiempo. Cada tarde, en cada tarea, cada madrugada hasta antes de dormir, hasta dos noches sin hacerlo, por el simple hecho si saber si debería o no decirlo, para cerrar ese circulo. 

Mientras ensayo una canción para catar en secreto, se acortan los días para verte. Que será de mi.



Azul O Ámbar (Sakuraxsyaoran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora