—Hola, Gun —saludé con tono calmado.
Había pensado en muchas maneras de saludarlo, pero decidí que lo simple sería lo mejor. No quería arruinar el momento con nerviosismos innecesarios.
Él levantó la vista y se puso de pie.
—Pensé que tal vez no vendrías —comentó con un tono que me resultó difícil de interpretar.
—¿Por qué no lo haría? —pregunté, confundido, ya que había sido yo quien insistió en verlo.
—No hay nada en este mundo que me hubiera hecho no venir a nuestra cita, ni siquiera si me estuviera muriendo—
—No lo repitas de nuevo, por favor —le pedí, notando un toque de incomodidad en su voz.
—Está bien, disculpa. Sé que tal vez no sea una cita, pero espero que pronto pueda serlo —le respondí con una sonrisa. Él me miró, sin decir mucho, y decidí cambiar de tema.
—Entonces, ¿qué te gustaría hacer? Sé que a esta hora no hay mucho, pero podríamos dar un paseo o simplemente sentarnos a platicar. ¿Qué te parece? —sugerí, buscando su preferencia.
—Está bien, aunque no puedo ir muy lejos —dijo, con un matiz de resignación en su voz.
No entendía completamente por qué decía eso, pero decidí no presionar. Acepté que me lo revelaría cuando estuviera listo.
—En ese caso, ¿por qué no vamos al parque cercano? Está a solo unas cuadras —propuse.
—Claro, vamos —aceptó, aliviado de que no se negara.
Caminamos en silencio hacia el pequeño parque. Al llegar, nos sentamos en una de las bancas bajo un árbol. Después de varios minutos de silencio, decidí iniciar la conversación.
—Para empezar, ¿por qué no nos presentamos adecuadamente? —sugerí.
—¡Soy Off Jumpol y tengo 20 años! —dije mientras extendía mi mano.
Dudó por un momento, pero finalmente la estrechó.
—Yo soy Gun Atthaphan —se presentó, con una mezcla de timidez y curiosidad.
—¡No, así no! Tienes que hacerlo como yo —le expliqué con una sonrisa amistosa.
Soltó un suspiro y accedió.
—Soy Gun Atthaphan y tengo... 18 años —dijo finalmente. Así que esa era su edad real. Me alegré de haber acertado.
Las siguientes horas pasaron tranquilamente. Aunque yo era el que hablaba más, Gun parecía relajarse poco a poco. Me contó su nombre completo, su edad y que vivía en esa casa con sus padres. No profundizó en por qué no podía salir mucho ni por qué prefería no vernos durante el día, y decidí no insistir. Era evidente que me lo diría cuando estuviera listo.
Por mi parte, le hablé sobre mi trabajo, Tay y New, quienes eran mis mejores amigos, y le conté que no tenía familia, ya que mis padres me habían abandonado en un orfanato cuando era pequeño.
Noté cómo su semblante se relajaba gradualmente, y eso me alegró. Mi objetivo era que se sintiera cómodo conmigo y que pudiera conocerlo mejor.
Cuando llegó el momento de irme, se lo mencioné a Gun, y él simplemente asintió. Nos despedimos en la puerta de su casa, y justo cuando estaba a punto de entrar, se volvió y me hizo algo que no había visto antes.
¡Me sonrió!
Era la sonrisa más hermosa que había visto, con unos hoyuelos que acentuaban su encanto. En ese instante, supe que era el indicado. Aunque apenas estábamos conociéndonos, algo en mi pecho me decía que finalmente había encontrado un lugar al que pertenecía.
Fuera lo que fuera, esa no sería la última sonrisa que vería en su hermoso rostro.
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.—¿Y bien? Cuéntame, ¿cómo te fue con el chico que ibas a ver? —preguntó Tay durante nuestra hora de almuerzo. Era obvio que estaba ansioso por saber.
—Me fue muy bien. Es el chico más hermoso del mundo —dije, con una sonrisa que no podía esconder—. Aunque es muy tímido y apenas pude sacarle conversación. Pero creo que es normal, ¿no? Apenas nos estamos conociendo.
