treinta

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Discuto en susurros con Isaza mientras entramos a casa, a espaldas de papá, que camina sonriente hacia la entrada

-¿Qué carajo hiciste?- pregunto nerviosa

-Iba a pasar algún día- excusa

-¡Pero hoy no!

-Pero le caí bien- excusa con una sonrisa inocente

-¿Y eso que?- cuestiono- Nos va a descubrir

-Bienvenido, Juan Pablo- dice mi papá abriendo la puerta y éste le sonríe

Kira da pequeños saltos con emoción, en dos de sus cuatro patas, cuando entramos. Huele los pies de Isaza, y lejos de ladrarle o alejarse, apoya sus patas en las rodillas de él para recibir caricias. Es que mi mascota ya se había acostumbrado a que él estuviera aquí, pero eso, Pablo no lo sabía

-Le caíste bien- comenta papá

-Soy encantador de perros- bromea y él ríe

Se rió de un chiste, eso nos sorprende a ambos. Papá le da la espalda a Isaza un segundo y éste levanta sus pulgares en dirección a mí

-Pa- lo llamo- ¿Qué pasó que estás en casa?

-Pues, era una sorpresa. Me libré la noche para estar un rato contigo- responde y yo sonrío, yendo a abrazarlo

-Si quiere puedo irme, de verdad, no quiero molestar- dice Isaza y él niega, pasando un brazo por encima de mis hombros

-Tranquilo, hombre- agita su mano con desdén- Siempre es mejor tener compañía ¿No?

¿Y a éste qué bicho le picó?

-Si...- respondo confundida

-Bueno, pongamos un plato más en la mesa- el de lentes sonríe y se va a la cocina

Isaza y yo nos miramos

Él sonríe contento mientras sigue jugando con Kira

Por favor, que esto no se ponga difícil

.

.

.

-Juan Pablo, ¿Así que estudias medicina?

Sip, se puso difícil, señores y señoras

Alerta roja

Se atormenta la vecina, se avecina la tormenta

-Mmh...si- contesta con la vista en el plato

¿Qué estará pensando en éste momento?

Probablemente, se preguntará en dónde mierda se metió

Yo también me pregunto lo mismo, desearía ser Kira

Llevo mi vista a ella y levanta una oreja, mientas juega con su pelota naranja

Definitivamente quiero ser ella

-La verdad...- comienza a decir Isaza y lo miro nerviosa- Es que no me convence mucho la medicina

El rostro de mi papá se suaviza y me preparo para lo peor

-¿Y eso por qué?- cuestiona Pablo

-No sé si es lo que quiero dedicarme por el resto de mi vida- contesta- Antes lo tenía claro, y ahora...la verdad es que no

Le está diciendo exactamente lo que me está pasando a mí

Espero alguna respuesta de mi papá, y cuando la misma llega, me sorprende

-La gente cambia, los gustos también- dice- No hay nada de malo en eso

-Si, lo sé, me preocupa como lo pueda tomar mi familia, nada más

Mi pierna se empieza a mover absolutamente sola, como si fuera un impulso instantáneo, y mi corazón va a mil por hora

-Que te preocupe es buena señal, querido- contesta- Se lo difícil que es tratar de enorgullecer a tu familia, por experiencia, sobre todo cuando hay buenas intenciones

¿Por experiencia?

-¿Le pasó lo mismo?- le pregunta y asiente

-Antes de decidirme por medicina, tenía en planes ser abogado- contesta y abro los ojos con sorpresa, porque eso no lo sabía

-Como el abuelo- digo y vuelve a asentir

-Y el bisabuelo- agrega haciendo una mueca- Tuve la suerte de elegir una profesión que, para la sociedad está bien vista, pero tenía la presión de una familia detrás. Luego me di cuenta que ninguna de esas cosas importa, y que mi familia me apoyaba sin importar que pasara

Papá baja su vista unos segundos y yo me encuentro con la de Isaza, que me sonríe levemente

-No sabía eso- comento

-Si, bueno...no fueron buenos tiempos para recordarlos- ríe secamente- Ocurrió en la misma época que tu mamá se fue

Como de costumbre, cuando habla de ella, sus ojos empiezan a brillar, desbordando tristeza y melancolía por donde se le vea

-¿Qué quiere hacer?- le pregunta e Isaza lo ve

-Arte- contesta simplemente- Quiero ser músico, pero ya sabe, la gente piensa que me voy a morir de hambre

Isaza acaba de llenar un venue con una capacidad de quince mil personas hace unos días

Quince mil almas escuchándolo cantar a él  y a sus amigos, los mismos que conoce desde los cinco años

Eso hace que todo lo anterior suene ridículo saliendo de su boca

-Al final del día, el que tiene la elección de hacia donde dirigir tu vida vas a ser vos, ni tu familia ni nadie más va a vivirla- contesta- Aunque eso traiga riesgos o consecuencias de la mano, lo que me parece, es que si es lo que realmente te gusta, tenes que hacer que cada día y tu decisión valgan la pena

-¿Aunque a mi familia no le guste?

-Te tiene que gustar a vos, no a ellos- dice levantando sus hombros- Y aunque ellos no lo hagan, por mas duro que sea, siempre vas a encontrar gente que te apoye en algún lugar de este mundo. Nosotros, por ejemplo ¿No, hija?

Asiento, porque el nudo en mi garganta no deja que ni una palabra salga de mi boca

-A menos que hagas reggaetón, ahí sí que no- bromea y reímos- ¿Hablaste con tu familia de esto, ya?

-No, pero lo voy a hacer- contesta sonriente- Gracias, señor

-Pablo, por favor- pide

Isaza sonríe y luego me mira a mí

Siento como si me hubiera sacado un peso de encima

-¿Sabes qué? Tengo unos vinilos de Sabina en aquel armario- comenta papá y Juan Pablo alza sus cejas con sorpresa

-¿Enserio?- pregunta con emoción

-Tengo el de Sabina y Paez, Enemigos Íntimos, traído de España- agrega sonriente y se levanta de la mesa- Vení, están allá

Juan Pablo se levanta también y besa mi mejilla cuando el de lentes está a unos pasos más adelantado. Le sonrío y lo veo irse con él hacia el gigante armario de madera, donde un tocadiscos de mi bisabuelo resposa al lado

Lo que logra Sabina, y lo que logra Isaza

Benditos sean los dos

Souvenir- Juan Pablo IsazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora