El pelinegro se encontraba en la barra de la cocina, con la frente apoyada en el frío mármol y los brazos rodeando su cabeza. Desayunaba en casa de sus amigos, pues el dueño del restaurante donde trabajaba había decidido cerrar unos días por asuntos personales.
En realidad, no tenía apetito. Ni siquiera había tenido ganas de salir de la cama. Si no fuera por el par de enamorados que vinieron a su departamento y lo sacaron casi a rastras, seguiría acostado.
Había pasado la peor noche de su vida. Ni siquiera las interminables noches sin dormir se comparaban con aquella. Se sentía horrible por lo sucedido con Gun. Todo iba de maravilla hasta que cometió el error de besarle. ¡Maldita sea! ¿Por qué lo hizo? Era obvio que Gun aún no estaba listo. Off había sido un estúpido que no pudo contenerse y ahora había arruinado todo lo que había logrado. Había echado por la borda la confianza y cercanía que había empezado a construir.
—Off, ¿vas a contarnos qué te pasa? —preguntó New, mientras servía un omelet con champiñones en un plato.
—No me pasa nada —respondió sin despegar la cabeza de la superficie de mármol.
—Eso ni tú te lo crees —dijo Tay, sentado justo enfrente, listo para comer de su plato.
—Esto es por ese chico, Gun, ¿verdad? No nos has contado cómo te fue. ¿Le gustó la chaqueta? —preguntó New, colocando la última porción de omelet al lado de Off.
—Sí, le gustó mucho. Inclusive derramó unas lágrimas de emoción —finalmente levantó la cabeza y miró a New, que estaba en la cocina.
—¿Eso no es genial? Entonces, ¿cuál es el problema? —inquirió New, mientras se sentaba y observaba a su amigo jugar con el omelet.
—El problema es que todo iba excelente hasta que cometí una estupidez y ahora estoy peor que al principio —se quejó Off.
—¿Qué fue eso tan terrible que hiciste? —preguntó Tay, mientras comenzaba a comer sus waffles.
—Lo besé —confesó Off, rascándose la cabeza con frustración. New lo miró desconcertado. Para él, eso no parecía tan terrible; de hecho, si te gusta alguien, besarle podría ser maravilloso. Algo no cuadraba con el chico que veía Off. El hecho de solo poder verse a medianoche en el parque siempre le pareció raro, aunque nunca lo había mencionado.
New era consciente de que si Gun tenía un padre violento o sufría algún tipo de abuso, era normal que actuara de manera extraña y fuera retraído. Pero se preguntaba por qué nunca le había pedido ayuda a Off o, si podía salir en medio de la noche sin que su padre se diera cuenta, por qué nunca había intentado huir.
En definitiva, sentía que el chico escondía algo, y estaba decidido a descubrirlo.
—Eso no me parece algo terrible —la voz de Tay sacó a New de sus pensamientos. Off terminó el bocado que tenía en la boca y le respondió.
—Lo es. Gun no estaba listo aún, y yo me aproveché del buen momento que habíamos pasado y de lo feliz que estaba con la chaqueta. No sé qué estaba pensando. Me pidió que ya no nos viéramos más. ¿Pueden creerlo? ¿Cómo podría no verlo más? ¿Cómo podría vivir sin Gun? —se pasó las manos por el cabello, tirando de él con frustración.
—Escucha, Off, entiendo que le haya molestado que lo besaras de sorpresa, pero creo que exageró con su reacción, ¿no crees? No era necesario ponerse así ni pedirte que ya no se vieran. ¿Acaso no le importas? —dijo New, perdiendo un poco la compostura mientras terminaba de servir el desayuno.
—Escuchen, tranquilos. Pienso que ese chico está lidiando con problemas que ninguno de nosotros conoce —dijo Tay, terminando su desayuno y levantándose para poner los platos en el fregadero.
—Lo sé, Tay. Y he intentado averiguarlo, pero siempre tiene un escudo. No logro que me diga mucho. Y ayer, cuando finalmente estaba empezando a confiar en mí, arruiné todo —se quejó Off, pasándose nuevamente las manos por el cabello, tirando de él con desesperación.
—¿Has intentado visitarlo durante el día? Sé que te dijo que solo fueras por la noche, pero tal vez, si hablas con su padre o con alguien más, puedas averiguar algo —comentó New con curiosidad.