—Me alegra escuchar eso, Off. Y sí, es completamente normal. Pero, ¿sabes? Aún me parece extraño que te pidiera verte a esa hora. Creo que esconde algo—
—Creo firmemente que la razón de la cita a esa hora son sus padres. Me confirmó que vive con ellos, y estoy seguro de que son los que le prohíben salir —respondí, pensativo.
—Entonces, no te rindas. Aunque si tienes razón, será complicado —dijo Tay, dándome una palmada en el hombro.
—Igual te deseo mucha suerte. Por lo que me cuentas, parece un chico difícil y algo misterioso——Claro que no me rendiré. Él es a quien quiero a mi lado. Creo que me estoy enamorando. Nunca nadie me había hecho sentir así —le confesé.
—¡Wow! Parece que te ha impactado bastante. Pero, ¿no crees que es un poco pronto para decir eso? —dijo Tay, aunque sabía que tenía un punto. Sin embargo, dada su propia historia con New, no me parecía el mejor para darme consejos sobre tiempos.
—Recuerdo que tú y New apenas se conocían unos días cuando me dijiste que ya eran novios e incluso habían tenido sexo, ¿no es así? —le respondí, y él levantó las manos en señal de derrota.
—Sí, está bien, tienes razón. Así que no me queda más que preguntar: ¿lo verás de nuevo?—
—Sí, lo veré otra vez hoy a medianoche —dije, emocionado. Gun me había dicho que sí podía volver, lo que significaba que no le había desagradado mi compañía.
—Te deseo mucha suerte una vez más. Y mañana me cuentas cómo te fue —dijo Tay, mientras continuaba comiendo.
—Gracias, Tay. Y sí, te contaré todo —respondí, contento.
Después de la conversación, terminamos de comer y volvimos al trabajo. Era uno de esos días ajetreados que parecían interminables.
Cuando llegó la hora de cerrar, alrededor de las 7:00 pm, tomamos nuestras cosas y nos preparamos para salir. Al salir con Tay, nos encontramos con New, esperando junto a su motocicleta. Seguramente había venido a recoger a Tay.
—¡Hey, New! ¿Cómo estás? —lo saludé con un abrazo breve.
—Bastante molesto contigo, Off. ¿Te has olvidado por completo de mí? Ni siquiera quisiste cenar con nosotros ayer. ¿Qué es eso que te tiene tan ocupado? —dijo, dándome un golpe en el hombro mientras fruncía el ceño.
—¡Auch! —fingí dolor, llevando una mano al hombro.
—Tranquilo, New, claro que no me he olvidado de ti. Solo tenía algunas cosas que hacer, pero te prometo que esta semana nos reuniremos los tres para cenar y salir a algún bar a tomar algo. ¿De acuerdo? —le dije con una mirada de cachorro, mi truco infalible.
—Mmm, está bien. Sabes que no puedo mantenerme enojado cuando haces esa cara. Pero recuerda, diste tu palabra, y la tienes que cumplir, ¿entendido? —me advirtió mientras Tay se reía y se ponía a su lado.
—Lo hara, lo prometo. Ahora, vamos que muero de hambre y necesito una ducha —dijo Tay, mirando a New con expectativa.
—Claro, tranquilo —dije y el asintío.
Me despedí de ellos y me dirigí a casa.
Al llegar, tomé una ducha rápida y preparé algo de cenar, con la esperanza de que esta noche pudiera tener una conversación más profunda con Gun. Anhelaba conocerlo mejor y acercarnos más, y no podía esperar a ver qué nos depararía la noche.
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The mirage of Gun
FanficOff jumpol un hombre de 20 años soltero y huérfano que trabaja para sobrevivir, sufre desde hace un tiempo un terrible insomnio. Una noche desesperado por no poder dormir decide salir a dar un paseo sin importarle la hora que es y sin saber que ese...