La noche pasada Guillermo había llegado al departamento de su primo quien le recibio cálidamente con un café y galletas. Samuel lo había dejado en la recepción prometiendo ir por el al día siguiente como cada mañana.
—De verdad no entiendo porque se pone tan tensa— musitó Guillermo antes de darle un nuevo sorbo a su café.
Su primo le escuchaba atento escuchando lo sucedido con la señora Diaz, y era cierto, ella misma se delataba con sus actitudes tan a la defensiva. Los ojos achinados del menor le expresaban su angustia y confusión para con su tía quien estaba excediendo sus mentiras.
—Guille, se sincero— le interrumpio —Tu ¿Amas a Lana? Digo, se que es muy linda y tierma, pero me refiero a que te sientas atraído hacia ella
El susodicho se quedo en silencio unos cuantos segundos antes de dar una respuesta en negativa con la cabeza.
—En lo minimo— hablo con un deje de decepción hacia si mismo —No comprendo, lo he intentado y simplemente no veo avance, y se no es justo para ella, me ha tenido paciencia, yo sigo confundido y me da terror pasen los días y yo siga así
—¿Entonces porque casarse?— se animo a cuestionar —O al menos no tan pronto, el matrimonio no es un juego chaval, no se casa uno porque si
—No puedo dejarla plantada, no quisiera verla llorar o algo por el estilo, su padre esta enfermo y no quiero darle una mala noticia y empeore y mi madre esta ilusionada en sus próximos nietos— llevo las manos a su rostro—Aunque no se si pueda ser capaz de estar de esa manera con Lana, ya sabes, juntos, como esposos y teniendo hijos
Simplemente la idea no podía ser concebida en su pensar. Frank sabia eso no pasaria jamas, por mas que su tia y todos se empeñaran en convencerlo de toda esa vida falsa, seria en vano. Guille era y continuaba siendo gay y no podían cambiar lo que el era en el fondo.,
—No haz pensado, quizás— se rasco la nuca nervioso ante lo que diría —Que bueno...tu, ya sabes
—Se directo Frank— le pidió calmo y el contrario soltó un poco su aire pesadamente.
—Que quizás no te gusten las chicas— soltó finalmente haciendo una especie de mueca nerviosa.
Guillermo abrió los ojos como platos, aunque si lo pensaba bien desde que tenia uso de su razón desde que había salido del coma ninguna mujer le habia llamado la atención y en cambio los chicos si. En la calle, en sus citas del médico, muy de vez en cuando los miraba alegando había que aceptar habian personas a las cuales había aceptar eran atractivas, quizás eso explicaria lo nervioso que lo ponía Samuel. Y si bien sabia le atraia, suponía era normal debido a la esencia que portaba el castaño y su manera tan amable que hacia sentirte a gusto y a salvo. Pero, ¿Si quizas Frank tenia razón?
Samuel no solo le atraia, quizás, solo quizas le gustaba de verdad.
Guillermo se quedo pensativo unos minutos antes la mirada nerviosa de su primo por haber sido tan directo. Y finalmente asintió con la cabeza.
—No lo se, quizas— soltó en susurro —Digo, no es como que recuerde que hacia antes de olvidarme de todo pero, tu si
Le miro malicioso. Si era si primo y eran tan cercamos como le había contado debía saberle algo.
—No, no, tío, de tus intimidades nunca me contabas— jugo nervioso con sus manos
—Estas mintiendo Frank, quizás no te conozca mucho ahora mismo pero se nota tu nerviosismo.
—De verdad Guille— Debía mentir una vez mas.
—¿Y que hay de Lana? Si es mi prometida deberías saber nuestra "historia de amor"— hizo comillas con las manos.
Frank no sabia que contestar. Debía inventarse todo un pasado falso para ambos.
La verdad era que Guillermo si le contaba todo, pero el sujeto de sus platicas no era ni mas ni menos que el mismisimo Samuel, el había sido consiente de toda su relación desde un inicio. Sabia como Samuel salia de la cocina a escondidas para ir a ver al pelinegro, como jugaba a asustarlo mientras llevaba los pedidos y lo tomaba por la cintura para evitar tirase todo, las citas al café, el primer beso y finalmente la primera vez de su primo. Se sonrojo al recordar lo ultimo.—No piensas contarme— insistió.
—Guille— negó con la cabeza ante lo que iba a decir, quizás era arriesgado, pero no podía seguir tapando todo, al menos no por completo —Lo ultimo que me contaste fue que un compañero de tu antiguo trabajo te gustaba mucho, pero tu ya estabas comprometido antes de eso.
Odiaba mentir mas no le quedaba de otra. El pelinegro abrió ligeramente los labios quedando en shock.
—¿Entonces me gustaban tíos y tias?— se cuestiono en voz alta y rasco su nuca —Vaya, que dualidad tenia
Sonrió. Nunca le habían molestado los gustos diferentes y enterarse el los tenia tampoco era problema, si no por el contrario, le hacia conocer mas de si mismo y relajarse considerablemente puesto que ahora entendía el porque Lana no le atraia igual que lo que lo hacía el castaño.
—Si, si pero no le digas a nadie por favor— le suplico nervioso.
—Mi madre les prohibió decirme, no es asi— pregunto alzando una ceja, Ante el silencio del contrario entendió era cierto —Tranquilo, no le diré nada, te agradezco por contarme
Se sonrieron sinceros, no tardaron mucho en irse a dormir, ambos tenían trabajo al día siguiente. Guillermo sonrió mirando al techo ya acostado en la cama del cuarto de invitados, sabia perfectamente quien era ese compañero que le gustaba, era Samuel.
[...]
Por la mañana siguiente Guillermo subió al auto de Samuel incapaz de mirarlo directamente a los ojos. El castaño le miro extrañado sin embargo no se preocupo puesto que el menor se veía bien, sonreía de vez en cuando cuando sus miradas se cruzaban y se sonrojaba. Le gustaba verlo así de tímido por lo que no pregunto nada y solo disfruto todo el camino rumbo al trabajo.Al llegar ambos bajaron del auto con rumbo a la puerta del restaurante pero esta vez fue Samuel quien lo tomo por la mano de teniendolo.
—Chiqui— se animo a llamarlo así, no quería apresurarse pero conocía esa mirada nerviosa y era patente de que provocaba sentimientos en el pelinegro.
Quería palpar terreno antes de lanzarse de una y terminar siendo rechazado o peor aun, con un Guillermo molesto.
El pelinegro se sonrojo, no le incomodaba le llamase así, si no por el contrario, le gustaba y es que muy probablemente añoraba volver a ser llamado así una y otra vez. Sus corazones latian al mil, cruzaron miradas y un escalofrío recorrió sus espaldas.—Dime— le contesto un poco titubeante —Samu
Esto ultimo lo había dicho sin titubear.
ESTÁS LEYENDO
¿Me recuerdas? WIGETTA
Fiksi PenggemarHistoria donde Samuel y Guillermo son trabajadores en una restaurant. Ambos tienen sentimientos en común y ya teniendo una relación, el menor sufre un accidente perdiendo la memoria. La madre de Guille intentara manipular sus recuerdos fingiendo est...