Estamos perdidas, hace mucho frío y no tenemos muchas más previsiones. Tenemos que encontrar la central ya.Llevamos andando dos días, ya habrán notado en el hospital que no estamos y nos estarán buscando. Tenemos que darnos prisa.
Justo en el momento ene l que me iba a rendir e iba a dar por perdido todo, noto cómo vibra el suelo, la central está bajo tierra. La hemos encontrado, hemos llegado.
Seguimos a unos soldados que no parecen darse cuenta de que somos chicas. Eso me alivia, quiere decir que estamos bien disfrazadas.
Me quedo impresionada, esto es enorme. Los soldados se desvían a la derecha y nosotras les seguimos. Llegamos a una pancarta enorme con muchas flechas y vemos el sitio que estábamos buscando, "el Campo de entrenamiento y preparación".
Nadie nos pregunta ni nombres ni nada. Al entrar vemos a muchos niños entrenando, en ese momento solo una persona pasa por mi cabeza: mi hermano Bram.
Emma y yo recorremos toda la sala, sus hermanos al tener dos años más que Bram están pisos más arriba así que decidimos separarnos.
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Allí está, tan pequeño como siempre. Me acabo de dar cuenta de que tengo los ojos llenos de lágrimas. Intento ir despacio para no llamar la atención, le pongo la mano en el hombro y él se gira sobresaltado. Por un momento creo que no me va a reconocer, pero de repente se pone a llorar y me da un abrazo lleno de alegría.En sus ojos veo que ya no es el niño de siempre, que se ha hecho mayor de un momento a otro y yo no he estado ahí para verlo.
Bram me ha puesto al día de todo. El tampoco sabe quién es el enemigo. Por la mañana entrenan y por la tarde ven estrategias de combate. Había pensado en escaparse pero ningún amigo suyo se atrevió a hacerlo.
Antes de la cena nos juntamos con Emma y sus hermanos. Ahora que están todos cenando tenemos que ponernos en marcha. Pero antes de salir Bram se para :
- ¿Qué pasa?- pregunto aturdida
- No puedo irme, no quiero. Necesito ayudar a todos los soldados que están luchando por nuestro país. Por primera vez me doy cuenta de cuál es mi sitio en esta guerra, y está aquí.
No puedo hacer nada para hacerle cambiar de opinión. Antes de salir, me giro por última vez y veo al Bram de siempre, con sus pecas, su brillo pícaro en los ojos y su melena despeinada ; pero a la vez veo a un hombre valiente y seguro de sí mismo.
Le digo adiós con la mano y le lanzo un beso, luego doy media vuelta y salgo dejando a mi espalda la central.
Emma ha decidido volver al hospital con sus hermanos y buscar allí a su hermana más pequeña.
Así que me quedo sola, en mitad de un campo enorme y perdida, pero con un solo objetivo: encontrarle.
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Nos vemos luego
Teen Fiction"Una guerra, un enemigo desconocido, un vuelco inesperado en la vida de Jane Beesley"