Almas Cautivas || Jakeward || JacobxEdward

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POV Narradora

La cantidad de autos que se encontraba frente a la gran y antigua torre del reloj indicaban que habría mucho vampiros y eso les ponía los bellos de punta a los Quileutes.

— No tienen que entrar si no se sienten cómodos.

Les recordó Edward pero aún así los lobos y humana no quisieron dar marcha atrás, no había viajado miles de kilómetros por nada.

— Quédense cercas.

Pidió Carlisle antes de entrar junto a Esme que estaba abrazada a su brazo.

— Edward espera.

Lo detuvo Leah.

— ¿Si?

Cuestionó viendo cómo la preocupación de la chica no se iba desde que se fueron de este mismo lugar hace unas horas.

— Mi hermano, él y ese vampiro se fueron hace horas, ¿Ya estarán aquí?

Edward le asintió sin tener conocimiento de eso, pero estaba más que seguro que el guardia Vulturi no se arriesgaría hacerle algo al menor de los lobos.

— Bien.

Dijo soltando un suspiro para luego jalar a Embry con ella y entrar por fin al antiguo "castillo".

— Okay, vamos.

Dijo Edward y todos se dispusieron a entrar.

La fiesta se llevaría acabo en la parte posterior donde había un gran jardín, incluso más grande del que ya conocían y se hallaba en la parte frontal.

— Todos nos miran.

Comentó Jacob nervioso.

— Entonces que disfruten el espectáculo.

Dijo Edward tomándolo de la mano y jalandolo un poco para pegarlo más a su cuerpo y comenzar a caminar.

— Tranquilos chuchos, solo tienen curiosidad.

Dijo Rosalie pasando al lado de los lobos junto a Emmett que llevaba una sonrisa burlona en los labios.

— Vamos chicos, nada malo pasará.

Les dijo Alice también pasando a su lado junto a Jasper que parecía más serio de lo normal.

Por otro lado, Seth y el vampiro se encontraban vistiendose para la velada.

— ¿Porque parece como si te avergonzara mirarme ahora?

Pregunto el vampiro viendo como el menor se abotonaba uno a uno cada botón de la camisa blanca mientras su castaño cabello oscuro dejaba escapar algunas gotas de agua.

— Lo que pasó no debió pasar, fue un error.

Dijo el menor sintiendo sus mejillas arder.

— Claro... ¿Todos los chuchos son así después de tener sexo?

El menor levantó la vista y lo vio por el reflejo del espejo.

— ¿Así como?

El vampiro se acercó lentamente y colocó ambas manos en las caderas del menor que se tenso al instante.

— Se justifican con escusas baratas... Se que lo disfrutaste, se que te gusto, se que quisieras repetirlo, pero, pero no lo permitas ya que te estás maldiciendo internamente por dejarte llevar... Después de todo somos enemigos naturales e incluso estar tan cercas ahora se ve tan impropio que exita a un nivel inimaginable, aceptalo lobito y deja de justificar tus acciones solo porque te rompieron el corazón, no digas que fue un error, no digas que no debió pasar, no digas tonterías y mejor besame...