CAPITULO 4

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NATHAN:
Sotenía la taza de café, preparada en casa. Se alegraba de que hoy no tuviera trabajo, estaba realmente cansado. El día anterior había ayudado a su madre en casa, acarreado las vacas, alimentando a las gallinas, y había comprado unas cuantas cosas, el ajetreo del día anterior había acabado, y lo único que le quedaba era descansar, y disfrutar sus sorbos de café.

Su madre, era alguien respetada, pero no tanto como para tener una buena vida.Cuando el tenia un problema, la primera que lo sabia era ella, la había tomado como confidente, y a ella le agradaba. Desde que su padre se había marchado, ella, no hacia mas que dedicarse tiempo completo a su hijo, unos cuantos trataban de conquistarla, pero ella siempre los rechazaba, ya que su primer amor se había marchado y aun no lo superaba por completo. Nathan parecía entenderlo, nunca le mencionaba sobre el.

-¿Que harás hoy?- preguntaba su madre. Se encontraba en la parte de la cocina preparando el desayuno como cada mañana. Nathan se había recostado sobre un sillón negro y viejo, a un lado del comedor. La cocina estaba llena de humedad, y los trastes estaban rayados o partidos.

-Aun no lo se, ¿Tienes un plan?

-Tengo un amigo en New Jersey, me ha llamado unas cuantas veces durante la noche, parece ser urgente- le dio vuelta a uno de los panqueques y continuo- Pienso ir, el nunca me llama si no es algo importante, le debo mucho.-

-Esta bien, iremos al atardecer, ¿Te parece?-. Su madre asintió, no dijo nada mas, se veia angustiada, casi como si tuviera un mal presentimiento, ¿acaso si era tan malo?

....

Marcharon al atardecer, tal y como dijo Nathan , llegaron alrededor de las 8. En cuanto la madre de Nathan le mostró la dirección de su amigo, le dieron ganas de regresar a casa. Resulta que a donde iban, eran las residencias mas caras de todo New Jersey. No tenia un buen presentimiento, sabia que su madre nunca accedería ir a esos lugares, si no fuera por alguna urgencia. Se pregunto si tal vez ese amigo suyo le habría conseguido la invitación que utilizo para entrar a la fiesta de hace una noche. No quería preguntarle, todo el camino la había notado intranquila, y no quería abrumarla mas de lo que ya estaba.

***

La residencia se encontraba en un edificio grande y lujoso.

*Era de esperarse*-pensó Nathan

Mientras el se mantenía deslumbrado por todo aquello,su madre había, preguntado por su amigo, y estaba por subir en el elevador .

Se apresuro, antes de que el elevador diera marcha. Cuando se encontraban en el piso correcto, comenzaron a buscar el numero de la residencia 6544, no demoraron mas que unos cuantos minutos, a pesar, de que el pasillo era grande y algo obscuro. La puerta de la residencia estaba bien adornada, tenia una placa del nombre de la familia: Wells.

Toco unas cuantas veces el timbre, hasta que una señorita vestida de ama de llaves, abrió por fin.

-¿Busca al señor Wells?- su madre asintió, y la ama de llaves les indico que esperaran unos momentos en la sala de estar, los condujo hacia la sala, y los dos se sentaron.

-Mama, ¿estas segura de que esto es bueno?- dijo, y miro alrededor- Sabes que no me agrada esto de ya sabes.. tu entiendes- la madre de Nate, podía notar como su hijo trataba de reprimir aquellas caras incomodas que la situación las hacia notar. En el fondo se sentía mal por el, pero trataba de no tomarle importancia, hasta antes saber que sucedía con su amigo.

La sala, como la veía Nate, era grande, acogedora, e iluminada, los sillones combinaban perfectamente con el tapiz, del departamento. Al centro de la sala, se extendían unas escaleras perfectamente diseñadas, cubiertas de alguna textura de lo que parecía mármol.

Un día más contigo..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora