Odio al teniente Astrof, al sonido de las bombas, a las camas en las que dormimos, en general, a todo lo relacionado con esta guerra.Llevamos tres días en el campo de batalla, no puedo más. Apenas comemos y dormimos. Matt y yo tenemos la misión de infiltrarnos en el campamento del enemigo y recoger todos los datos posibles sobre sus armas.
No hemos conseguido dar con su escondite. Al principio creía que estarían bajo tierra, pero me equivocaba. Mientras nuestro compañero de misión duerme, Matt y yo le observamos.
No sabemos su nombre ni por qué le habrán encargado este trabajo. A mí porque tengo una buena capacidad espacial, a Matt porque encuentra escondites hasta en un campo desierto, pero él, es un chico de nuestra edad, menudo, flaco y muy callado.A la mañana siguiente, nos ponemos en marcha los tres para seguir avanzando. Por fin veo el final de este frondoso bosque, llevamos en él ya dos días y medio.
Después de unas horas andando por un campo completamente desierto encontramos unas rocas que nos servirán de escondite y paramos a comer. El chico que nos acompaña se pone a dibujar números en el suelo, parecen medidas. Mientras Matt recoge las cosas, me subo a la piedra más alta y miro a través de los prismáticos. Veo un bulto, muy grande y rectangular. Termino de trazar nuestra ruta y nos ponemos en marcha.
Llevamos ya varias horas andando y ese bulto que veía a lo lejos no lo hemos divisado todavía. Cuando empiezo a creer que ha sido todo fruto de imaginación lo vemos. Allí, a lo lejos, una especie de muro.
Sin pensarlo, los tres empezamos a correr hacia allí. Y al llegar, nos detenemos en seco. Una gran puerta está frente a nosotros. Por fin hemos encontrado lo que estábamos buscando, pero, ¿dónde está el enemigo?
Por primera vez, nuestro compañero habla, y responde a todas las preguntas que se nos estaban pasando por la cabeza.
- Al otro lado de la puerta
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Nos vemos luego
Teen Fiction"Una guerra, un enemigo desconocido, un vuelco inesperado en la vida de Jane Beesley"