diecinueve

1.5K 164 50
                                    

Nos fuimos del café y partimos al centro comercial en bicicleta. Isaza decidió entrar a comprarse ropa en una tienda a la que, probablemente, no había entrado ni una sola vez en la vida

Juan Pablo está en los probadores, así que yo me decido a mirar las prendas con un poco de resignación, porque ni volviendo a nacer podría tener alguna de acá en mi armario

-Cualquier consulta estamos a las órdenes- me dice amablemente una vendedora

Si, disculpe. ¿Por qué la ropa que venden acá cuesta más que toda mi vida?

-Gracias- agradezco sonriente

Me detengo entre las perchas cuando veo un vestido blanco. Corto, suelto y con tiritas a cada costado

-Volví- siento a mis espaldas y me doy la vuelta

Isaza vestía un pantalón negro, una camisa blanca y una campera de jean suelta

¿Qué calor, no creen?

-¿Querías copiarme?- me burlo de su campera porque es casi igual a la que llevo yo puesta

Con la diferencia que la mía me queda enorme

-Jamás- ríe y mira hacia atrás- ¿Qué vió?

-Nada, solo estaba esperándote- contesto y se acerca al vestido

-¿Le gustó éste?- pregunta

-No

Me mira con desconfianza y levanta la prenda para verlo

-Es lindo- sonríe y apoya la percha por debajo de mi cuello

Entrecierra sus ojos unos segundos

-Lo voy a llevar

-Creo que no es tu talla- bromeo

-No para mi, boba- ríe- Para usted

-Cállese y vaya a pagar- río sacandole el vestido de la mano

-¡Ey!- se queja tratando de sacarmelo- ¡Agostina!

-No quiero que me compre nada, vaya a pagar- señalo la caja

-¡¿Por qué no?!- cuestiona y veo a las vendedoras viéndonos a lo lejos

Que vergüenza

-Porque puedo hacerlo yo- murmuro

-¿Y yo no puedo regalarle algo?- levanta sus hombros

-Isaza, nos están viendo- digo y sonríe divertido

-Pues, mejor- se da la vuelta- Discúlpeme ¿Podría darnos un consejo?

-Si, claro ¿Qué necesitan?- la chica sonríe y camina hacia nosotros

-¿Verdad que éste vestido le quedaría hermoso?- me lo saca de las manos cuando me distraigo, y lo vuelve a poner por encima de mi cuerpo

-Te quedaría bellismo, y definitivamente es tu talla- me dice- ¿Lo van a llevar?

-Si- dice él

-No- contesto yo

Respondemos al unísono y ella ríe

-Si, lo haremos- vuelve a insistir y le da la prenda

-Okay, acompáñame por acá- la chica camina a la caja y él la sigue

Y yo lo sigo a él

-Isaza, por favor, no sea malo- me quejo y se ríe- No lo quiero

-Es un regalo, los regalos no se rechazan- excusa

-Estoy tratando de ser amable

-No necesito que sea amable conmigo- responde sonriente, como yo lo hice en el café

-¿No te lo querés probar antes?- me pregunta la vendedora y Juan Pablo ni siquiera me deja responder

-Si, es más, se lo lleva puesto- largo un bufido que lo hace reír- ¿Cómo se llama?

-Orianna- contesta con una sonrisa

-Gracias por ayudarme, Orianna. Agostina puede ser muy terca a veces- alzo las cejas con ofensa y la ojiverde se ríe

Isaza me entrega el vestido y señala los probadores con la mirada

-Y vos insoportable- murmuro caminando hacia allá

-Asi me quiere- responde risueño

Souvenir- Juan Pablo IsazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora