veintisiete

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-¡Ay mi Dios!- exclama Nia al vernos llegar y corre a abrazarnos- ¿Por qué no me avisaron que venían?

-Yo no sabía que veníamos, fue idea de él- alcé mis manos con inocencia y recibí su abrazo entre risas

-¿Juan Pablo, como va Medellín?- le pregunta

-Increíble- responde sonriente- Vine a probar la mejor carrotcake de toda la ciudad, o eso dicen...

-¿Lo dice la ciudad o lo dice Agostina?- cuestiona con diversión

-Con que lo diga ella ya es suficiente- contesta risueño y caminamos a la barra

-¿Y, Agos? ¿Cómo está tu papá?- pregunté dejando dos cafés en la superficie de madera

-Estefanía...- advierto escuchando las carcajadas de Isaza

-Sólo pregunté como estaba- levanta sus hombros y yo niego con la cabeza

-Está bien, no-gracias por preguntar - respondo

Ambas llevamos la vista a él cuando está a punto de probar la torta, expectantes de su reacción

Sonríe y alza su dedo pulgar, la de lentes aplaude con un emoción

-Mierda, Nia, esto está tremendo

-Yo te dije- recordé riendo

-Escucheme- la llama Isaza- ¿Algún lugar donde pueda llevar a Tina?

-Un telo- cierro mis ojos con fuerza por su chiste y los oigo reír 

Tan Nia

-Perdón, bebé, no lo pude evitar- se disculpa y le dedico una sonrisa falsa- ¿Pero por qué preguntas?

-Es mi último día acá, y dijo que yo elegía el lugar- explica y asiento dándole la razón

-Mmm, okay...tengo algo en mente- sonríe y busca algo en su celular

Le muestra la pantalla y Juan Pablo asiente enseguida

.

.

.

-Ni loca- digo quieta como una estatua

Me arrepiento cuando estoy dentro de la pista, e intento salir con cuidado, pero Juan Pablo me toma de la mano con fuerza y me obliga a quedarme junto a él

Resulta que a mi amiga le pareció buena la idea de que Isaza me llevara a patinar

-Isaza, me voy a caer

-Que no, Agostina- niega- Yo estoy acá, no voy a dejarla caer

-Nos vamos a caer los dos, y vos tenes una rodilla mala ¿O te olvidaste?

-¿Confía en mi?- me pregunta

-¡No!- exclamo alterada y ríe

-Bueno, hoy va a aprender a hacerlo- contesta- Vamos despacio

Bueno, al menos si me caigo no me va a ver nadie más que él, porque estamos solos aquí

Apoyo mis manos en sus hombros y Juan Pablo me lleva con él patinando hacia atrás, apoyando sus dedos en mi cintura. Rodillas medio flexionadas, talones juntos y puntas de pie hacia afuera. Empujar un pie, deslizar el otro, empujar un pie, deslizar el otro...

-Parece que estamos bailando- murmura y río

-¿Dónde aprendiste a patinar?- cuestiono

-Hace unos años, Simón me enseñó una tarde que andábamos aburridos

-¿Y no se les ocurrió...no sé, jugar un ahorcado?

-Era enseñarme a patinar o alguna teoría rara de las que habla él- explica- ¿Qué hubiera hecho en mi lugar?

-Tenes razon- río

Suelta mi cintura cuando ve que capto el ritmo y cambia su agarre a mis manos

Quizás no estaba tan mal después de todo

Le sonrío, porque yo también noto mi progreso, y va dejando mis manos libres poco a poco

Patino delante de él, despacio, porque aún tengo el temor de caerme. Pero siento un golpe atrás mio que me hace girar, y veo a Isaza en el piso

-Mierda- susurro y me acerco a él lo más rápido que mi poca destreza me deja

Suelta un alarido agarrándose el tobillo con ambas manos y me arrodillo junto a él

-¿Estás bien?- le pregunto nerviosa y no me responde- Isaza...

Y se empieza a reír

Largo un bufido tapando mi cara con ambas manos y sus brazos me encierran en un abrazo cuando me siento en el piso. No deja de carcajear, y yo tengo que respirar lentamente para que mi corazón vuelva a su estado normal luego del susto

-No es gracioso- murmuro molesta

-Perdón, tenía que hacerlo- se disculpa risueño y trata de sacar las manos de mi cara- Agos...

-No me hable- niego- Pensé que le había pasado algo

-Era una broma, estoy bien- logra destapar mi cara y deja un beso en mi mejilla

Luego me mira y vuelve a reírse a centímetros de mi rostro

-Lo siento- sonríe- ¿Me perdona?

-No- respondo y alza sus cejas con diversión

-¿No?- repite y se acerca más a mí

Trato de mantener mi postura seria, pero se me hace imposible y sonrío por puro nerviosismo

-No- vuelvo a negar y asiente

-Okay ¿Qué tengo que hacer, entonces?

Siento ambas manos de Juan Pablo en mi cadera y me atrae más a él, justo para ver más de cerca como pasa su lengua por su labio inferior lentamente y sonríe segundos despues

-¿Me vas a hacer romper la promesa, Juan Pablo?

-Estoy deseando que lo haga, Agostina

Así que lo hice

Una vez

Y otra

Y otra más

Para que se lleve algunos besos de recuerdo cuando ya no esté en la ciudad

Souvenir- Juan Pablo IsazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora