CAPITULO 22

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Samuel habria querido regañar a Guillermo cuando se entero su primo sabia sobre ellos y su extraña relacion, aunque si lo reconsideraba, el pelinegro no tenia culpa de nada si no por el contrario, el cobarde que aún no era capaz de contarle la verdad era él mismo. Y debía agradecer de por si, que Frank no le habia dicho nada aun.

Aunque claramente esto ultimo no podria durar mucho mas tiempo, por lo que había pedido a Frank verse en el estacionamiento para platicar un poco, había pedido permiso a Luzu de salir unos cuantos minutos de su puesto de trabajo y poder solucionar aquello.

Al salir se puso nervioso de ver a Frank tan serio y con el ceño fruncido. El solía ser amigable, risueño y a decir verdad nunca antes lo había visto molesto. Avanzo con paso firme pero con la sensacion de que en cualquier momento le flaquearian las piernas.

Frank lo miro unos segundos y finalmente soltó una pequeña risa, pero no una de sus tantas risas, esta vez era sarcástica.

—No se para que me has pedido que venga— hablo finalmente —Guillermo a decidido estar contigo, es obvio la mentira no le haría olvidar el como se siente contigo y a decir verdad, ya lo sospechaba— se cruzo de brazos por sobre su pecho.

Samuel se sorprendio por un instante pero rapidamente comprendió que era la verdad, y no podía haberse dicho mas claro. Guillermo en su interior nunca lo había olvidado, al menos no su corazón y aquello significaba que había una pequeña esperanza. Y por otro lado no eran muy cuidados en sus acciones por lo que era de suponer el primo del ojirasgado ya sospechara.

—Lo entiendo Frank— suspiro —Pero de eso mismo quiero hablar contigo, se nos esta escapando de las manos, y si te soy sincero, no planeo parar hasta que Guille lo quiera. Lo lamento pero no soy capaz de dejarlo, no una vez mas y espero lo entiendas.

El susodicho deshizo su cruce de brazos quitando así un poco su actitud a la defensiva. Se notaba Samuel aun amaba con todo el alma al pelinegro. Claro que lo entendía.

—Lo se Samuel, pero ninguno de los dos esta tomando el camino correcto, hay una tercera persona sufriendo y es la verdadera victima de todo esto, ¿Han pensado en Lana?

El castaño sintió caerle una cubetada de agua fría. Era cierto, estaban siendo egoístas con aquella pobre chica, la misma que iba al restaurante todas las mañanas y a la que saludaba hipocritamente mientas ella le sonreía de forma sincera a todos.
Bajo la cabeza apenado.

—Si de verdad lo amas, haz lo correcto— espeto.

Era definitivo, debía arriesgarse por todo o nada.
Finalmente lo comprendía.

Halo aire y lo mantuvo unos cuantos segundos, sabia no había tiempo ya, ni escapatoria.

—Eso haré Frank— y finalmente solto el aire retenido dejando escapar toda la pesadez.

—Eso espero, Samuel.

[...]

El día del cumpleaños de Guillermo había llegado, y no podía estar mas contento, pasaría el dia con Samuel.
Luzu era el mejor jefe del mundo y le había permitido descansar aquel dia, y a Samuel lo dejaría salir a medio día. Aunque no todo era tan fácil, había tenido que mentirle a su madre y a Lana sobre que ese día estaría ocupado en el trabajo prometiendo después lo celebraran en casa todos juntos. Así era, una mentira mas se acumulaba en su montaña de falsedad.

¿Que si se sentía culpable?
Claro que si pero no era capaz de decirle que no a aquel castaño tan guapo.
Por otro lado, si bien sabia estaba a nada de llegar al altar con Lana aun no estaban oficialmente casados y no eran tan mala la infidelidad de esa forma ¿O si?
A decir verdad prefería pensar que no lo era y no darle muchas más vueltas al asunto.

¿Me recuerdas? WIGETTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora