Almas Cautivas || Jakeward || JacobxEdward

17

POV Edward

Luego de que el hombre se comenzará a alejar mire a dónde Alistair que seguía viendo a dónde el tipo ese.

— Es muy joven.

Murmuró por fin y todos lo miramos interrogante.

— Yo también soy joven.

Dijo Sam cruzándose de brazos.

— No, no lo entiendes, él dijo "algo así", el no es el Alpha pero lo es, ¿Comprenden?

Todos negamos, era tan confuso y su mente iba muy rápido.

Miramos como alguien salía de la mansión aledaña en compañía del mismo hombre que ahora no traía su chaqueta.

— Buenos días.

Saludo el hombre que venía con el supuesto Alpha.

— Buenos días señor.

Intenté leer su mente pero estaba en blanco.

— Mi sobrino me contó que se quedarán, "cosa que debió consultarme primero a mi, por algo soy el Alpha", sean bienvenidos.

Di un paso atrás, ese tipo no me agradaba y al parecer se dió cuenta, cómo era posible que solo pudiera escuchar lo que el quería, era imposible que supiera que podía leer la mente.

— Gracias señor, no causaremos problemas.

El hombre más joven rodó los ojos con fastidio pero no podía leer su mente.

— He mm, tu, tu te me haces conocido.

Alistair frunció el ceño.

— ¡Claro!, Eres tú, mira Der, este es el que se le metió a la cama a Deucalion.

Por la expresión de Alistair sabía que él sabía a quién se referían.

— ¿Deucalion, el está...?

— Oh sí, está más vivo que nada, lo mantenemos en aislamiento junto a su pequeño demonio, sabías que los vampiros de tu clase pueden embarazar a uno de nosotros sin importar si somos o no hembras.

El menor de los dos licántropos le dió un codazo al mayor.

— Así que tú eres el padre de Theodore.

Sabía que si Alistair pudiera llorar lo haría.

— Yo no sabía que, solo unas cuantas veces me dejó ser el que diera.

Ambos se miraron entre sí para luego hacer unos movimientos raros con las cejas.

El menor de los dos se terminó yendo a la misma mansión de hace unos minutos pero ahora, después de unos minutos venía con otras dos personas.

— Mira mom hay personas nuevas, es emocionante al fin salir después de años.

Dijo un chico que a mí parecer si era hijo de ambos hombres.

— ¿Ali?

Pregunto incrédulo el hombre, fue cuando note que tenían grilletes en las manos.

— ¿Deu?, ¿El es...?

Ese hombre asintió y el chico solo se le quedó viendo hasta que movió su nariz de forma rara pero que lo hacía lucir tierno, no tendría más de 15 años.

— Mira T, él es tu padre.

El chico miro a Alistair para luego simplemente esconderse detrás del primer hombre que conocimos, Der, así lo había llamado el otro hombre.

— Hola peque.

Sentí como alguien tomaba mi manos y al mirar de reojo pude ver a Jacob.

— H-hola.

Volví mi vista al frente y el chico seguía detrás de Der.

— Bueno ya fue mucho reencuentro, Derek lleva a Deu y Theo a su celda, me sorprende que aún el chico no haya intentado matar a nadie, en especial a las humanas.

Mire al niño con mayor detenimiento y lo entendí, no se estaba escondiendo tras Der, le estaba mordiendo el brazo y él no se quejaba de ello.

— Se está controlando porque ya se está alimentando.

Dije y todos fijaron su vista en el chico con mayor atención.

— ¿Derek cuántas veces te he dicho que no dejes que te muerda?

Cuestionó el oji-azul viendo como el chico seguía aún bebiendo de Derek.

— El sabe cuándo parar.

Dijo tranquilo para luego acariciarle el cabello al menor que rápido lo soltó y de un rápido movimiento beso sus labios dejando un poco de sangre en ellos.

— ¿Mi hijo te acaba de besar?

Cuestionó el tal Deucalion furioso.

— Si, es su forma de agradecer, supongo, ¿Verdad T?

El chico asintió y se pegó a Derek.

— ¿Desde cuándo?, ¡Es un niño Derek!, Además tú tienes pareja.

El simplemente se encoge de hombros.

— Y seguiré teniendo, vamos T.

Ambos se alejaron, Alistair y Deucalion se alejaron unos metros y nosotros nos quedamos con el verdadero Alpha, aunque aún no entendía como estaba aquí el mandó.

— Instalense, más tarde los Druidas vendrán a entrenar a las humanas y por supuesto necesitan seguir llenando sus bestarios, por lo que puedo ver hay un moribundo, también podemos ayudar en eso y a juzgar por el chico a tu lado pequeño, supongo es a quien te uniremos.

Y sin más se retiró llevándose consigo a Deucalion que luchaba por quedarse pero un simple rugido lo obligó a obedecer, o más bien, dejar de luchar ya que no agachó la cabeza.

— Hay que descansar un poco.

Dijo Kim para luego caminar a la entrada.

Continuará...

13-06-22