A Gulf Drimer no le interesa el matrimonio y mientras lleve honor a su tribu su padre no le exige más, cómo es el Kunatap su deber es viajar y ayudar al Karalis cosa que hace con gusto y dedicación. En unos de sus viajes se cruzan con Mew Drastu re...
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Ruby estaba furiosa, cada regalo que Mew le había dado lo tiró todo al suelo, rompiéndose cada uno en mil pedazos.
—¡Mi rey, cómo pudo hacerme esto!
—Señorita cálmese.
—Esmirna, cómo quieres que me calme, él me dijo que estaba prohibido casarse con una concubina y ahora resulta que se comprometió y se casó en la misma semana, y ahora resulta que yo debo llevar el cojín con sus joyas cuando la madre reina inicie la ceremonia.
Esmirna internamente sonríe ya era hora que Ruby bajara de su nube.
—Debe recordar que somos concubinas de Drakata, prostitutas que tuvimos suerte de que el rey nos escogiera.
—Tú serás prostituta, yo no, el primer día que entré a trabajar con franzua el rey me vio y me escogió.
—Lo eras, aunque te duela, en cambio, ese concubino era un Kunatap, el tercero con más poder político de todo un imperio, en Damasqui hay dos tipos de concubinos, los regalos y los esclavos que son comprados, y el consorte fue un regalo de unos jefes importantes del imperio.
—No llega y ya le estás lamiendo la botas.
—No me queda de otra, todo esto le pertenece y yo soy un sirviente.
Ruby de la rabia la tomó por el pelo.
—Este palacio es mío y tú mi sirviente.
—Señorita, me lastimas—se queja la joven.
Ruby la tira al suelo y dice:
—Limpia todo, luego prepara mi baño.
Esmirna enfadada asiente.
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El palacio esperaba a los reyes con emoción, en especial Meidrina la cual se encargó personalmente de supervisar que el gran salón donde serían recibidos los invitados estuviera listo.
—Está noche será recordada por todos los monarcas que serán invitados—dice rebosante de alegría mientras sonríe—luego mira a su hijo menor—sabes que ya no vivo en palacio, tú debes encargarte de que tu cuñado, Gulf, se sienta en casa.