—Lo he hecho, pero durante el día parece que nunca hay nadie. Tal vez Gun está en la escuela o trabajando mucho, no lo sé —respondió Off, su frustración evidente.
—Lo peor es que hasta ahora jamás lo he visto con golpes o signos físicos de violencia. Sé que también existe la violencia psicológica y otros tipos más, pero no sé. Ni siquiera estoy seguro de que tenga que ver con su padre. Jamás he visto nada —su cabeza le estallaba. No podía comer más. Había estado reflexionando toda la noche y aún no sabía qué podría estar sucediéndole a Gun.Lo que sí tenía claro era que estaba completamente enamorado de él. No era una ilusión o un sentimiento pasajero. De alguna manera, Gun se había metido en su corazón desde la primera vez que lo vio, y ahora no podía imaginarse alejándose. Aunque no supiera exactamente qué le ocurría, algo sí sabía: Gun lo necesitaba. Lo podía ver en su mirada, y no lo abandonaría, aunque él se lo pidiera.
—Está bien, Off, tranquilo. Somos tus amigos y, sea lo que sea que decidas hacer, te apoyamos. Sé que todo mejorará —dijo New, retirando el plato a medio comer que le pertenecía a su amigo.
Después de esa charla, decidieron cambiar de tema y salir a dar un paseo para distraer y animar a su triste amigo. Sin embargo, no sirvió de mucho, pues en todo momento Off seguía pensando en el castaño bajito con hoyuelos.
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Pov NewLlegamos a casa después de intentar animar a Off con un paseo, pero no lo logramos. Tras una hora, nos dijo que no tenía ánimos y prefería regresar a su hogar para dormir un poco. Me siento muy mal por él; aunque nunca fue el hombre más alegre del mundo, estos últimos días ha estado completamente diferente, y sé que se debe a Gun. Realmente está enamorado esta vez, y me da tristeza que todo siempre tenga que ser tan complicado para él.
Me gustaría que encontrara algo hermoso como lo que tenemos Tay y yo, pero parece que la vida siempre le juega en contra.
—¿En qué piensas, hermoso? —la voz de Tay me sorprendió, sacándome de mis pensamientos. Me abrazó por detrás, y yo me volteé para abrazarlo por el cuello.
—En Off. Me siento mal por su pelea con ese chico —dije mientras me recostaba en su hombro, él acariciaba mi espalda.
—Se veía tan ilusionado estos días, y verlo tan decaído no me gusta. Es nuestro mejor amigo, y me gustaría que por primera vez las cosas le salieran como él desea —le confesé mientras él me abrazaba con ternura.
—No tienes por qué sentirte así. Ese chico está pasando por algo malo, y Off es muy perseverante. No importa cuántos problemas se le presenten, él no se dará por vencido. Lo resolverá —dijo Tay, dándome un beso en la frente.
—Y no reflexiones de más, te conozco. Sé que, aunque aprecias mucho a Off, sientes culpa por el hecho de que ambos fueron huérfanos y tú fuiste adoptado por una familia maravillosa y rica, que te dio una vida llena de felicidad. Él no tuvo esa suerte. Eso no es tu culpa, mi amor, jamás lo será —Tay me conocía mejor que nadie. Otro en su lugar podría haberse puesto celoso por mi reacción, pero él entendía perfectamente la naturaleza de mis preocupaciones.
—Sé que eso tiene que ver, pero no es lo único, Tay. Ese tal Gun oculta algo muy grande. Tengo un mal presentimiento con él; siento que si no ayudamos a Off, podríamos perderlo de alguna manera —dije, refugiándome en su pecho mientras él me abrazaba más fuerte.
—Eso no pasará, New. Es nuestro mejor amigo y él sabrá cómo resolver la situación. Sé que es inusual, pero lo hará. No hay que presionar; solo tenemos que estar cuando él nos necesite, ¿de acuerdo? —me miró con confianza, y yo asentí con la cabeza. Él me apretó más fuerte, y así nos quedamos, abrazados, durante un largo tiempo.
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The mirage of Gun
FanfictionOff jumpol un hombre de 20 años soltero y huérfano que trabaja para sobrevivir, sufre desde hace un tiempo un terrible insomnio. Una noche desesperado por no poder dormir decide salir a dar un paseo sin importarle la hora que es y sin saber que ese...