PRÓLOGO

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2 Años después.
Narra Susan

Habían pasado dos años desde que me uní a la tripulación como segunda a bordo. Sinceramente, las cosas estos últimos meses, habían mejorado cada vez más.

Incluso a pesar del hecho de que Jack es buscado por toda la compañía de las aguas orientales, sobretodo por el querido Comodoro Norrington, he podido viajar a Port Royal alguna vez.

Lo único que tuve que hacer es sobornar a los marineros mercantes para conseguir información y sumarme a sus viajes a Port Royal.

Nadie aparte de Jack sabe de esto. No quería involucrar más aún a mi padre, a Elizabeth, o a Will.

En este momento, acababa de volver a la perla después de mi último viaje para visitar a Elizabeth.

Me encontraba echada sobre el pecho de Jack, ya que estábamos tumbados en la cama de nuestro camarote.

-Amor ¿En que piensas? Me preguntó a la par que pasaba un mechón por atrás de mi oreja y me daba un suave beso en la sien, sacándome de mis pensamientos.

-En los últimos dos años, lo mucho que ha cambiado todo. Respondí.

-¿Eres feliz? Quiso saber tranquilo.

-¿Navegando por el mar en busca de aventuras? ¿Siendo la segunda a bordo de una tripulación en uno de los navíos más famosos del Caribe y enamorada de un pirata? Nada podría hacerme más feliz. Contesté provocando esa hermosa sonrisa tan característica del Capitán.

-Te has olvidado de algo. Señaló.

-¿Enserio? ¿Él que?

-Enamorada del mejor pirata. Me corrigió haciéndome reír.

-Además, se de algo que te hará más feliz aún. Dijo para luego incorporarse.

-¿Puedo saber el que? Cuestioné elevando mis cejas.

-Esto. Señaló, quitándose uno de sus anillos. Era verdaderamente hermoso, plateado, y tenía forma de serpiente.

-Este anillo me lo dio alguien muy especial. Me dijo que sabría a quien le pertenecía nada más conocerla, y fue cierto.

-¿Soy yo la indicada para llevarlo?

-Por supuesto amor, pero solo te lo daré con una condición. Repuso con misterio.

-¿Se puede saber cual es esa condición? Quise saber intrigada.

-Que seas mi Capitana, Capitana Sparrow, concretamente. Aquello me sorprendió pero provocó una sonrisa de lado en mi rostro.

-Capitán ¿No me estará pidiendo que me convierta en su esposa por alguna casualidad?
Pregunté siguiéndole el juego.

-Sin duda, usted es muy inteligente, futura Capitana Sparrow. Si acepta, claro está. Comentó acercándose hacia mi.

-Me encantaría ser su capitana, señor Sparrow.

Automáticamente, Jack me abrazó por la cintura y me alzó en el aire para luego unir nuestros labios en un cálido beso donde ambos sonreímos.

Me acababa de comprometer con el Capitan Jack Sparrow.

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3 años después.

Ya habían pasado tres años, uno desde que me comprometí con Jack.

No había vuelto a Port Royal, pero logré enterarme que hoy sería el día del la boda de Elizabeth y Will, a la cual no estaba invitada.

Acariciaba mi anillo en mi dedo anular cuando sentí unas manos detrás mía, abrazándome por la cintura.

-¿Se puede saber que te tiene tan pensativa, amor? Dijo para después demostrar un pequeño beso en mi cuello.

-Hoy es la boda de mi hermana. A estas alturas ya debe estar diciendo el si quiero. Suspiré de forma entristecida, al mismo tiempo que me giraba para abrazar a Jack, apoyando mi cabeza en su pecho.

-No te preocupes, seguro que os reencontraréis. Ella te dará un motivo. Y si no es suficiente, le pagaremos con la misma moneda.

Lo que no sabía era que al mismo momento, pero en diferente lugar, se encontraba una novia bajo la lluvia con tristeza en el rostro al no haber podido celebrar su gran día.

Esto iba a provocar que el pasado volviera hacia nosotros, causando varios problemas en una nueva aventura.

Piratas del Caribe: El cofre del hombre muertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora