Me despierto sobresaltada, rápidamente me asomo a la ventana de mi habitación y luego miro el calendario. 15 de septiembre, hoy es el gran día, la guerra ha sido un sueño y siento como sí el mundo me hubiera dado una segunda oportunidad. Una oportunidad para cambiar las cosas, para creer en mí misma, para cambiar a mejor, tengo que dejar de ser la niña engreída y consentida de la familia Beesley, tengo que decirle a Will cuanto lo necesito en mi vida y cuanto lo quiero, sí, lo quiero, me he dado cuenta en el sueño.
Un montón de preguntas recorren ahora mi cabeza: ¿existirán Emma y Kurt? ¿De verdad Will daría la vida por mí? Son tantas que algunas no llegaré a responder nunca. Necesito pensar tranquila en este sueño y en lo que van a cambiar las cosas a partir de ahora.
Me pongo lo primero que hay en el armario y salgo corriendo a la calle. A lo lejos le veo, a él, a ese amigo que estará siempre ahí pase lo que pase, a ese chico que me saca una sonrisa cada vez que le veo, a ese que me soporta en las buenas y en las malas, a ese chico del que estoy enamorada, a Will. Él acaba de salir de su casa, con su pelo alborotado y sus ojos preciosos me mira y me sonríe.
Y entonces me doy cuenta de la suerte que tengo, porque tengo delante a la persona más increíble de este mundo, y lo mejor es que sé que ha soñado lo mismo que yo.
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Nos vemos luego
Teen Fiction"Una guerra, un enemigo desconocido, un vuelco inesperado en la vida de Jane Beesley"
