Un día más contigo..

Capitulo 6 parte 2

Había pasado una semana desde que Jane había llegado a su nuevo hogar, se la había pasado los últimos días ayudando en el campo, con Nate. Ninguno de los dos se dirigía la palabra, y no parecía importarles, ya que ninguno intentaba hablarse. Cuando el trabajo de campo llegaba a ser algo pesado,ella se dedicaba a pensar en aquellos momentos felices, donde era la única que controlaba su vida. Se sentía en una pelicula, una de terror.

Pensaba en sus amigas, se pregunto si ellas sabían que se había marchado,ya no había hablado con ellas desde aquel día en que llego,, el cargador de su celular, no funcionaba, así que hablo con su padre, pero el solo se lo arrebato, y le dejo muy en claro que solo era un gasto mas, desde ese momento Jane, no había vuelto a hablar con su padre, tampoco le había dicho todo lo que sentía al estar ahí, en como su mundo dio un gran giro sin estar preparada.

Sus hermanos habían tomado distintos caminos, se habían ido con la tía de Jane a Denver. El señor Wells le había dicho a Jane que no la dejaría sola, y que por eso tenia que estar ahí con el. Aunque a ella no le agradara la idea.

Las afueras de New Jersey habían sido la mejor opción para el padre de Jane, ya que podía supervisar los movimientos de la empresa, sin ser descubierto, Nate iba cada día a la empresa del señor Wells, y en secreto revisaba como iban las finanzas.

Jane se encontraba en su cama, con miles de cojines que había encontrado en la sala. Mirando al techo, imagino aquella vez que estaba de vacaciones con su padre, fueron a un gran hotel que tenia aspecto de cuatro mansiones juntas. Su padre pidió que alguien le enseñara el hotel, y así fue, le dieron un recorrido por todo el hotel, mientras que Jane disfrutaba de una vista hermosa, que estaba justo en el balcón de su habitación, el cielo estaba iluminado de estrellas, cada una tenia un brillo en especial, unas tenias mas brillo que otras, pero todas brillaban. Era el mejor recuerdo que había tenido de esas vacaciones, las estrellas que había visto le dieron tanta calma, tanta esperanza, pero sobre todo, fue el único recuerdo que no le recordaba a su madre.

No quería pararse de la cama, ni dejar de mirar al techo, sabia que tenia que hacerlo, hace una hora que tenia que haber estado con Nate en la granja, alimentando gallinas, y limpiando los corrales, pero estaba tan cansada de todo eso, y apenas llevaba una semana, no podía imaginarse otra semana mas ahí, tenia que acostumbrarse.

Pero antes tenia que hablar con sus amigas, quería contarles acerca de lo que estaba pasando, bueno, si aun la recordaban. Siempre había sabido que Leslie y Cath no eran de confiar, aunque nunca quiso tomárselo tan enserio.

Tomo los peores jeans que encontró y una camisa de cuello en "V", se peino un poco y salio de la casa.

Mientras iba de camino a la granja, decidió tomar un respiro, se tiro en el pasto y se quedo mirando al cielo por unos largos minutos, hasta que alguien llego.

Nate se tiro junto a ella y pronuncio algunas palabras.

-¿Es un cambio drástico no es así?- Jane no sabia si responder, mas bien no sabia que responder. ¿Acaso Nathan quería que tuvieran una conversación?

-Si, lo es, no lo entenderías, nunca has pasado por algo así- Ella se limito a responder con el tono mas amargo y cortante, en esos momentos era lo único que podia responder.

-Y nunca lo entenderé, porque siempre prefiero la realidad a una nube creada por mis padres-

-¿Siempre trataras de hacer que este molesta contigo?- Jane estaba molesta, y Nathan la había sacado de sus casillas con ese comentario, no quería pelear con el, así que decidió marcharse a su habitación, sabia que Nathan le diría a su padre que ella no le había ayudado en la granja, como había prometido

Al llegar a la casa, vio a su padre, sentando en la misma postura de siempre, piernas cruzadas, y el periodico a unos cuantos centímetros de su vista

-¡Jane!- su padre se acomodo en el asiento, dejandole un espacio a Jane- Ven corre, quiero enseñarte algo

En los ultimos días, las sorpresas de su padre no eran exactamente las mejore, así que prefirió no hacerse ilusiones.

-Mira- señalo un apartado a la orilla del periódico, era un aviso de la nueva escuela cerca de la granja. Su padre no la dejaría sin estudiar, era de esperarse, la idea le asustaba en parte, ya que había personas diferentes a ella en muchos sentidos, y no sabría como llevarse con ellos, ni siquiera como hablarles- Esto es un nuevo comienzo ¿No lo crees?

-No, no lo creo- contesto ella

-Jane, por favor, piénsalo- su padre acomodo el pedazo de periódico en la mesita de la sala y continuo- No sabes que, no lo pienses, empezaras mañana, es mejor que te prepares, dile a Nathan que te ayude.

Después de algunas caras de odio a su padre, Jane subió a su habitación. Precisamente tenia que pedirle ayuda al chico que la odiaba desde que la habia conocido.

Su vida aun no había terminado, haría todo lo posible por salir de ahi.

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Había llorado unas cuantas horas, no quería que fuera mañana, estaba asustada.

Alguien toco a su puerta, Nathan.

-Me dijo tu padre que iras a la escuela, buen comienzo, o tal vez malo- echo una carcajada, Jane podía percibir como el se reía de todo lo que le estaba sucediendo, lo disfrutaba- Te daré mi ayuda, en lo que pueda, no prometo nada, tendrás que acoplarte tu sola, si quieres sobrevivir en esa escuela.

-¿La escuela esta repleta de personas iguales a ti?, porque si es asi, es algo nefasto- se acomodo en el asiento de la cama y se acomodo un poco el pelo- No , no respondas, la escuela es nefasta.

Dicho eso Nate se marcho de la habitación, y Jane se alegro, el chico y ella eran diferentes en muchos sentidos, ninguno de los dos se soportaba. Aunque lo lintentaran, nunca podrian ser amigos.
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